el verano y sus pasiones / 1o. miguel ángel yusta

Miguel Ángel Yusta: "Me metí en un sala en París, a las cuatro de la tarde, para ver un desnudo"

El poeta y especialista en coplas, galardonado con el premio Imán, repasa la Zaragoza de su infancia y juventud, sus viajes y su pasión por la ópera

Retrato de Miguel Ángel Yusta en Roma.
Retrato de Miguel Ángel Yusta en Roma.
Archivo Mayusta.

Miguel Ángel Yusta, poeta y Premio Imán de la Asociación Aragonesa de Escritores, nació en Zaragoza en 1944. A la par que su obra lírica, la copla es un constante tema de sus investigaciones.  Autor ‘Rincón de coplas’ y ‘Cancionero de coplas aragonesas’, hace algunos meses publicaba ‘La copla, emoción y poema’, en una coedición de Jaguar y Lastura. Mientras, continúa escribiendo su poesía.

1. ¿Cómo será su verano tras la pandemia? ¿Tiene muchos viajes aplazados?

La pandemia (que sigue muy presente) va a suponer un antes y un después en la vida de la sociedad y en sus diversos estamentos, así como en los individuos. Ha resaltado muchas carencias, pero también ha patentizado los valores y solidaridad de muchas personas y colectivos. Personamente he vivido un aislamiento intenso y mi vida (tambien por otros factores de salud) ha sido marcada por este período. Soy una persona muy viajera, pero ahora hay que replantearse las actividades y priorizar lo importante: la paz interior, el retorno de la normalidad y una nueva visión de muchos aspectos de nuestras vidas que no son tan importantes para conseguir la verdadera felicidad.

2. ¿Qué significa el verano para usted?

Ya ajeno a una obligada actividad laboral, mi tiempo libre se extiende a lo largo de todo el año. El verano, no obstante, es un período de bonanza climática, de convivencia con hijos y nietos, con amigos que sí tienen más tiempo y también de descubrimiento de nuevos paisajes (interiores y exteriores), lecturas, escritura y más libertad para disfrutar de los largos días.

3. ¿Dónde veranea? ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?

Para descansar, me gusta sobre todo el mar Mediterráneo y nuestro Pirineo. Recuerdo aquellos veranos de mar y noches imborrables, cuando Juan Manuel Serrat cantaba su eterno 'Mediterráneo' a la orilla de ese mar y también Jaca y sobre todo Villanúa, donde pasamos muchos veranos y donde tuvimos casa, grandes amigos y la presencia siempre apacible de José Antonio Labordeta. Actualmente me sigue atrayendo el mar, sobre todo en las noches serenas, fuera del bullicio. También amo el Pirineo y, por circunstancias familiares, la Sierra de Albarracín, ese Aragón hermoso, impresionante, que -como decía Labordeta- es preciso mirar (al revés que el Pirineo) "de arriba abajo". Creo que nos hace mucha falta conocer y querer más el Aragón "de cintura para abajo" a pesar de las malas comunicaciones.

4. ¿Son la poesía y la ópera para el verano o no?

Son para todo tiempo y lugar y, desde luego, las pasiones de mi vida sin que una u otra sean excluyentes. La poesía y sobre todo su lectura es un bello ejercicio que forma y enseña, que embellece el alma. La ópera es el arte más sublime en el que se funden varios: música, teatro, drama, pasión... Soy afortunado de asistir desde hace más de cincuenta años al más hermoso espectáculo en muy diversas geografías de aquí y de allá que no voy a describir por vanidad. Sí tengo que decir que soy feliz leyendo un buen poemario, intentando escribir algunos versos y muy feliz en la butaca de un teatro de ópera.

"La ópera es el arte más sublime en el que se funden varios: música, teatro, drama, pasión... Soy afortunado de asistir desde hace más de cincuenta años al más hermoso espectáculo en muy diversas geografías de aquí y de allá que no voy a describir por vanidad"

5 ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?

Viajo en todo tiempo y tal vez menos en verano, precisamente porque puedo hacerlo 'fuera de temporada'. Citaré sólo algunas ciudades europeas: Praga, Munich, Milán, Londres, Lisboa, Varsovia, Budapest, Viena, Roma, mi querido París, Venecia, que es un estado del alma... y sus respectivos teatros de ópera. Hay más, más lejos y más exóticas, pero la vieja Europa es, para mí, aún insuperable. Y de España, todo, absolutamente todo. Tenemos un país maravilloso.

6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Hay algo especial para recordar?

Ay, la infancia de un niño de posguerra no fue demasiado amena: Zaragoza, calor, bicis de alquiler en el Parque Primo de Rivera (hoy José Antonio Labordeta), juegos infantiles en la Plaza de José Antonio, Baños Municipales en el Ebro, Tranvía 9 para bañarnos en el Gállego, Stadium Casablanca -después- con sus piscinas separadas para hombres y mujeres, cines atestados, incómodos, calurosos y malolientes... En fin, prehistoria. Pero es bueno que quienes ahora se quejan de no poder tomar una copa a las dos de la madrugada sepan un poco de la España de los 50 y 60... No obstante, yo, adolescente, tuve la suerte de poder escapar de muchas cosas, pero esa es otra historia.

Mayusta en el parque del Retiro en 1952. Tenía 8 años.
Mayusta en el parque del Retiro en 1952. Tenía 8 años.
Archivo Mayusta.

7. ¿Qué lugar ocupa el verano en su obra y en sus fantasías?

El verano, queda dicho, es mar, montaña, partidas de guiñote, tertulias, calor, lecturas y un hermoso período de reflexión que se refleja en lo que escribimos. En el HERALDO -donde publiqué mis primeros artículos hace más de medio siglo- hay publicados muchos artículos míos de aquellos años, con reflexiones, sueños y temas veraniegos.

