LECTURAS DE VERANO. ARTES & lETRAS

Juan Marqués, el hombre que ordenaba vidas

El escritor y crítico literario da un salto de la poesía a la narrativa y publica su primera novela

El escritor zaragozano Juan Marqués.
El escritor zaragozano Juan Marqués.
Enrique Cidoncha.

Hace varios años, con motivo del día del libro, Artes & Letras me pidió que escribiera un texto breve sobre mi biblioteca. Comencé así: “Mi biblioteca es mi biografía”. Al leer la primera novela del hasta ahora poeta zaragozano Juan Marqués, me ha venido a la memoria esta idea tan simple y tan compleja: la de vivir la vida, no solo a través de nuestros hechos, sino también de nuestras lecturas. 'El hombre que ordenaba bibliotecas' (Pre-Textos, 2021) es también una indagación en la vida a través de los libros.

El protagonista sin nombre de la novela es un “crítico de novedades editoriales, corrector de galeradas, pre-jurado de premios, negro literario…”, que se acerca a la cuarentena y sufre una crisis de identidad. Siente un enorme cansancio, una sensación de abatimiento general que le paraliza; sin embargo, se ve obligado a continuar trabajando para mantener su precaria economía, máxime cuando se acaba de divorciar y debe mantener a sus hijos.

En esta tesitura, el protagonista recibe la llamada de un misterioso personaje sin nombre: el director de una institución que lo invita a viajar a Toulouse. Se trata de un tipo afable que ronda la cincuentena. Entre ambos hombres, la conversación íntima fluye sin que apenas sepamos nada de ellos, hasta que intuimos que tal vez el suyo sea un diálogo especular: quizá el protagonista se hable a sí mismo, reflejado frente al espejo de su propia vida.

'"El hombre que ordenaba bibliotecas' es una ópera prima narrativa muy meritoria, un experimento literario apasionante que combina el sabor de la verdad con el aroma de la ficción".

Nuestro protagonista detesta la prisa por concluir lecturas y escritos, a veces angustiosa; la precariedad laboral… El director le interpela: “Pero se dedica a lo que le gusta, dese cuenta. En mi opinión esa sería una buena definición del éxito. Triunfa en la vida aquel que es dueño de su tiempo, libre de poder invertirlo en lo que ama, en lo que le motiva”; pero el protagonista replica: “Yo soy feliz, ya le digo, pero no me siento libre. Me dedico a lo que quiero, pero no del modo en que querría (…) De repente veo claro que ser libre es incomparablemente más importante que ser feliz”.

De paradojas como la anterior se nutre esta novela, donde la libertad, a modo de periplo, vertebra el viaje que emprende el héroe novelesco, que lo llevará desde Toulouse a su Zaragoza natal, y de allí a Grenoble; además de a otras muchas ciudades donde ha decidido ejercer el singular oficio que sirve de título a la obra, para lo cual se anuncia en el periódico: “ORDENO BIBLIOTECAS. Me adapto a sus gustos y su presupuesto. Busco y compro libros para usted. Completo carencias. No taso bibliotecas, solo las completo o las reduzco, y siempre las mejoro”.

Si nuestra biblioteca es nuestra biografía, el oficio que desea ejercer el protagonista no es otro que el de ordenar las vidas de sus clientes: completar sus carencias, reducirlas, mejorarlas. Del mismo modo que él, al borde de los cuarenta, se busca a sí mismo a través de sus lecturas mientras conversa con el hombre de Toulouse.

Hay una idea esencial que se repite y conforma el epicentro del libro: “La buena literatura, como el maligno, reside en los detalles” Tal ver por ello, esta breve novela, la primera -pero espero que no la última- del poeta Juan Marqués, rebosa detalles que alternan lo fantasmagórico con lo hiperrealista. A modo de ejemplo, alterna el análisis de la pintura de Goya con una cena en el restaurante zaragozano Salsa Rosa, de la avenida de Cesáreo Alierta; y es que, como bien reflexiona el autor: “Cuanto más realista pretende ser algo, más extraño e incluso enigmático resulta para quien sabe mirar”. El relato denota también la gran influencia del surrealismo de Buñuel, sobre todo en la utilización del azar y de la extrañeza como medios para crear símbolos, que remiten a realidades complejas en un relato totalmente diáfano y de fácil lectura.

Marqués, sin duda, sabe mirar. Quizá le falte todavía adquirir algo de oficio de novelista, pero 'El hombre que ordenaba bibliotecas' es una ópera prima narrativa muy meritoria, un experimento literario apasionante que combina el sabor de la verdad con el aroma de la ficción.

LA FICHA

'El hombre que ordenaba bibliotecas'. Juan Marqués. Pre-Textos. Madrid, 2021. 119 páginas.

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