Julio Bellido: "Tengo chispa, dentro y fuera del escenario"

Su voz de cantador de jota  le abrió las puertas del Plata, de cuyo escenario saltó a los de Madrid para triunfar en 'The Hole', que ya prepara su décimo aniversario.

El cantador y actor Julio Bellido, en Zaragoza.
El cantador y actor Julio Bellido, en Zaragoza.
Oliver Duch

Maestro de formación, a Julio Bellido su voz le llevó por otros derroteros. Los del mundo del espectáculo, en concreto del musical, al que llegó de forma original: desde la jota. Quién le iba a decir con 5 años a este zaragozano, cuando entró en Baluarte Aragonés, que iba a cantar la 'Pulida Magallonera' de la mano de Bigas Luna frente a un Plata repleto en sus días de renovado esplendor. Convertido en epicentro del cabaret patrio, el café-cantante, único en Europa, ha sido desde entonces cita  del mundo del espectáculo a nivel nacional. Fue el caso de Paco León, que quedó prendado de las capacidades del cantador y se lo llevó a Madrid, a un entonces en ciernes 'The Hole'. Con el tiempo se convirtió en uno de los grandes éxitos del teatro musical en España. Un fenómeno que, pese a la pandemia, sigue vivo y se dispone a celebrar su décimo aniversario, 'The Hole X', que contará con la voz y el arte de Julio Bellido. 

No es su único proyecto, en lontananza el aragonés tiene giras y montajes muy personales que pondrá en pie después de un parón obligado por la pandemia en el que, por primera vez, ha tenido que trabajar fuera de los escenarios. Quiere contarlo porque "eso me ha enseñado también, me ha enseñado la realidad. Y me ha reafirmado en lo que quiero". Bellido echa la vista atrás: "He trabajado con los mejores, la Terremoto de Alcorcón, Paco León o Álex O'Dogherty en el Teatro Calderón de Madrid; en Aragón, con José Miguel Pamplona, que es gran jotero, he sido alumno de Begoña García, tengo a mi lado a Beatriz Bernad, Nacho del Río, Juanjo Almarza...". Pero empecemos por el principio.

La música siempre ha estado muy presente en su vida.

En mi familia paterna todos son y eran músicos. Mi padre también: saxofonista en varias bandas de aquí. Tengo conciencia de él siempre poniendo discos de vinilo.

Pero lo suyo era la jota.

Le doy a la jota y le sigo dando. Recientemente estuve en el Teatro de las Esquinas con un homenaje a José Oto. Me he formado mucho también. Y me sigo formando.

Empezó jovencísimo.

Me metí a la jota en Baluarte Aragonés, donde estuve desde los 5 añitos hasta los 23. Y era también alumno de la Escuela Municipal, con Begoña García. Un día llamaron allí porque buscaban un jotero joven y que fuera diferente. Yo entonces llevaba aros, rastas... Y Begoña les dijo: "Tengo el jotero ideal". Fui al Plata con ella. Recuerdo que me impactó un montón, estaba lleno. Era septiembre de 2008. Yo alucinaba. Pensaba que iba a hacer una prueba en privado y de repente Carla Torbellino me nombró. ¡Yo me moría de vergüenza! Entre tetas y culos, ahí, delante de la escalera, canté la 'Pulida magallonera'. Bigas me dijo (Bellido pone acento catalán): "Te contrato, vas a estar todos los Pilares". Me quedé hasta que me fui a Madrid en agosto de 2011.

Mucho tiempo en el Plata.

Mucho y muy bueno.

Pero se va a Madrid porque le fichan en 'The Hole'

Es que por el Plata pasaba todo el mundo. Todo el mundo. Como Paco León, que fue el que me fichó.

¿Qué números hacía en 'The Hole'?

Durante seis años he hecho uno en el que cantaba un fado portugués del que ya interpretaba en 'El Plata' un trocito, pero en 'The Hole' lo cantaba entero mientras bailaba uno de los compañeros acróbatas. Y después cantaba cuplés: o 'La vaselina' o 'El régimen severo'. Y me encantaba. A pesar de eso me fui porque necesitaba descansar, pero no me dejaron mucho tiempo porque me querían para 'The Hole Cero', donde estuve otros tres años.

Es un caso raro de estabilidad en el mundo del espectáculo.

He tenido mucha. No he parado desde que entré en El Plata hasta octubre de 2019, cuando terminó 'The Hole Cero'. Luego me contrataron en 'Billy Elliot' y tenía cosas en Ibiza. Pero llegó la pandemia.

