crítica de cine

'Chavalas': las amigas y la vuelta

Esta película se proyecta actualmente en los cines Aragonia de Zaragoza

Un momento de 'Chavalas', de Carol Rodríguez Colás.
Un momento de 'Chavalas', de Carol Rodríguez Colás.
Heraldo.es

El lugar en el que se ha crecido se siente como parte de uno mismo, sensación compatible con la de que tenga aspectos que espanten, mirada crítica que suele aparecer cuando se ha estado fuera. ‘Chavalas’, ganadora del Premio del Público en el Festival de Málaga, expresa ese cúmulo de sentimientos desde la perspectiva por la que el regreso a casa se considera un paso atrás. 

Vicky Luengo, actriz descubierta por su estupendo papel en la miniserie ‘Antidisturbios’, encarna a una fotógrafa artística que se queda sin piso y sin trabajo en Barcelona y se ve obligada a regresar a su barrio de Cornellá, donde la alegría del reencuentro con sus amigas contrasta con su realidad anímica. Su personaje remite a la frustración y a la fase de crisis, aquí revestidas de la cuestión de la vergüenza que produce el origen.

'chavalas' ***
DirecciónCarol Rodríguez Colás
GuiónMarina Rodríguez Colás
IntérpretesVicky Luengo, Carolina Yuste, Elisabet Casanovas, Ángela Cervantes, Cristina Plazas, Ana Fernández, José Mota

 La directora debutante Carol Rodríguez Colás, con su hermana Marina en el guión, canaliza experiencias autobiográficas en una película que despierta aprecio por su descripción de la singularidad y del costumbrismo que concentran los barrios obreros y sobre todo por la fresca naturalidad que desprende su retrato de la amistad. Luengo, Carolina Yuste, Elisabet Casanovas y Ángela Cervantes elevan ese cauce emocional.

La comedia dramática evoca el significativo matiz de que el tiempo parece detenerse en lo relativo a los vínculos verdaderos. Puede haber transcurrido una larga temporada, pero al volver a estar juntos la complicidad y la conexión fluyen como siempre aunque hayan surgido cambios. La relación con la madre (notable trabajo de Cristina Plazas) y las características del propio barrio suscitan asimismo con fuerza esa percepción de que el tiempo no pasa. La obra, más convencional en lo referente a los modernos del mundillo del arte, plasma detalles que transmiten el cariño de Rodríguez Colás por el tipo de entorno mostrado y cuenta con un atinado y contenido José Mota en un pequeño papel.

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