La DPH rescata el legado fotográfico del zaragozano Ángel Cortés, testigo de la vida política, militar y social de la Falange
La exposición reúne unas 300 imágenes de los más de 3.600 negativos conservados del trabajo que hizo durante la Guerra Civil y la posguerra.
Una columna de falangistas saliendo de la cárcel de Torrero, un acto en la Puerta del Carmen con motivo de la llegada a Zaragoza de las Juventudes Hitlerianas, el saludo de Francisco Franco a los 200.000 camaradas de la Falange y de las Jons que le aclamaban en Zaragoza, los comedores de las Cons y el Auxilio Social repartiendo víveres, o la celebración triunfal por el centro de Huesca con motivo de la jura de bandera de alféreces provisionales de la Academia de Pamplona. Estas son solo algunas de las escenas que retrata la exposición 'Ángel Cortés. Skogler. El visor falangista de la Guerra Civil y la posguerra (1936-1948)' que estará abierta en la Diputación Provincial de Huesca hasta el próximo 1 de agosto.
La muestra es el resultado final de la investigación impulsada por la DPH y la Universidad Carlos III dirigida por los expertos Diego Navarro, Jesús Robledano y Beatriz de las Heras a raíz del hallazgo casual en el año 2016 de 113 negativos en un anticuario de la capital aragonesa que llevaban la firma de Foto Skogler, nombre profesional del fotógrafo zaragozano Ángel Cortés Gracia, que tenía su estudio en el nº 31 del Coso. Al comprobar su "alto valor" tanto desde el punto de vista técnico como de su contenido sobre la Guerra Civil, empezaron a indagar y descubrieron que la Diputación de Huesca había adquirido en 2010 un fondo de este mismo autor compuesto por 3.500 negativos y que se conservaba en la Fototeca Provincial.
Como miembro de la Falange Española, Cortés fue un testigo privilegiado de la vida política, militar y social de la organización en Zaragoza. Su vinculación fue tan estrecha que incluso participó en el traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera desde Alicante llegando a portar el féretro.
Jesús Robledano considera que el trabajo de este "gran fotoperiodista" supone una fuente "imprescindible" de información para conocer la historia de la Guerra Civil en Aragón. Muchas de las imágenes fueron publicadas en el Diario Amanecer. Durante los años de la contienda y en las décadas posteriores, retrató con su objetivo frentes de combate y bombardeos, desfiles, acciones formativas en campos de tiro y mucha actividad urbana de la Falange "porque quería demostrar que tenía un papel activo en la Guerra Civil y que, además, era una organización política líder en Zaragoza que trataba de controlar todos los aspectos sociales como eventos para celebrar victorias, rogativas, procesiones, repoblaciones, construcciones, colaboración en hospitales, comedores públicos...".
También Beatriz de las Heras ha incidido en el valor histórico de estas imágenes para saber cómo se vivió la Guerra Civil en el frente y en la retaguardia "porque recuperar la memoria del pasado debe ser una obligación de cada generación", opina. En su caso, de todo el legado se queda con una foto en la que aparece un grupo de soldados posando y uno de ellos besando cariñosamente a una niña vestida de blanco que se les ha acercado "porque no sabemos quién es el soldado ni la niña, ni si fue el último beso de un padre a su hija antes de caer en primera línea; pero si fuera así, sería la instantánea que inmortalizó el recuerdo más especial de esa niña y el último de un hombre antes de morir".
Por su parte, Diego Navarro ha gradecido la oportunidad que han tenido en estos años de analizar, describrir, contextualizar y estudiar de manera pormenorizada las más de 3.500 fotografías de este fondo "y esperemos que propicien nuevos trabajos e investigadores que nos ayuden a comprender mejor esta época".
La diputada de Cultura, Maribel de Pablo, ha insistido en dejar a un lado las connotaciones políticas "de una época oscura" para centrarse en el trabajo de Ángel Cortés, "uno de los fotógrafos más importantes de Aragón por su gran conocimiento de la técnica y del lenguaje fotográfico", ha destacado. Además, ha aprovechado para poner en valor el papel de la Fototeca "porque cuida el patrimonio de nuestros antepasados, sirve de nexo de unión entre las generaciones y recuerda a quien ha trabajado en esta y por esta tierra".
La DPH ha preparado un programa didáctico gratuito con actividades para los centros educativo; visitas para público con necesidades especiales y para grupos organizados; actividades para familias con niños de 4 a 12 años los días 26 de junio y 10 de julio, a las 12.30; y visitas guiadas para el público sin reserva previa (con un máximo de 15 personas) los días 13 y 27 de junio, 11 de julio y 1 de agosto, a las 12.30.