Llegó la pandemia. La situación devolvió a Bellido de sopetón a Zaragoza, donde ha experimentado vivencias encontradas que le han resituado personal y profesionalmente. Ha recuperado la vida cotidiana en su ciudad natal, rodeado de familia y amigos, con los que nunca perdió en contacto. A pesar de que el verano pasado estuvo actuando en 'The Hole', con las nuevas olas de contagios de octubre todo se fue al traste. Como otros muchos compañeros del mundo del espectáculo, el virus le ha obligado a ponerse a trabajar en cosas que no son de lo suyo: "Hago algunas horas en el Leroy Merlin. Eso me gustaría que lo dijeses". He estado sobre las tablas y ahora las vendo, porque estoy vendiendo suelos", se ríe. "Eso me ha enseñado también, me ha enseñado la realidad. Desde Baluarte Aragonés, donde tuve mi primer contrato, hasta ahora, nunca había hecho nada que no fuera actuar. Nunca. Me lo paso muy bien con mis compañeros del Leroy (se ríe), pero la experiencia me ha reafirmado en lo que quiero".

¿Cómo le ha sentado personalmente ese parón?

A mí me ha servido. He vuelto a casa y lo he agradecido mucho, me he vuelto a reecontrar con los amigos, que han sido siempre mi nexo de unión con Zaragoza. Siempre he necesitado volver y respirar 'mi' aire. Parece un tópico, pero me he reecontrado conmigo mismo. Y tengo clarísimo a lo que quiero seguir dedicándome. Me gustan tantas cosas en la vida... No paro de hacer cosas. Me gusta cantar, me gusta actuar, me gusta la indumentaria... Pero quiero seguir actuando y tengo claro que voy a luchar por ello. Dicen que el 70% del mundo del espectáculo está en paro y cuando esto se reactive va a ser una lucha, vamos a ir todos a degüello.

Pero usted trabaja en un género que antes de la pandemia gozaba de excelente salud: el del musical.

El musical tiene en España un gran prestigio. Ya hay varios 'castings' de musicales nuevos. Pero somos muchos actores.

¿No son los mismos de antes?

No. Porque hay mucha gente que, por decirlo así, ha vuelto al redil del musical. Y hay mucha gente joven muy preparada. Ahora hay grandes escuelas de musicales, se forman específicamente. Para mí es un orgullo, porque es mérito de mucha gente que ha luchado por este género en España. Pero yo no me vengo abajo por la competencia. Hay mucha gente que lo hace muchísimo mejor que yo... pero como yo, no.

Julio Bellido.
Julio Bellido.
Oliver Duch

¿Cuál cree que es su arma en el escenario?

Yo creo que mi constancia y mi forma de trabajar. Soy duro y testarudo. Y mi personalidad hace mucho. Soy un poco diferente. Ni mejor ni peor. Sonará mal que lo diga, pero tengo una chispa. La tengo dentro y fuera del escenario. Nunca he dejado de hacer lo que me ha gustado por mucho que digan. Tengo una abuela de 99 y se aferra a la vida. ¿No me voy a aferrar yo con 36? Lo tengo clarísimo. 

¿Y cuáles son esos planes?

Tengo varios castings en Madrid, tengo cosas que miran hacia navidades (no puedo decir mucho), una gira a partir de enero, y, en septiembre, el décimo aniversario de 'The Hole'.

Y luego está el tema de la indumentaria.

Con mis compañeros de batalla, que son Pepe Chain y Chusa Ruiz, de Somerondón, que me han enseñado y me enseñan una barbaridad, tenemos un proyecto en Zaragoza, algo grande. También estamos haciendo conferencias sobre el tema.

Y recientemente ha estrenado un espectáculo en el Teatro de las Esquinas, 'Del amor al odio'.

Sí, y de hecho nos vamos a ir fuera de Aragón con él, cosa que me hace mucha ilusión porque en él cuento cosas que son parte de mi vida.

No es el único montaje que sale de su cabeza.

No. Tengo entre manos algo muy especial. Una obra sobre un personaje muy peculiar, muy, muy desconocido, que se estrenará en diciembre. Estamos en el momento creativo, empapándonos de esta persona fascinante al que se lo ha comido la tierra, al que la historia ha borrado. Pero sus canciones están y sus libros están... No puedo revelar más.

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