Judith Jáuregui rinde homenaje al alma romántica en la sala Mozart del Auditorio

ZARAGOZA. "La música clásica va directa al corazón. Hay que atreverse a descubrirla y desmitificarla", decía no hace mucho Judith Jáuregui (San Sebastián, 1985), la pianista que esta tarde, a las 19.30, ofrecerá un recital, ‘El alma romántica’ en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, dentro del ciclo Grandes Solistas ‘Pilar Bayona’.

En su familia se vivía con especial pasión la música, y ella empezó a las cinco años a tocar el piano, y debutó a los ocho años, bajo la dirección de su profesor Laurencín Gómez, al que recuerda con mucho cariño. Lo hizo con otros niños, en un ambiente natural y positivo, donde no había rivalidad y tensión. A partir de ahí empezaría a volar. Luego vendrían Claudio Martínez Mehner y Cristina Navajas.

Entre los 18 y los 21 años estudió, a veces hasta tres horas al día, con Vadim Suchanov durante tres años «impagables». «La superación de uno mismo es esencial para crecer», suele decir, y su carrera desde entonces no ha parado de ensancharse en ambición, dominio del instrumento, colaboraciones, amplitud del repertorio (abarca tres siglos) y algunas pasiones específicas: Scriabin, Debussy, Beethoven, Chopin, Schumann o Brahms, entre otros, pero también ha sido muy sensible a la música de algunas compositoras, entre ellas Amy Beach.

Alterna la condición de solista con la colaboración con distintas orquestas como la Britten Sinfonia, Neubrandenburger Philharmonie, PFK Prague Philharmonia, Das Neue Orchester Köln, Aarhus Symphony Orchestra, Slovak Sinfonietta y la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela. Ha tocado con las principales orquestas españolas como la Orquesta Nacional de España, la Orquesta Sinfónica de Euskadi, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y la Orquesta Sinfónica de Bilbao, entre otras. Entre sus vínculos con Aragón destaca un detalle: toca con especial emoción la pieza ‘Aragón’ de la ‘Suite española’ de Isaac Albéniz.

De su estilo se destaca el "refinamiento expresivo, la pulsación luminosa y la gran personalidad". La revista alemana ‘Piano News’ escribió que "no es solo la impecabilidad de su interpretación la que cuenta, sino la impresión de escuchar a una pianista que verdaderamente tiene algo que decir". Judith Jáuregui ha explicado que le apasionan los directos, probó a grabar ‘Pour le tombeau’ de Debussy, y explica así su actitud. "Yo intento que cada interpretación sea honesta con el compositor, conmigo misma y con los valores que son importantes para mí, tanto en la vida y como en la música, como expresar, compartir, emocionarme y poder tener esa comunión con el público", dijo en una entrevista.

Hoy tocará piezas de Robert Schumann (1810-1856), de Johannes Brahms (1833-1897) y Federico Chopin (1810-1849).