La Escuela de Violería de Zaragoza cumple seis años, se consolida y cambia de sede

Se ha trasladado a los locales de la antigua sociedad cultural Amigos del Arte, desaparecida en 2019

NUEVA SEDE DE LA ESCUELA DE VIOLERIA EN LA ANTIGUA SEDE DE AMIGOS DEL ARTE EN ZARAGOZA / 18-06-2021 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
Belén Gonzalvo, alumna de la escuela, en pleno proceso de construcción de una vihuela acanalada.
Francisco Jiménez

Considerada en 2019 por el Ministerio de Cultura español como uno de los cinco proyectos más interesantes de todo el país, la Escuela de Violería de Zaragoza acaba de cumplir seis años de trayectoria con el mismo espíritu con el que fue fundada. Pese a las dificultades económicas y las derivadas de la pandemia, el proyecto está ya consolidado y acaba de iniciar una nueva etapa al trasladarse desde el Actur al barrio de la Magdalena, a los locales que desde 1949 a 2019 utilizó la sociedad cultural Amigos del Arte. Así, la escuela, que recupera y construye instrumentos tardogóticos y renacentistas, se ubica muy cerca de las calles donde estaban los violeros zaragozanos de los siglox XV y XVI. En aquella época la capital aragonesa era el principal foco de lutieres del continente, con al menos 38 profesionales para una población de 18.000 habitantes.

"Este curso hemos tenido 15 alumnos y todos construyendo instrumentos de cuerda como la vihuela acanalada, el arpa barroca, la guitarra española o la viola de gamba. Ya se va conociendo nuestra tarea y nos piden el ingreso desde distintos puntos. Recibimos alumnos de Italia, Honduras o Bélgica", señala Javier Martínez, director del centro.

La Escuela de Violería de Zaragoza inició su andadura en 2015 y es la única escuela española que programa cursos de larga duración para la construcción de guitarra española, vihuela, laúd, viola de gamba y arpa. Los alumnos se forman en las técnicas de construcción tradicionales, y algunos ya han conseguido hacerse un hueco en el mercado laboral.

"El problema es que no podemos ofrecer una titulación oficial, lo cual facilitaría mucho la obtención de becas a los alumnos que vienen de fuera", añade Martínez.

Mientras llega ese momento (es el Ministerio de Educación el que tendrá que dar carácter oficial a la titulación), la Escuela de Violería acaba de dar un nuevo paso en su consolidación. El local donde imparte ahora las clases, además de ubicarse en un barrio histórico donde en su día hubo violeros, tiene mucho ‘sabor’. Allí, en 1949 inició su actividad Amigos del Arte, y en cierta medida el espacio se ha quedado ‘congelado’ en el tiempo. La escuela ha reaprovechado las instalaciones sin alterarlas ni apenas cambiar su decoración, y las gubias y sargentos conviven con fotografías dedicadas de artistas como Fernando Esteso o Corita Viamonte. Se han respetado desde los bustos de compositores clásicos a la bola de espejos del techo, pasando por el pequeño escenario, donde este viernes ofrecieron un concierto Víctor y Carlos Bonal.

La escuela cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y Diputación de Zaragoza, y participa, junto a la Fundación Rey Ardid, en el proyecto europeo Delyramus (Erasmusplus) junto a socios italianos y portugueses. Desde la Fundación se ocupan de confeccionar cuerdas de tripa de cordero para instrumentos antiguos.

"Este es un proyecto que se sostiene en tres pies –concluye Javier Martínez–. Uno es la formación, evidentemente, pero también apostamos por la inclusión social. Y, por último, no nos olvidamos de la investigación".

La escuela ha promovido 17 trabajos de investigación que se han publicado en revistas especializadas. Ha creado la ‘Revista de violería’ y ha editado el libro ‘Arte de violería en la Zaragoza del Renacimiento’, que se presentará próximamente.

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