El ministro Pedro Duque presenta hoy en Madrid la colección ‘Técnica e ingeniería en España’

La serie, que lleva publicados 10 tomos y suma más de 7.000 páginas, está dirigida por Manuel Silva, catedrático de la Universidad de Zaragoza

Manuel Silva, director de la colección 'Técnica e ingeniería en España', con los volúmenes publicados.
Manuel Silva, director de la colección 'Técnica e ingeniería en España', con los volúmenes publicados.
Francisco Jiménez

‘Técnica e ingeniería en España’ es una colección editorial única en el mundo. Las cifras, por el momento, son: diez tomos; más de 7.000 páginas de nutrida información sobre la evolución de la técnica y la ingeniería en nuestro país, desde el Renacimiento hasta el inicio de la Transición; 115 capítulos; 134 coautores; un centenar de colaboradores externos; decenas de ilustraciones inéditas; 600 notas biográficas...

La colección, de la que aún quedan por aparecer varios tomos, se presenta este martes en el Ministerio de Ciencia e Innovación (16.00), en lo que supone el espaldarazo oficial a un empeño editorial en el que han unido esfuerzos las zaragozanas Institución Fernando el Católico y Prensas Universitarias con la Real Academia de Ingeniería. A la presentación, que contará con el ministro Pedro Duque, acude Manuel Silva (Sevilla, 1951), que impulsó este proyecto hace ya 18 años desde su cátedra de la Universidad de Zaragoza.

"Es un reconocimiento a la colección –señala–, pero también a la importancia de la ingeniería y la técnica en el transcurrir de la historia. Los historiadores se suelen ocupar de la política, la ciencia, el arte, la sociología, la literatura... pero poco o muy poco de la ingeniería y la técnica. A veces lo hacen desde el punto de vista económico, si hay un éxito detrás, pero así se quedan fuera aspectos muy importantes: el submarino de Isaac Peral, por ejemplo, fue un éxito de la ingeniería española pero no lo fue desde el punto de vista económico. A veces se tocan estos temas desde la perspectiva de la ciencia, pero es también una visión incompleta: la máquina de vapor, por ejemplo, precede al desarrollo de la termodinámica. Creo que con la colección hemos demostrado que la ingeniería y la técnica deben viajar en la barcaza de la historia junto a la ciencia, la economía, la política o el arte".

La obra, cuando se complete, tendrá 13 tomos, y en ellos se recorrerá la historia de la ingeniería y la técnica española, y su influencia en distintos aspectos de la vida, desde el Renacimiento y casi hasta la actualidad. "Ahora estoy escribiendo el volumen dedicado a las instituciones de la ingeniería española en el siglo XX. Faltan tres tomos. Decidí poner el corte temporal en la crisis del petróleo de 1973-1975, porque hace falta cierta distancia  para el estudio de cualquier fenómeno histórico, porque en el 75 tenemos un cambio de régimen en España y porque en esas fechas, además, con la crisis del petróleo cambia el modelo de consumo de energía. Veremos qué pasa a partir del último tomo, porque existe la posibilidad de hacer algo que en principio no estaba previsto, y es dedicar sendos volúmenes a los periodos romano y medieval".

De momento esa posibilidad deberá esperar porque en el horizonte está terminar la serie tal y como se concibió en un principio. Cada volumen es una pequeña joya bibliográfica. "Algunos de los artículos que se publican llevan hasta cuatro revisiones –señala Manuel Silva–. Es así porque es un trabajo nuevo, en el que partimos de cero, pero sobre todo porque soy partidario de que siempre es mejor esperar seis meses a la publicación antes de hacer algo incompleto o mejorable. Las ilustraciones, además, se buscan siempre con la idea de que no sirvan de decoración, sino que ofrezcan al lector información complementaria. Tienen que ayudar a las palabras".

En las 7.000 páginas late la voluntad inequívoca de sacar del olvido a personajes, empresas, proyectos, creaciones... "Los españoles tenemos un pequeño defecto –sostiene Manuel Silva–, y es que muchas veces creemos que lo bueno siempre viene de fuera. Y a menudo, como puede verse en la colección, no es así. Pongo un ejemplo: si uno busca en Google Portilla & White se encontrará con un montón de páginas que hablan de fútbol. Se trata de una fundición sevillana que creó en 1890 el Sevilla Fútbol Club y que llegó a tener más de 900 empleados. Pues bien, todavía hay mucha gente que cree que muchas de las cosas que hizo Portilla & White, desde las bodegas de la Concha para González Byass en Jerez de la Frontera, al famoso Puente de Triana sevillano, son obra de Eiffel, el ingeniero de la famosa torre. Y no, son construcciones de una empresa española. Los españoles a veces nos flagelamos más de la cuenta".

El proceso de creación de cada uno de los tomos de ‘Técnica e ingeniería en España’, es complejo pero está cuidado al detalle. Todo comienza con un curso organizado por la Institución Fernando el Católico (el primero se celebró entre el 1 y el 3 de septiembre de 2003. Los mejores especialistas españoles intervienen en él, analizando el periodo o el tema elegido, siempre desde un punto de vista interdisciplinar (se estudia la ingeniería y la técnica hasta desde lo lexicográfico) y ello constituye la columna vertebral del libro. Tras el curso, Manuel Silva se ocupa de establecer temas y enfoques entre los especialistas, articulando un discurso que evite las repeticiones. Se inició el trabajo en el Renacimiento porque es el periodo histórico en el que empieza a definirse la profesión de ingeniero tal y como la conocemos ahora, perfil que comenzó a consolidarse en el Siglo de las Luces y que eclosionó con la Revolución Industrial. Eso explica que el estudio del Renacimiento ocupe un solo tomo de 760 páginas, que el Siglo de las Luces se llevara dos tomos, 1.200 páginas en total, y que al siglo XIX se le hayan dedicado cinco, más de 5.000 páginas.

En cada una de ellas anida la sorpresa. Así, el lector se entera de que la máquina de vapor no fue ideada por Watt, ni por Savery y Newcomen, sino que sus fundamentos ya están apuntados en una ideada y registrada por Jerónimo de Ayanz en 1606, casi un siglo antes de su ‘invención’ oficial. O el lector descubre que la presa de Tibi, cercana a la ciudad de Alicante, fue en el siglo XVI la más alta de Europa. O que el aragonés Sebastián Feringán diseñó el arsenal de Cartagena en 1749 y dedicó buena parte de su vida a construirlo, contribuyendo así a que la ciudad fuera populosa. O que el puente sobre el Tajo de Ronda fue diseñado por el también aragonés José Martín Aldehuela. O que los ‘flaps’ de los aviones fueron inventados por un nieto de Heraclio Fournier, el popular fabricante de barajas...

La ingeniería minera, la siderurgia, la industria textil, la mecanización del campo, la práctica forestal, la navegación o las telecomunicaciones son algunas de las materias que desfilan por las páginas de esta colección de libros, que ya constituye un hito editorial sin precedentes. Ningún país del mundo tiene una colección así, y por eso ha sido aplaudida por los especialistas.

"Demuestra, por si aún fuera necesario, lo absurdo de la leyenda negra de que España estaba tecnológicamente atrasada en el Renacimiento", escribía el ‘Journal de la Renaissance’ en 2006. ‘Nuncius: Journal of the Material and Visual History of Science’ afirmaba al año siguiente: "Extremadamente ambicioso... Interesante no sólo para la historia de la tecnología en España, sino también desde la perspectiva europea". Y un artículo de ‘Llull’, revista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias, aseguraba en 2016 que la colección "prestigia a la ingeniería y a la historiografía españolas".

M. G.

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