Lola Herrera: "Por muchas tecnologías que lleguen, el teatro no morirá nunca"

La actriz pone en escena este sábado en el Teatro Reina Sofía de Zuera ‘Cinco horas con Mario’, un montaje cuyo mensaje "sigue teniendo una vigencia total en la actualidad".

La actriz Lola Herrera estará hoy en Zuera.
La actriz Lola Herrera estará hoy en Zuera.
Manuel Dicenta Herrera

Vuelve de nuevo a Aragón, hoy se subirá a las tablas del Teatro Reina Sofía de Zuera para ponerse en la piel de Carmen Sotillo en ‘Cinco horas con Mario’.

Vengo desde 1957 a Aragón y me gusta mucho visitaros porque hay un público muy expresivo, se nota que degustáis lo que se ve en el escenario. Aunque, claro, ahí, como en cualquier escenario de España, hay días en que influye el ambiente, el clima, si son fiestas u otros factores para que el público esté más o menos receptivo.

En una de sus últimas visitas a Zaragoza fue muy comentada su salida del escenario por un móvil que no paraba de sonar entre el público.

Pasó en Zaragoza, donde paré la función, pero pasó antes y sigue pasando después. Lo de los móviles es una falta de respeto total, tanto a los artistas como al resto del público. Mira que se advierte antes de la función, que hay que silenciar los móviles, pero no hay manera. No entiendo que haya gente que lo sigue haciendo a pesar de que está tan familiarizada con la tecnología. Te rompen todo lo que tienes en la cabeza en ese momento, es como un bombazo. Incluso hay gente que contesta y habla como si no pasara nada.

Y más allá de estos incidentes, ¿cree que las nuevas tecnologías pueden dejar de lado manifestaciones culturales como el teatro?

No creo. Estoy convencida de que el teatro no morirá nunca. Por muchas tecnologías que lleguen, por muchos botones, imágenes que no sé cómo no nos vuelven ciegos, seguirá siempre vivo. El que te sientes en una butaca y te cuenten una historia en directo no va a acabar nunca. Mira que hace siglos que hacemos teatro por los escenarios, pero será eterno. Pueden cambiar las corrientes, las modas, las preferencias, las escenografías, pero siempre habrá un rincón, un espacio pequeño para que la gente vuele con la imaginación y con el corazón. Soy una fanática y una convencida de que el teatro siempre nos acompañará.

¿Cuál es el secreto para seguir tantos años en primera línea y al más alto nivel?

Lo fundamental es que te apasione, pues solo así se puede conseguir intentar dar lo mejor de ti cada día, un día tras otro, función tras función. Al final lo haces porque te lo pasas muy bien y porque has elegido esto. Comunicar con la gente también te ayuda a seguir en el camino y cada vez vas aprendo un poco más, no solo aprendes en la vida para vivir, también lo aplicas en el teatro porque el teatro es vida e incorporas a tu trabajo lo que aprendes y compartes todo lo que tienes. Es un alimento que compartes con los demás y el público te da mucho, el intercambio que haces con el público es algo maravilloso.

¿Sigue siendo vigente el texto y el mensaje de ‘Cinco horas con Mario?

Su vigencia sigue siendo total en los tiempos actuales. Delibes está más de moda que nunca y esta obra gusta y conmueve en todos los sitios donde vamos. Es un personaje que habla de una historia de nuestro país que puedes reconocer perfectamente. De una manera más dolorosa si lo has vivido directamente, pero es una delicia de texto y lo disfruta mucho el público.

¿Se siente muy identificada con el personaje?

Claro, cómo no. Soy mujer y he vivido en este país siempre. Se habla de una capital de provincias como en la que yo nací y viví, y de una mujer muy distinta y una ideología muy distinta a la mía pero, bueno, estamos en el mismo país y sé cómo son las Cármenes Sotillos porque he crecido con ellas y he vivido en una sociedad en la que se manipulaba a las mujeres hasta hacerlas Cármenes Sotillos. Dependiendo de la casa en la que nacieses y de la educación, pero había una dictadura, y de una dictadura no puedes esperar maravillas.

Pero en su casa eso no pasaba.

Cierto. Crecí con todo eso aunque tuve la suerte y la desgracia al mismo tiempo de que mi gente perdió la guerra, con muchas desgracias familiares. En mi casa se hablaba claro, bajito para que no te delataran los vecinos, pero escuchábamos Radio Pirenaica todos los días y he crecido en un mundo con muchas cortapisas como mujer pero vivía en una casa en la que se hablaba de las verdades.

¿La pandemia nos va a hacer mejor sociedad y mejores personas?

Pues la verdad es que no lo veo claro. A mi generación ya solo nos faltaba vivir una pandemia como esta y mi generación ha sido barrida, con premeditación en muchos casos. Yo creo que no vamos a ser mejores. No hay más que ver cómo está la gente de desaforada por salir a la calle, por irse de vacaciones. Yo he estado sin vacaciones casi toda mi vida. No reparan en las consecuencias. Tiene que haber responsabilidad individual. A pesar de todo, estoy contenta de estar viva, de estar haciendo teatro, de estar con mis facultades estupendas a pocos días de cumplir 86 años.

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