8 ¿Qué tipo de lecturas, u otras actividades, realiza estos días?

Leo y releo libros de mi pequeña biblioteca, poesía de siempre y contemporánea de calidad y libros de temas que me interesan. Hay variedad en mis lecturas; por ejemplo, en estos momentos tengo en las manos tres libros extraordinarios y diversos: 'Los europeos' de Orlando Figes, 'Voluntad de horizonte y añoranza de morada' de mi buen amigo el profesor Javier del Prado y 'Los amnésicos' de Géraldine Schwarz.

9. ¿Qué película está asociada a un verano inolvidable?

Sin duda, 'La dolce vita'. La vi el verano de 1961 en París y me marcó de por vida. (En España se estrenaría ¡en 1981!). También 'El gran dictador', de Chaplin (1940), estrenada aquí en 1976... Veía mucho cine en mis veranos de adolescente en París, sobre todo las películas que estaban prohibidas en España, que era el caso de éstas y de otras muchas. También veía las de Brigitte Bardot, de calidad discutible, pero a un adolescente zaragozano eso le importaba poco....

10. ¿El disco o la canción o las canciones de verano?

En los años sesenta frecuentábamos un local que había en la calle Zurita, 'Fiesta', donde los chavales íbamos a bailar con luz tenue y canciones inolvidables ('El mundo', de Jimmy Fontana; 'Cuando calienta el sol', de Martinoli, popularizada por los Hermanos Rigual; las de mi coetánea Françoise Hardy...) que permitían con su ritmo 'lento' un acercamiento a la chica de nuestros sueños y a susurrarse cosas bonitas en la penumbra. Era tiempo de guateques y besos furtivos, de sueños de libertad y canciones que han quedado en la memoria. Otras canciones de verano -y por ello casi todas con el sello de una discutible calidad- han pasado sin pena ni gloria por los veranos de mi vida sin dejar una huella perenne como aquéllas.

"En los años sesenta frecuentábamos un local que había en la calle Zurita, 'Fiesta', donde los chavales íbamos a bailar con luz tenue y canciones inolvidables ('El mundo', de Jimmy Fontana; 'Cuando calienta el sol', de Martinoli, popularizada por los Hermanos Rigual; las de mi coetánea Françoise Hardy...)"

11. ¿Cuál ha sido el gran personaje de esta época del año?

Han sido varios: Mis hijos, la madre de mis hijos, mis nietos, mi familia, mis amigos más queridos...Y como referencias veraniegas ha habido muchos personajes. Tal vez Joan Manuel Serrat ha sido siempre una referencia. Ellos y mis músicos clásicos que siempre me han acompañado.

Miguel Ángel Yusta, de veraneo en Egipto.
Miguel Ángel Yusta, de veraneo en Egipto.
Archivo Mayusta.

12. ¿Internet y los móviles han hecho mejores las vacaciones? ¿Las han cambiado de alguna manera?

Las nuevas tecnologías han cambiado todo a velocidad de vértigo: para bien, usadas inteligentemente y para mal si son ellas las que nos usan y, a veces, nos esclavizan. Las redes sociales, útil herramienta de comunicación, es frecuentemente un instrumento que nos manipula y condiciona. Hay que utilizarlas con sensatez y no cambiar nuestra realidad 'viviendo' en la realidad ficticia de las Redes. La comunicación directa, la palabra, la mirada y el gesto siguen siendo importantes y si los proyectamos a través de las cada vez más sofisticadas técnicas ha de ser pensando más en la utilidad efectiva, en la mejora de la comunicación humana, que en alimentar nuestro ego de manera, a veces, insoportable.

"Las nuevas tecnologías han cambiado todo a velocidad de vértigo: para bien, usadas inteligentemente y para mal si son ellas las que nos usan y, a veces, nos esclavizan"

13. ¿Cuáles serían los conciertos de su vida?

Muchas óperas inolvidables. Muchos intérpretes que me han llevado a la lágrima emocionada, en una variedad de 'Síndrome de Stendha'l -que no es sino el deslumbramiento por la belleza- aplicado a la música. Son tantos que es imposible referirlos; el último la maravillosa interpretación de Floría Tosca por mi querida Sondra Radvanovsky en el Teatro Real, hace solo unos días.

Y en la memoria de la perfección, entre algunas obras también inolvidables, el 'Parsifal' que vi en Munich antes de la pandemia, dirigido por Kirill Petrenko, con Nina Stemme, Jonas Kaufmann, Rene Papé, Christian Gerhaher... Sublime.

14. ¿Cuál es la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?

Ay, aquellos veranos de adolescente en París y ver, por primera vez, un desnudo de mujer. Me metí en un 'Streptease permanent' ( había y hay abundantes en Montmartre) a las cuatro de la tarde y salí hacia las nueve de la noche. La chicas, cuatro o cinco que repetían su número, me sonreían entre amables e incrédulas. Sacié absolutamente mi curiosidad, satisfecha hasta entonces por alguna postal de Joan Collins ( 'Tierra de faraones') en cumplido bikini y desde entonces ya no he tenido que ir a ningún espectáculo erótico, absolutamente vedado a los inocentes adolescentes españoles de los sesenta...

15. ¿Cuál es la más bella o inverosímil aventura de sus veranos, esa que parece surrealista?

Hay varias, pero citaré una que me parece aún increíble: embarcar en Lanzarote sin problema alguno y pasando todos los controles en un avión que creí con destino Madrid y al despegar y preguntar a mis compañeros de asiento por el tiempo que haría en la capital de España, enterarme de que el vuelo era a Sevilla. Increíble, sí, pero cierto e inexplicable. Algo me ocurrió en algún pasillo de embarque...

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