La última lección de la profesora Carmen Sánchez engrandece al Museo del Prado

La pinacoteca adquiere quince obras gracias a la herencia de su benefactora, que le dejó casi 800.000 euros para comprar pinturas.

Uno de los cuadros adquiridos por el Prado
Uno de los cuadros adquiridos por el Prado
Vocento

El amor al arte impulsó a la profesora Carmen Sánchez a legar todo su patrimonio al Museo del Prado. Su única condición fue que con él se adquirieran pinturas. Y eso es lo que hizo el museo con los casi 800.000 euros recibidos de esta benefactora, fallecida en 2016, a los 86 años. Gracias a ella la colección del Prado se enriquece con quince obras de diversas épocas y autores. Entre ellas, una obra de Alonso de Berruguete, que no estaba representado en el Prado, un raro autorretrato de Pedro de Campaña y dos cuadros realizados por mujeres. Uno de ellos 'La boloñesa', de María Blanchard, llegó al Prado con polémica. El otro es de Mariana de la Cueva, rarísima pintora granadina del XVII.

"Buscamos cubrir algunas lagunas y rendir homenaje a Carmen Sánchez como defensora de la igualdad y la libertad de la mujer", asegura Pedro Martínez, comisario de 'El legado de Carmen Sánchez. La última lección', muestra que estará en cartel hasta el 29 de agosto y cuyas obras se integrarán después en la colección permanente del museo, que tendrá así cinco nuevos artistas.

Martínez destaca las dos obras de factura femenina. La primera es 'San Francisco arrodillado en meditación', una copia del Greco de Mariana de la Cueva Benavides y Barradas (1623-1688). Realizada en 1664 y firmada, es la única obra conocida de esta pintora nacida en Guadix y costó menos de 1.900 euros. La segunda es 'Joven con cofia', de María Blanchard (1881-1932), pintado entre 1922 y 1923, conocida como 'La boloñesa', y adquirida a un coleccionista por 70.000 euros. Es la primera obra de la pintora cántabra que llega al Prado, lo que generó una polémica que según Miguel Falomir, director del museo, "no existe".

"Blanchard es la pintora española más importante del siglo XX anterior a Picasso y su obra, en especial su vuelta a la figuración tras su etapa cubista, debe estar aquí", coinciden Falomir y Martínez. Quitan hierro a una polémica "artificial", que apela al Real Decreto de 1995 que delimitó las colecciones del Prado y el Reina Sofía y según el cual el primero no debería acoger artistas anteriores a 1881, año de nacimiento de Picasso y de Blanchard. "No hay bronca con el Reina Sofía. La relación es fantástica y la compra del Blanchard se atiene a ley", reiteró Falomir.

"En el Prado hay muchas otras obras de los años 20, 30, 40 y 50 de pintores que fueron muy longevos", plantea. "La presencia del Blanchard está justificada y encajará con las obras de su entorno cuando se integre en la colección. Sería muy triste que de este fantástico legado solo se hablara del Blanchard", dijo.

Los más valiosos

Falomir destaca dos obras entre las adquiridas con el legado de la profesora. La primera es 'Alegoría de la Templanza", de la etapa italiana de Alonso de Berruguete (1480-1561), hijo de Pedro, y uno de los grandes del Renacimiento español sin obra en el Prado, que pagó por esta pieza algo más de 151.000 euros. La segunda es el pequeño 'Autorretrato' de Pedro de Campaña (1503-1580), un tabla pintada en Roma hacia 1550 y que es toda una rareza. Se compró en una subasta por algo más de 170.000 euros y es, según Falomir "una obra sin parangón en la pintura española del Renacimiento".

Hay una obra de Gabriel Antonio Corvoysier, de quien tampoco se conocían otras telas; del taller de François Clouet; de Adriaen Thomasz, conocido como Key; de Antonio Gisbert, Eduardo Rosales, José Aparicio, Luis Eusebio o Mariano Fortuny. Adquiridas a coleccionistas o en subastas -trece en España y dos fuera-, todas han pasado por los talleres del museo.

Una de las mecenas más destacadas de la pinacoteca

Nacida en una familia acomodada, Carmen Sánchez García (1929-2016) es una de las mecenas más destacadas en la historia reciente del Prado. Hija del ginecólogo Ruperto Sánchez Arcas y sobrina del arquitecto racionalista Manuel Sánchez Arcas, fue profesora de Historia y desarrolló toda su carrera en el madrileño colegio Nervión, que contribuyó a fundar en 1973, dirigió y en el que trabajó hasta jubilarse con 70 años, en 1999.

En 2003 se unió a la fundación de Amigos del Prado y asistió a 25 de sus cursos. Murió en Madrid el 14 de julio de 2016. Su legado ascendió a 779.177,10 euros, a los que el Prado sumó 20.530,92 de fondos propios para las adquisiciones.

"Carmen habría flipado. Nunca imaginó que con su pequeño legado se comprarían tantas obras y tan importantes", se felicitaba Isabel Heredia, alumna de la ejemplar benefactora. La recuerda como una mujer "abierta y progresista" y admiradora de El Greco, Picasso y Dalí. "Estaría orgullosa se ser pionera y de que hubiera, al fin, una mujer moderna en el Prado como Blanchard".

Manuel Uriarte, sobrino nieto de Sánchez, puso alguna sombra a un acto luminoso al denunciar que tras la muerte de su tía "desaparecieron obras de arte muy importantes". Aseguró que sendas obras de Alberto Sánchez y Emiliano Barral están en paradero desconocido. "Es una pena para España, para el Prado y a mí me ha dolido muchísimo", lamentó Uriarte.

Tras tener conocimiento de esta supuesta desaparición, el Museo del Prado habría preguntado al albacea y al notario sobre las obras pero, al no haber inventario sobre su legado, se desconoce el origen de su desaparición.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión