La España de los años 50 y 60, en la mirada irónica de Ramón Masats

La exposición 'Visit Spain' reúne en la Lonja casi 150 imágenes, algunas de ellas icónicas, del fotógrafo catalán

La exposición 'Visit Spain', del fotógrafo Ramón Masats, que se inaugura esta tarde en la Lonja zaragozana, se abre con una foto que es una 'no-foto'. Es un retrato de Franco en el que el fotógrafo aprovechó un contrapicado para que los folios del discurso y los micrófonos taparan el rostro del dictador. La mirada del espectador se dirige así a la mano del protagonista, con un dedo índice al aire, admonitorio. Esta es una de las constantes del trabajo de Masats, donde tan importante es lo que se ve y se cuenta en la foto como lo que ocurre en  la trastienda de cada imagen y no se ve.

De Ramón Masats (Caldes de Montbui, Barcelona, 1931) se han celebrado numerosas exposiciones hasta ahora en distintos puntos de España. De hecho, actualmente puede verse en el Museo Juan Cabré de Calaceite una selección de las imágenes que tomó durante el rodaje de 'Viridiana' de Luis Buñuel. Pero la exposición que se inaugura esta tarde en la Lonja de Zaragoza no es una más. 'Visit Spain', comisariada por Chema Conesa, reúne 145 imágenes tomadas por el fotógrafo catalán entre 1955 y 1965, un periodo clave en la historia reciente de España. 

La muestra recoge lo que el autor, que a principios de este año lamentaba en una entrevista que "la fotografía se ha vulgarizado", define como 'tópicos de la cultura popular', desde los toros a la vida rural, desde manifestaciones de la cultura religiosa a escenas cotidianas. Están incluidas en la selección la mayoría de las imágenes icónicas del autor. Entre ellas, 'Seminaristas jugando al fútbol', que tomó en 1959 y que tiene el honor de ser una de las pocas fotografías españolas que han entrado con todos los honores en el MOMA de Nueva York. Tan icónica que Almodóvar la recreó en 'La mala educación' y que durante años generó un debate que el propio autor acertó a zanjar: 'Sí, fue gol'. Este jueves Masats la elegía como su favorita, quizá por el revuelo generado en torno a ella, porque todas las ha vivido con la misma pasión. Todo queda retratado en la muestra, que podrá visitarse hasta finales de agosto y que recoge una España que fue y ya no es.

"Uno de los primeros eslóganes que lanzó el Ministerio de Turismo para fomentar la llegada de turistas a España fue 'Visit Spain' -recordaba este jueves el comisario, Chema Conesa-. Eran los años de la autarquía, de la lucha de Franco por romper el aislamiento de nuestro país, de los planes de mejora de las carreteras y de las infraestructuras turísticas. Y son los años que Ramón Masats documentó muy bien con su cámara. El 60 o 70 % de las imágenes que forman parte de la exposición no han formado parte hasta ahora de ninguna otra muestra, las hemos elegido directamente de su archivo personal". 

Masats estaba destinado a heredar el negocio familiar, de comercio de pesca salada en Barcelona pero quería ser fotógrafo. En la ciudad condal de Oriol Maspons, Xavier Miserachs y Francesc Catalá Roca no había mucho espacio en la prensa para jóvenes fotógrafos, así que emigró a Madrid, donde se le abrieron muchas puertas al mostrar el trabajo que había hecho durante tres años consecutivos en los Sanfermines.

"Su trabajo era radicalmente diferente al de otros fotógrafos de prensa -añade Chema Conesa-. Por su mirada. Los fotógrafos de prensa no pueden alterar la realidad, pero cada uno tiene una mirada diferente. El es el precursor de la crítica suave, de la ironía, quizá el que mejor ha traducido en imágenes el concepto de ironía".

Gracias a Ortiz Echagüe, entonces presidente de la Seat, Masats logró un 600 con el que recorrió España y la documentó. Tuvo que hacer retratos oficiales y de edificios, pero siempre guardó espacio en sus carretes para esa mirada personal y un punto irreverente.

"No he tenido muchos problemas a lo largo de mi vida -señalaba este jueves-. De vez en cuando, solo muy de vez en cuando, sí había una fotografía que no gustaba. No es que me riñeran por hacer la foto, pero sí que se censuraba al verla en redacción. A veces podía explicarla al redactor jefe y se salvaba, y en otras ocasiones, no".

En la exposición, por ejemplo, se presentan varias imágenes tomadas durante un reportaje en la temida Dirección General de la Policía de Madrid. Y conviven, sin chocar, con otras de boxeo, toros, del duque de Winsor en una fiesta del bailarín Antonio, o de unos cursillos de cristiandad en Toledo. Una España solo posible en blanco y negro, de cierta pobreza material, que la cámara de Ramón Masats guardó para siempre

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