patrimonio

Una acuarela de once metros de largo sobre el Rosario de Cristal

Una colección privada navarra conserva un documento gráfico excepcional, nunca expuesto, sobre la procesión zaragozana del año 1897. Están pintadas 1.800 figuras.

Las acuarelas pintadas en el rollo de papel de 11 metros permiten seguir al detalle el Rosario de Cristal de 1897
Las acuarelas pintadas en el rollo de papel de 11 metros permiten seguir al detalle el Rosario de Cristal de 1897
Eduardo Morales

Una colección privada navarra guarda un testimonio gráfico excepcional de los orígenes del Rosario de Cristal de Zaragoza, una acuarela de 1897 que retrata al detalle la procesión de aquel año.

Es una pieza muy rara, única por su valor documental, y también por su formato: la pintura ocupa un rollo de papel que supera los 11 metros de longitud (con una altura media cercana a los 8 centímetros) y que se despliega articulado en torno a dos vástagos, para que el espectador pueda seguir la comitiva al completo, con curiosidades como que incluye, por ejemplo, el desfile de soldados heridos en la guerra que se libraba entonces en Filipinas. Hasta 1.800 figuras aparecen representadas.

Soldados de las guerras coloniales, algunos heridos, participando en la comitiva.
Soldados de las guerras coloniales, algunos heridos, participando en la comitiva.
Eduardo Morales

La obra se conserva en un estuche a medida de cartón, pintado simulando cuero, con su título en verde: ‘Procesión del Rosario del Pilar de Zaragoza 13 de octubre de 1897’. Nunca ha sido expuesta aunque ahora es posible una aproximación virtual gracias al trabajo de Eduardo Morales Solchaga que la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro de la Universidad de Navarra ha publicado en su web (https://www.unav.edu/web/catedra-patrimonio/aula-abierta/exposiciones/rosario-de-cristal).

El autor de las acuarelas fue Aniceto Lagarde y Carriquiri (1832-1909), ingeniero, militar que combatió con los liberales en la última guerra carlista, hombre inquieto implicado en muy variadas empresas culturales en la Navarra de finales del XIX y hasta cosechero de vinos. Y el doctor en Historia del Arte que las ha estudiado ahora es un bisnieto suyo. Pamplonés pero hijo de zaragozano, él mismo vive ahora en la capital aragonesa, donde da clases en el colegio del Salvador.

«La pieza lleva en la familia 125 años. Siempre la habíamos tenido en casa, cuidada pero como algo que se abría de vez en cuando y se miraba casi como un juguete. Hasta que decidí investigarla», cuenta Eduardo Morales. Su labor se ha visto facilitada por el acceso directo a fuentes diversas en su lugar actual de residencia.

Entre sus muchas ocupaciones, Aniceto Lagarde y Carriquiri tuvo también la experiencia de ser corresponsal de guerra y colaborar con sus acuarelas en revistas ilustradas. Su obra sobre el Rosario de Cristal tiene algo de reporterismo. «Supongo que mi bisabuelo –dice Morales–haría una labor casi periodística. Lo vería y casi de memoria lo pintaría. Era una personalidad brillante. Lo haría por divertimento y también para dejar testimonio de una procesión que entonces impresionaría mucho».

El ‘reportaje’ está plasmado en ese raro formato del rollo de papel. «Es de origen asiático y entró en Europa a través de Reino Unido», cuenta el historiador. Son escasos los ejemplos conservados en España y en Zaragoza está uno de los más valiosos, artísticamente y como testimonio: un rollo de 33 metros de longitud con toda la procesión del Santo Entierro pintada a la acuarela, presumiblemente por Bernardino Montañés entre 1868 y 1870. Pudo verse hace cuatro años en una exposición de la Hermandad de la Sangre de Cristo. 

Eduardo Morales ha identificado a prácticamente todos los grupos y bienes artísticos que procesionaron en el Rosario de Cristal de 1897, por Alfonso I, Manifestación, Mercado, Cerdán, Coso, Don Jaime, plaza de la Seo, y calle y plaza del Pilar. La comitiva, pintada con mimo y atención a las curiosidades, se inicia con una sección de caballería de la Guardia Civil y finaliza con un piquete de infantería. En los 11 metros y 32 centímetros de acuarela se ven desfilar, entre coros como el Orfeón Zaragozano y bandas militares, representantes de instituciones y asociaciones de todo tipo que lucen sus mejores galas. Los trajes aragoneses que hoy caracterizan esta tradición de las Fiestas del Pilar eran entonces excepciones.

En las acuarelas aparecen todos los faroles y estandartes de la procesión, algunos ya perdidos.
En las acuarelas aparecen todos los faroles y estandartes de la procesión de aquel año, incluidos algunos que se han perdido.
Eduardo Morales

Aparecen también, claro, los faroles, entre ellos los monumentales diseñados por Ricardo Magdalena y algunos otros que se han perdido, además de 21 estandartes, muchos de los cuales tampoco han llegado hasta nuestros días.

«Es un año clave. Antes salía todo un poco de forma improvisada, era cada vez diferente. A partir de 1898 ya se publica un orden establecido de la procesión y hay un libro de un canónigo, José Nasarre Arruga, en el que lo detalla. Esta acuarela es justo de antes de que se le diera una forma oficial final, y se ve un poco la transición. Hay cosas de la procesión que aparecen en esta acuarela que no se conservaron después».

Morales aspira a que la obra de su bisabuelo sea objeto de una exposición y una doble publicación (con su estudio y un facsímil de ella) complementarias, a ser posible en la ciudad en que cada 13 de octubre el Rosario de Cristal sigue saliendo a la calle. «La pieza no se conoce y lo merece», insiste. 

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