El Auditorio recibe, en el ciclo de Grandes Pianistas, la pasión y el talento de Arcadi Volodos

ZARAGOZA. Vuelve Arcadi Volodos a la caja dorada de sonido de la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, un lugar que conoce muy bien porque aquí, como suele hacer este virtuoso apasionado, ha dado grandes conciertos: puro vértigo, dominio absoluto de las manos, del teclado y de la música. Cada uno de sus conciertos es un ejercicio de impetuosidad y refinamiento.

Esta tarde, a las 19.30, regresa al ciclo de Grandes Pianistas con Schubert y Brahms este pianista que trabaja mucho sus programas, que busca coherencia, plasticidad, belleza, armonía sonora. "Selecciono mucho mis programas, los estudio mucho porque busco sobre todo la compatibilidad en los estilos de los compositores. La construcción de un programa depende de la compatibilidad de estilos. (...) Ahora estoy muy centrado en la música alemana, mi último disco ha sido de música de Brahms, el próximo año me centraré en Schubert y seguramente luego vuelva a los maestros rusos", decía en 2018 en estas mismas páginas.

Agregaba algo también de su compromiso con la elección para cada concierto: "Lo que sí sé es que el programa que interpreto a lo largo del año vive en mí todos y cada uno de los días. Es parte de mi alma...".

De Arcadi Volodos (San Petersburgo, 1972) dijo el productor Thomas Frost que "lo tiene todo: imaginación, color, pasión y una técnica fenomenal que le permite ejecutar con éxito sus ideas musicales". Su virtuosismo mezclado con un sentido único del ritmo, el color y la poesía, hacen de él el "narrador de historias intensas y mundos infinitos". Parece que no hubiera hecho otra cosa que ensayar, estudiar, tocar y tocar con pura pasión. Su repertorio incluye obras importantes de Schubert, Schumann, Brahms, Beethoven, Liszt, Rachmaninov, Scriabin, Prokofiev y Ravel, junto con obras menos interpretadas de Mompou, Lecuona y de Falla.

Sin ánimo alguno de comparación, Volodos pertenece al grupo de los grandes: Maurizio Pollini, Krystian Zimerman, Ivo Pogorelich, Maria Joao Pires, Marthe Argerich, Yuha Wan o Lang Lang, por citar algunos monstruos de diversas generaciones. Por ello es invitado habitual de las salas de conciertos más prestigiosas de Europa. Y pese a la pandemia tiene una intensa gira por los auditorios mejores del mundo.

Desde su recital de debut, ganador del premio Gramophone en el Carnegie Hall de Nueva York, lanzado por Sony Classical en 1999, Arcadi Volodos ha grabado una serie de álbumes aclamados por la crítica. ‘Volodos Plays Liszt’, de 2007, atrajo numerosos premios, mientras que su recital ‘Musikverein’ de 2010 fue lanzado en cedé y deuvedé con gran éxito de crítica internacional.

Su álbum de 2013 ‘Volodos Plays Mompou’, de obras del español Frederic Mompou, obtuvo un premio Gramophone y el Echo-Preis. También ha dedicado discos a Tchaikovski, Liszt o Brahms, al que grabó en 2017. Y en 2019, grabó a Franz Schubert (‘Sonata en Sol, Op. 78’), al que tocará hoy con Johannes Brahms (‘Seis piezas para piano, Op. 118’).