El último viaje que decide hacer una pareja, o aquel en el que se embarca un grupo de amigos, incluyendo siempre una despedida, se ha prodigado últimamente mucho en el cine. A este modelo responde ‘Supernova’, primer largometraje como director y guionista del británico Harry Macqueen, quien, si bien arrastra unas cuantas deficiencias en la construcción de su guión, ha tenido el acierto de contar para su cabecera de reparto con dos actores tan grandes como Colin Firth y Stanley Tucci.

Ponga usted a dos intérpretes tan estupendos como los citados sobre un escenario o ante una cámara, y tendrá el éxito casi garantizado. Y esa es la suerte que ha tenido Macqueen al afrontar una película en la que, sospecho, el novel cineasta ha querido abarcar mucho y ha sido especialmente ambicioso respecto a sus objetivos (sin terminar de conseguirlos).

‘Supernova’ desarrolla la historia de una pareja formada por un pianista y un escritor que, tras serle detectada una enfermedad al segundo, inicia un viaje en autocaravana. Este mismo planteamiento lo hemos visto en filmes no demasiado lejanos en el tiempo, caso de ‘El viaje de sus vidas’, con Donald Sutherland y Helen Mirren. En casi todos ellos, la base fundamental ha estado en el trabajo de sus protagonistas, circunstancia que vuelve a repetirse en la producción de Harry Macqueen.

Le falta a ‘Supernova’ brío en el ritmo narrativo y, sobre todo, más peso argumental y un desarrollo algo más sólido de los personajes. El cineasta ha preferido quedarse en el mero retrato de ellos en el momento en el que se ponen frente al espectador, pero hay que apuntar que, pese a ello, es tan fuerte y seductora la presencia de los dos actores, sobre los que en realidad recae todo el peso de la historia -los protagonistas secundarios resultan casi anecdóticos-, que ‘Supernova’ logra vencer los problemas de dirección y guión para convertirse en una interesante película. Una delicia escuchar a Colin Firth y Stanley Tucci en su versión original.