HISTORIA DE ARAGÓN. OCIO Y CULTURA

Ana Alcolea y Coco Escribano prolongan el mito de la heroína de los Sitios Manuela Sancho

La escritora y la artista publican un cuento ilustrado que inicia la colección Zaurines de la Comarca Campo de Belchite

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La niña Manuela Sancho y la torre de la Magdalena, recién llegada ella a Zaragoza.
Coco Escribano

ZARAGOZA. El vocablo aragonés ‘zaurín’ alude, en el campo de Belchite, a las personas inquietas, movidas, auténticos culos de mal asiento. Como Goya o Benjamín Jarnés, como José Antonio Labordeta. Ellos lo fueron. Zaurines es el título de una colección de libros que acaba de inaugurar la Comarca Campo de Belchite con una de sus criaturas ilustres: la heroína de los Sitios Manuela Sancho, nacida en Plenas en 1783 y fallecida en Zaragoza, en 1863, tras haber sido retratada por una cámara fotográfica.

Su vida y su leyenda han sido contadas por otras dos mujeres: Ana Alcolea, premio de las Letras Aragonesas y premio Cervantes Chico, y Coco Escribano, una ilustradora conquense que reside en Zaragoza desde hace años.

Ambas han unido su talento y su visión para abordar la vida de esta mujer que se haría famosa en la Guerra de la Independencia, que poseía un coraje formidable. Una de sus ocupaciones, por decirlo así, fue que en los Sitios encendía la mecha de los cañones, de tal forma que Coco Escribano, en un guiño también hacia Agustina de Aragón, la retrata accionando la máquina de guerra. Coco Escribano es una artista con fuerza: su trazo es vigoroso y próximo al naïf, posee un gran sentido del color y domina a la perfección la creación de atmósferas, la ilustración evocadora y aún mágica. Sucede cuando pinta a la niña Manuela en medio de la tormenta o cuando contempla de noche la ciudad de Zaragoza, por elegir algunas páginas de este cuento para jóvenes de todas las edades.

Un libro ilustrado sobre Manuela Sancho.
La niña Manuela juega en Plenas con otros niños. 
Coco Escribano.

Ana Alcolea explica desde Noruega: "Quise acercarme a su infancia e intentar meterme en los sueños de una niña que escuchaba historias de hazañas, y que se convertiría después en protagonista de una de ellas. Me gustó imaginar sus sueños infantiles y sus sensaciones al entrar en la gran ciudad, Zaragoza y ver su perfil jalonado de torres".

“Parece que Agustina y Manuela encendieron mechas de cañón en algún momento. Se recuerda más a Agustina que a Manuela y no he conseguido saber por qué. Agustina defendió el Portillo y Manuela luchó en las calles cercanas al Huerva. De Agustina se saben más cosas que de Manuela", dice Ana Alcolea.

A Manuela le gustan las voces del agua y del viento, se encomienda a la Virgen del Carrascal cuando tiene problemas y le apasiona contemplar los castillos. A los 12 años se irá a Zaragoza; llegará la guerra y ofrecerá provisiones a los soldados. "Rompió con lo que en su época se esperaba de ella como mujer", agrega Ana Alcolea. Manuela Sancho se casó tres veces (con un labrador, con un soldado y con un guarnicionero)  y nunca, nunca, se olvidó de su niñez en Plenas. 

Un libro ilustrado sobre Manuela Sancho.
Manuela, como si fuera Agustina, enciende la mecha del cañón.
Coco Escribano.

Ana Alcolea reflexiona sobre las vidas paralelas de Manuela y Agustina Zaragoza. “Parece que Agustina y Manuela encendieron mechas de cañón en algún momento. Se recuerda más a Agustina que a Manuela y no he conseguido saber por qué. Agustina defendió el Portillo y Manuela luchó en las calles cercanas al Huerva. De Agustina se saben más cosas que de Manuela. Agustina viajó después y contó sus actos en los Sitios. Murió en Ceuta. Manuela murió en Zaragoza donde parece que siguió viviendo”, añade, y quiere recordar un detalle más: “El proyecto y la propuesta nació directamente de Guiomar Alquézar, responsable de Turismo y de Cultura de la Comarca Campo de Belchite”.

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