Aragón en tirolina

Las de Hoz de Jaca, Fuentespalda y Ordesa-Pirineo son las de mayor envergadura y permiten deslizarse por varios paisajes de la Comunidad desde otro punto de vista.

La espectacular tirolina de Fuentespalda (Teruel)
La espectacular tirolina de Fuentespalda (Teruel)
Laura Uranga

También se conoce como tirolesa, dosel, ‘canopy’ o ‘zip line’, según el lugar del planeta en el que uno se atreva a deslizarse por uno de estos sistemas de cables tendidos en altura entre dos extremos. La fuerza de la gravedad se encarga de liberar adrenalina y desatar la diversión de quien prueba un descenso en tirolina. A este paso, se podría fantasear con cruzar Aragón de tirolina en tirolina, al modo de aquella ardilla que, supuestamente, era capaz de cruzar España saltando de rama en rama en tiempos pretéritos y más frondosos en la península ibérica.

Actualmente, tres grandes tirolinas funcionan en la Comunidad, junto a otras que también permiten vivir una experiencia de altos vuelos. La pionera fue la de Hoz de Jaca, en el valle de Tena, abierta hace cinco años. Más tarde comenzó a operar la tirolina de bajada doble y continua de Fuentespalda, en Teruel, que es la instalación de estas características más grande de Europa y cumplió dos años el pasado mes de julio. Y la última en llegar ha sido la Ordesa-Pirineo, que se encuentra en Fiscal y fue inaugurada en marzo de este año.

La de Hoz de Jaca propone una bajada en posición sedente durante un kilómetro desde el pueblo, sobrevolando el pantano de Búbal. En el descenso, que dura poco más de un minuto, se alcanzan los 100 kilómetros por hora en el punto más rápido. Para aventurarse en esta empresa se requiere tener un peso mínimo de 40 kilos y 125 como máximo, y el precio es de 20 euros. Los responsables de esta tirolina tienen otra proyectada en Panticosa, que tendrá tres kilómetros y será la más larga del mundo.

La de Fuentespalda, a 12 kilómetros de Valderrobres, ofrece una caída de vértigo, con dos kilómetros y casi dos minutos de bajada en la que se pueden alcanzar los 130 kilómetros por hora, en este caso con el cuerpo estirado. El coste de esta experiencia es de 25 euros.

De récord

La última de las grandes tirolinas de Aragón es la Ordesa-Pirineo, en Fiscal, a las puertas del Parque Nacional, con 2.036 metros de longitud, 400 metros de desnivel y una velocidad máxima que llega a los 160 kilómetros por hora, con un precio que ronda los 38 euros por persona. Ya es oficialmente la más rápida del mundo. El pasado mes, Rafa García, un paracaidista profesional, batió la marca que hasta ahora ostentaba una tirolina italiana de 172 kilómetros por hora. El registro final de García fue de 189 km/h.

Esta opción de ocio vive un auténtico bum en Aragón. Solo en la de Fuentespalda, desde su apertura en verano de 2019, han bajado «bastantes miles de personas. Llegan de todas partes de España, literalmente. Vienen de Canarias, Baleares, Andalucía, Galicia, Madrid, Cataluña… Durante la pandemia también hemos recibido muchos visitantes de la Comunidad y la verdad es que Aragón ha respondido muy bien. Estamos muy contentos de la respuesta del público», comenta César Navarro, uno de los socios de Alqui Fuentespalda, empresa que gestiona esta atracción.

Otras instalaciones

Parques multiaventura. En Aragón también se puede disfrutar de estas atracciones en los circuitos de Gabarda Aventura, en las inmediaciones de la localidad oscense de Sodeto; Albarracín Aventura, en el municipio turolense de Torres de Albarracín; o en Biescas Aventura, donde se encuentra el parque más grande de este tipo en el Pirineo.

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