Cuarteto Quiroga: "Sería terrible que estuviéramos de acuerdo en cada compás"

El grupo, con nuevo disco, recibe este martes el Premio Nacional de Música. El violinista Aitor Hevia da clases en el Conservatorio Superior de Aragón

De izquierda a derecha, Josep Puchades, Helena Poggio, Cibrán Sierra y Aitor Hevia, en el Museo Cerralbo de Madrid, donde el Cuarteto Quiroga es grupo residente. enrique cidoncha
De izquierda a derecha, Josep Puchades, Helena Poggio, Cibrán Sierra y Aitor Hevia, en el Museo Cerralbo de Madrid, donde el Cuarteto Quiroga es grupo residente. 
Enrique Cidoncha

Los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia, presiden este martes en el Museo del Prado la entrega de los Premios Nacionales de Cultura 2018 y 2019. Uno de los galardonados, en la categoría de música y en la convocatoria de 2018, es el Cuarteto Quiroga, formación musical con arraigo en Zaragoza, en cuyo conservatorio superior todos sus integrantes han dado clase. En la actualidad, el violinista Aitor Hevia es responsable de la Cátedra de Cuarteto de Cuerda del Conservatorio Superior de Música de Aragón. El grupo recibe físicamente el premio nacional cuando acaba de publicar un nuevo disco, en el que ha contado con la colaboración de la célebre violista Veronika Hagen. 

¿Cómo es su nuevo disco, doble, 'Und Es Ward Licht!' (Cobra Records)?

CIBRÁN SIERRA: Queremos que nuestra discografía sea como una novela de viaje y que cada disco grabado sea a su vez un viaje en sí mismo. A nivel discográfico la biblioteca universal ya está suficientemente nutrida, así que buscamos que cada una de nuestras grabaciones sea algo muy especial. Esta que acabamos de publicar cuenta el nacimiento de la música de cámara. De ahí su título, 'Und Es Ward Licht!‘ (Y se hizo la luz), que proviene de 'La creación' de Haydn’. Hemos incluido obras de Haydn y Mozart escritas en Do mayor, queremos reflejar cómo la música de la Ilustración iluminó un mundo nuevo y desde una nueva perspectiva.

AITOR HEVIA: Siempre nos han gustado las colaboraciones; hace unos años grabamos con el pianista Javier Perianes un cedé con música de compositores españoles. En esta ocasión hemos contado con la colaboración extraordinaria de Veronika Hagen y trabajar con ella ha sido una experiencia enorme.

En 2023 cumplirán 20 años de singladura cultural. Si miran atrás, ¿qué ven?

HELENA POGGIO: A cuatro chicos jóvenes que pusieron en marcha un proyecto difícil basándose solo en su enorme ilusión. Que dedicaron toda su energía al cuarteto, y que en ese camino que fueron recorriendo se encontraron con triunfos y fracasos. Pero aún nos queda camino y disfrutaremos de él.

¿Qué aporta la música clásica a la sociedad de hoy?

JOSEP PUCHADES: Vida a nuestros valores. La buena música está vigente hoy, y lo estará dentro de 500 años. Aporta valores de unión e igualdad, ayuda a no perder referencias del pasado para no estar condenados a repetirlo. Lo que define a un clásico es que pasan los años y sigue vigente. Pero cada generación hace una relectura de los clásicos porque siempre nos cuentan cosas nuevas de la sociedad de cada momento. Por eso seguimos representando 'Antígona' o 'El enfermo imaginario'.

En el debate entre virtuosismo técnico y pasión, ¿con qué se quedan?

A. H.: Siempre hemos buscado un equilibrio al 50% entre una técnica depurada y la expresividad, la comunicación. Pero a veces es complicado jugar con ese equilibrio, sobre todo cuando pones toda la carne en el asador de la expresividad. Nuestro trabajo es el resultado de un proceso complejo. Somos cuatro, diferentes, y tenemos que consensuar todas las decisiones que tomamos. Es cierto que todos respiramos una estética muy similar, que muchas cosas las vemos de la misma manera. Pero sería terrible que los cuatro estuviéramos de acuerdo en cada compás de la música que interpretamos.

¿Cómo eligen el repertorio, los programas que interpretan cada año?

C. S.: Hay un tronco fundamental de la música para cuarteto de cuerda: Haydn, Beethoven, Bartok. Y de ahí surgen ramificaciones, como el romanticismo alemán, los distintos nacionalismos... Luego hay dos elementos muy importantes en nuestra elección: el compromiso con la música de nuestros días y las vanguardias históricas, que nos ayudan a entenderla; y que, como cuarteto español que somos, tenemos que compartir con el mundo la música que se ha escrito aquí. Todos los años estrenamos obras de autores vivos. Somos un cuarteto del siglo XXI y tenemos que alimentar el repertorio del siglo XXI.

El premio que reciben hoy no es uno más.

J. P.: Es el del año 2018 pero no habían podido dárnoslo hasta ahora. Los premios siempre están bien porque ayudar a seguir compartiendo la música con el público de la manera más honesta posible. Pero, en realidad, no cambian en nada nuestra manera de trabajar.

¿Qué le falta a Zaragoza en el terreno de la música clásica?

H. P.: Con Zaragoza tenemos una vinculación muy especial, porque hemos dado clase durante más de 10 años y porque hemos ofrecido varios conciertos, algunos de ellos invitados por la Sociedad Filarmónica. Creo que es una ciudad donde se debería programar mucha más música de cámara porque, además, es la que crea afición. Es fácil y barato hacer una temporada de cámara o un 'pequeño gran' festival especializado.

C. S.: Zaragoza y Aragón deberían sentir más orgullo por el Conservatorio Superior. Tendrían  que contar más con él para que la música clásica se sienta en todas las esquinas de la ciudad. En muchos grupos que funcionan por España y Europa hay jóvenes músicos aragoneses de enorme calidad. Muchas veces los programadores se vuelcan en traer a grupos o intérpretes de fuera, pero la autoestima es también importantísima y es necesario apostar por lo propio. Hay que pensar globalmente y actuar localmente.

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