Pablo Neruda, en la noche de su célebre vigésimo poema de amor –aquel que precediera a ‘La canción desesperada’- sentía poder escribir los versos más tristes. En ‘Pellem (In deversorium sensuum)’, el nuevo poemario de Fran Picón (Lastura Ediciones), el autor aspira al “poema más hermoso del mundo”. En sus páginas se derrama, consecuentemente con lo que nos anuncia el título de la obra, un amor carnal y a flor de piel, al cual el poeta y amante quiere ofrecer la fragante rosa de su palabra.

José Antonio Conde, en el epílogo de la obra -prologada por Belén Mateos- nos advierte de que es éste un viaje por los sentidos y “los acontecimientos de la piel”, para añadir que “en sus páginas hay una carga real que no da lugar a equívocos”. El libro se estructura en tres partes que se centran en el enamoramiento, la plenitud y el alejamiento de los amantes, con un coda, ‘Memoria pellis’, que se cierra con el verso “no hay más memoria que la ceniza”. En efecto, al fin solo queda eso, un tímido abono de sementera a la espera de la primavera por venir. Pero rebobinemos al inicio de sus páginas.

En su comienzo, en ‘Ante tempus’, el autor interpela a una mujer de quien precisa saber “a qué sabe el silencio / que se pronuncia en tu vientre”, solicitando que observe “a través de su piel”. Son dos cuerpos que se acercan, que bailan y se rondan hasta que llega su tiempo. En la segunda sección, ‘Tempus’, los ojos se cierran, las palabras callan y la piel es el idioma común en el que, despojados de todo lo demás, el mundo se reduce a sentir la propia masculinidad y a la amante como mujer sin otros contextos y en la plenitud anterior a quedar abandonados en “la orfandad del tiempo. En ese instante sublime”.

Por último, en ‘Post tempus’, el poeta se encuentra ante la necesidad de “amar a una mujer / y a su olvido”. La frustración y el desamparo hacen presencia entre los recuerdos de las mieles del ayer, hasta llegar a convivir con las sombras del amor: “Te miro, / como cada mañana, / en ausencia de tu cuerpo.” Picón -quien ha firmado ya una buena nómina de títulos- continúa explorando la poesía amatoria, difícil tarea, al brotar el placer carnal desde una ausencia de lenguaje (pues quien habla son las yemas de los dedos, la piel, la lengua…), así como por ser un territorio muy transitado por tantas voces antes de las nuestras y que van del citado Neruda a Lorca, de Safo a Panero, de Octavio Paz o Pizarnik.

Y es que, recuperando una de las citas iniciales, también de Conde, en los trasiegos amatorios “la única certeza/ que dispone mi voz es tu silencio”. Volviendo a esa ceniza con la que se cierra ‘Pellem’, me han venido a la memoria otros versos de ‘El pájaro y la piedra’, de Mariano Castro: “El canto del crepúsculo/ incendia el aire, / y al oído la noche / despierta claridad. / La música de fuego, / los ojos de ceniza.” Surge una dimensión distinta al contemplar estas páginas desde la mirada de lo residual, pues abandonados a la sensualidad, todo es piel o ceniza.

LA FICHA

'Pellem (In deversorium sensuum)'. Fran Picón. Lastura Ediciones. 2021.

DOS POEMAS

**

Soy todos los animales y ninguno,

la flora y el poniente,

una canción y sus silencios,

llovizna en tus labios,

calor en tu seno.

Soy el misterio y la insolencia,

un camino y su regreso,

chacal en tu pubis,

un antílope en origen,

el fin que te nombra.

Soy todos y ninguno,

la calma y la tormenta,

la mansedumbre...

Soy tantas cosas y nada,

solo un hombre

que te quiere.

***

Podría decirte «te amo»

y vulnerar la certeza

de una mentira.

Hay en esas palabras

una cortina de miedo,

un aroma a promesa

y la textura del deseo.

Podría callar

mientras beso tus labios

y extiendo la mano

hacia la huida de ti.

Tal vez,

profane el templo

de tu cintura

con el silencio del adiós.

Podría decirte «te amo»,

pero elijo la cobardía.

PD. Fran Picón es el secretario de la nueva Asociación Poética Bonhomía. Explica sus propósitos: “Esta Asociación tiene un carácter cultural y no tiene ánimo de lucro. Nace con la intención de organizar, producir, promover y proyectar actividades de convivencia, entretenimiento, formación, intercambio e integración cultural vinculadas a la literatura en general y la poesía en particular, así como a las dinámicas socioculturales de la sociedad zaragozana, española y global; a partir de intereses, perspectivas y entendimientos que contribuyan en la construcción de una sociedad más justa en la que los derechos culturales, en específico, y humanos, en general, orienten su accionar. El principal objetivo, además de los anteriormente mencionados, es la organización del Festival Internacional de Poesía en Aragón (FIPAR)”.