"La mayoría de los españoles no sabe nada de la batalla de Lepanto"

Carlos Canales, escritor y experto en Historia, es coautor de 'Gloria imperial', donde narra el épico enfrentamiento naval del que se cumplen 450 años el 7 de octubre.

Un cuadro sobre la Batalla de Lepanto.
Un cuadro sobre la Batalla de Lepanto.
Heraldo.es

Cinco horas de una lucha salvaje, violenta y despiadada entre turcos y cristianos frente a la costa griega acabaron con la expansión naval de la poderosa armada del imperio otomano y su amenaza sobre el comercio en el Mediterráneo. La batalla de Lepanto, de la que el 7 de octubre se conmemoran 450 años, es el eje de 'Gloria imperial' (Edaf), obra de la que es coautor, junto a Miguel del Rey, el escritor e investigador Carlos Canales (Madrid, 1963).

Lepanto, solo el nombre suena a épico. ¿diría que es una batalla naval legendaria?

Solo la superan la batalla del Cabo Ecnomo, al sur de Sicilia, librada el 256 a.C., durante la Primera Guerra Púnica, y la batalla del Golfo de Leyte, en 1945, en la campaña del Pacífico, en la II Guerra Mundial. Ambas descomunales. La primera por el número de combatientes, naves implicadas y bajas, la segunda por los medios materiales y el espacio de mar y aire cubierto en los combates. La tercera sin duda es Lepanto, muy por encima de Salamina, Jutlandia o Trafalgar.

Lepanto supuso la derrota de la armada otomana, ¿se repusieron los turcos de aquel mazazo moral?

No, los turcos lograron reconstruir su flota, pero jamás consiguieron reemplazar las pérdidas humanas. En Lepanto cayeron sus mejores capitanes de galeras, pilotos, navegantes...

Los turcos disparaban flechas sobre soldados y tercios bien protegidos por sus armaduras y los nuestros empleaban arcabuces a poca distancia (tan cerca "que te salpicaba la sangre"), rezan las crónicas. ¿Fue una de las claves de la batalla?

En parte sí. Los turcos disponían de arcabuces, igual de eficaces que los europeos, pero seguían confiando en sus arcos compuestos, lo que fue un error.

600 navíos, más de 175.000 combatientes. las pinturas que recrean la batalla muestran estampas abigarradas, confusas.

Las imágenes son bastante correctas. Fue una lucha terrible, un combate resuelto al abordaje, entre infantería que en vez de en tierra combatía en plataformas móviles que flotaban, y donde nadie podía escapar.

Hubo 30.000 muertos entre los otomanos y 8.000 en la Liga Santa dirigida por Juan de Austria, esa desproporción revela una escabechina descomunal.

"Sí, la victoria cristiana fue abrumadora, pero esa disparidad entre las pérdidas de ambos bandos es típica de las batallas navales decisivas en las que uno de los bandos se impone con claridad.

No se habla de Lepanto tanto como de Trafalgar. ¿no sabemos vender las victorias o nos recreamos en las derrotas?

La propaganda anglosajona ha diseñado la imagen que tenemos del mundo actual. Incluso de la batalla de Lepanto, pues hasta hace muy poco siempre han seguido la versión 'veneciana' de los hechos, que otorga a los italianos un papel más relevante en la victoria, cuando el peso lo llevaron las naciones de la antigua Monarquía Hispánica, con Juan de Austria, hermanastro del emperador Felipe II, a la cabeza. Y en cuanto a lo segundo, sí, los españoles tenemos un serio problema con nuestra historia.

¿Qué harían los cineastas ingleses con Lepanto?

Nada. No hay forma de recrear algo semejante con calidad. Ellos harían mejor la historia de una galera y de su tripulación, por eso hicieron 'Master & Commander', y no una película sobre Trafalgar o Abukir. El problema es que nosotros no sabemos ni siquiera hacer algo así.

¿Qué supuso Lepanto en la geopolítica de la época?

Un gran alivio. A pesar de su grave derrota en Malta seis años antes, los turcos llevaban clara ventaja, sus vasallos berberiscos depredaban casi a placer las costas de Italia y España, esclavizando a miles de personas, hacían muy difícil el comercio marítimo y entorpecían las comunicaciones entre los reinos de la Monarquía Hispánica. La situación era muy grave, por lo que el triunfo fue acogido con entusiasmo.

Lepanto es casi más conocida por un manco que devino en nuestro escritor más universal. ¿Qué se sabe de la presencia de Cervantes en esa batalla de la que escribió eso de "la más alta ocasión que vieron los siglos"?

Cervantes sirvió en la galera 'Marquesa', una nave de la flota pontificia. Era un soldado bisoño y quería combatir, pero nunca ha quedado claro que usase un arcabuz, si bien él mismo afirma que terminó la batalla espada en mano y ayudó a los arcabuceros que disparaban contra los turcos. Recibió en el combate dos disparos de arcabuz, uno en la mano izquierda que le quedó inutilizada para siempre y otro en el pecho, heridas de las que siempre estuvo orgulloso.

¿Cree que Lepanto se enseña bien en las escuelas?

Ni Lepanto ni ninguna batalla. La enseñanza de la historia de España en los colegios es penosa.

¿Debe España presumir de Lepanto?

Por supuesto, es uno de los sucesos más importantes de la historia europea, y tuvo una importancia decisiva. En su momento fue un hecho considerado casi milagroso y de universal transcendencia, luego fue cayendo su consideración de victoria decisiva. Hoy en día hay una cierta recuperación de su valor.

¿Y si hubieran ganado los turcos?

Creo que la historia no hubiese cambiado tanto como se dice. Los estados de Berbería eran peligrosos en el mar, pero no tenían fuerza para amenazar a España o a Italia. El progreso técnico y militar de Europa Occidental hubiese revertido cualquier ventaja otomana en unas décadas.

¿Cuánto duró la batalla?

Unas cinco horas, mucho tiempo en un combate a tan escasa distancia, resuelto al abordaje y en el cuerpo a cuerpo, lo que genera una tensión emocional y un cansancio físico brutal. Los barcos se enredaron en una especie de abrazo mortal en un espacio relativamente pequeño en el que nadie podía huir, por lo que la destrucción y aniquilamiento del perdedor estaba asegurada.

¿Qué tenemos que aprender de Lepanto?

El valor de la unión y de la libertad de opinión. Los líderes de la flota cristiana tenían puntos de vista muy diferentes, pero cuando se llegó a un acuerdo, actuaron con firmeza y unidos, dispuestos a llegar hasta el final. Entre los musulmanes no hubo nada comparable.

¿Espera que la celebración del 450 aniversario esté a la altura?

No. De hecho creo que la mayor parte de la población española no sabe nada de Lepanto, y mucho menos que es su 450 aniversario.

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