Publicada en 1976 y reeditada en 2021 por la división sesuda de Autsaider, la autobiografía 'Mear Sangre' de José Luis 'Dum Dum' Pacheco exorciza los demonios de su autor. Se justifica y se contradice, se vanagloria y reclama venganza, ríe y llora, reconoce sus miserias e implora el perdón de su madre (de quienes han sufrido sus golpes, no. Muchos se lo merecían, otros, los menos… ya tal). Con gran tino, Daniel Entrialgo afirma que la narración en primera persona, es espontánea, sin pretensión literaria, casi magnetofónica. Refleja el habla de la calle, como ya hiciera Sánchez Ferlosio en su novela 'El Jarama', o el hiperbólico argot inventado de Alex y sus drugos, en 'La naranja mecánica' de Anthony Burgess y en su versión cinematográfica por Stanley Kubrick.

El libro solo se puede entender en su contexto como así justifican Jimina Sabadú, Mery Cuesta y la extensa entrevista exclusiva de ATA, Molina y Bravo al propio Pacheco. Atención guardianes del puritanismo: no hace falta que censuren el libro ni adviertan de su pernicioso contenido misógino y retrógrado. Los hechos fueron redactados por quien fue escrito hace casi medio siglo. A los lectores se les supone adultos.

Las fotografías de 'Mear sangre', muchas de ellas inéditas, al formar parte del archivo personal del boxeador, embellecen una delicada y valiosísima edición para entender no solo la vida de una persona, sino la de toda una generación.

Violencia salvaje

Que la violencia engendra violencia es una hipótesis contrastada y refrendada que no admite debate alguno. Que la cultura y la educación reduce los comportamientos antisociales en cuanto a que las personas adquieren consciencia de su pertenencia a una colectividad, también. A Pacheco no le vale el que le “quiten lo bailao” ya que, si hubiera sido menos inconsciente, la fiesta la hubiera alargado muchísimo más y hubiera evitado mucho dolor y sufrimiento.

El lector burgués acomodado nacido en el entorno de los años 70 reconocerá la violencia quinqui, los atracos y tirones en las calles, las palizas, abusos y amenazas en futbolines, salones recreativos, discotecas y parques públicos. Ojeando los periódicos actuales se comprueba que tampoco ha cambiado tanto la situación. Sin embargo, ahora es más inquietante debido a las imágenes y vídeos captados por las cámaras de teléfonos móviles cuyos victimarios exhiben a modo de nauseabundo trofeo en redes sociales en una suerte de narcisismo sociópata. 

Ahora, se estrangula con la técnica del mataléon hasta que la víctima pierde el conocimiento. Ahora hay muchos más tipos de pandillas y maras agrupadas por sus países de procedencia o por sus ideologías antisistema. Ahora cualquier excusa es buena para arrasar una ciudad, destruir comercios, acosar a periodistas o golpear a ciudadanos que no comulgan con ideas totalitarias y defienden derechos como la libertad de expresión.

'Mear sangre' es una autobiografía brutal, descarnada, fascinante, hiperviolenta y aterradora. Otra vez la realidad supera a la ficción. Y es que el drama comienza en la más tierna infancia y no dará tregua en toda su vida. Pelea tras pelea, paliza tras paliza, los terribles acontecimientos que asolan a la familia de Pacheco serán un lastre demasiado pesado para sobrellevar. Sin embargo, el boxeo, la violencia oficial, institucional y legal será su tabla de salvación y le permitirá abandonar a los Ojos Negros, su pandilla de macarras. De la misma manera y en aparente paradoja, el irreductible Pacheco idolatra el estilo de vida castrense. ¿Y qué cuerpo militar más emblemático que la Legión? Compañeros y mandos le guiarán en su rehabilitación física y mental. En 1975 consigue el título de campeón de España de los pesos welter, da por reorientada su existencia y, en consecuencia, finaliza la redacción de su libro. Pacheco, cuyos únicos ídolos son Hernán Cortés, Franco y Elvis Presley tiene un aire al Marv de 'Sin City' (Frank Miller, Norma ed.). 

Archivo Heraldo.

"La mayoría de la gente piensa que Marv está loco – dice Dwight-. Simplemente tuvo la mala suerte de nacer en el siglo equivocado. Se sentiría como en casa en algún antiguo campo de batalla golpeando con un hacha la cara de alguien. O en una arena romana, luchando con otros gladiadores como él ".

Pero el destino al que había conseguido doblegar le volvió a jugar una mala pasada. Un accidente de tráfico le derrotó, cayendo de bruces contra la lona de la depresión. La ludopatía sería el 'uppercut' definitivo que truncó su triunfal carrera como actor con la que pretendía dejar el sórdido mundo del cuadrilátero. La reedición de 'Mear Sangre' le ha entusiasmado e insuflado fuerzas para un nuevo combate, esta vez con el testimonio de su vida y de una época. José Luis 'Dum Dum' Pacheco realizó como profesional 109 combates, con 73 triunfos por KO, 14 por puntos, y 22 derrotas.