La ‘Avalancha’ de Héroes que arrasó Delicias en 1995

Un 18 de septiembre de 1995, los zaragozanos Héroes del Silencio lanzaban ‘Avalancha’, su cuarto y último álbum de estudio. Un disco que supuso un antes y un después, ya que con él se consagrarían -supuso un gran cambio en la música de la banda- y -aunque entonces nadie lo sabía- sería el último (en otoño de 1996 el grupo se disolvió).

Fue una carrera corta pero muy intensa, construida a base de trabajo y perseverancia que terminó de manera rápida y abrupta. Sin embargo, tras su separación siguieron siendo recordados como uno de los grupos más importantes del rock en español.

Al día siguiente del lanzamiento de ‘Avalancha’, los Héroes, que en sus comienzos ensayaban en un local de la calle de Capitán Pina, en la Delicias, presentaron su nuevo disco en el Centro Cultural de dicho barrio, que se llenó hasta la bandera para escuchar los nuevos temas de Bunbury y su grupo. Un concierto que sirvió como arranque de una intensa gira que les llevaría por Europa, América Latina o Estados Unidos, y durante la cual se quebraría la amistad de los miembros, tal y como explica el exitoso documental de Netflix ‘Héroes: Silencio y Rock & roll’.

Asó contó HERALDO el concierto de Héroes en el C.C. Delicias

“No faltó nadie: medios de comunicación llegados de todos los rincones de Europa y parte de América acudieron a la popular rotonda zaragozana para conocer el nuevo y renovado sonido-Héroes”, rezaba la noticia publicada en las páginas de HERALDO al día siguiente.

Telefonillos vía satélite. Pantalones campana. Escotes abismales. Melenas con laca y sin laca. Cámaras de televisión. Grabadoras de mil tamaños. Whiskises. Tatuajes. Maquillaje. Acreditaciones. Fotos del grupo-mito. Seguidoras del grupo-mito. Despistados. Directivos con traje. Concejales también con traje. Periodistas. Muchos periodistas. De los grandes popes de las radio-fórmulas a los grandes luchadores de Radio Comunidad Garrapinillos. Estaban todos. Estaba todo. Era la gran fiesta de los Héroes del Silencio. Era la gran Avalancha musical que ayer pasó por el Centro Cultural Delicias dejando tras de sí los oídos y el corazón atronados de rock and roll”.

Los trabajadores del centro cívico, acostumbrados a tratar con la gente sencilla del barrio y con los ancianitos que juegan al tute cada tarde, no sabían ya como sujetar a la gente”.

El concierto comenzó de manera atípica: Todos sentaditos, como muy modosos y tranquilos. Como si estuviéramos en el local de ensayo, sólo que aquí cabe más gente, explicaba un flaco Bunbury”.

Pero incluso sentados, dejaron claro que la fuerza arrolladora del directo de la banda. Todos, “hasta los más fríos periodistas germánicos gritaban Hérrroes!!!”, se quedaron alucinados con la fuerza rockera que despidió Héroes del Silencio en Delicias (los fans, en menos de dos días, se habían aprendido ya las letras).

Bunbury dejó claro que es “un animal de la escena, un auténtico líder que no pudo estar sentado más allá de cinco minutos. Entonces se levantó, y aquello que iba a ser sólo un ensayo se transformó en un serio aviso: quieren comerse el mundo”.