"Celebré mi boda en el Elíseos. Era deslumbrante"

Desde su apertura en Zaragoza, en 1945, el restaurante del paseo de Sagasta, 4 albergó durante décadas numerosos banquetes y actos sociales y culturales.

El salón de banquetes del restaurante Eliseos mantiene el ambiente de su época inicial.
El salón de banquetes del restaurante Eliseos mantenía en 2010 el ambiente de su época inicial.
FOTOGRAFíA ALMOZARA

El complejo Elíseos de Zaragoza, que albergaba un cine y también un restaurante en su parte inferior lleva ya unos años cerrado. Su histórico cine, situado en el zaragozano paseo de Sagasta, se va a convertir en los próximos meses en un McDonalds. Los recuerdos de muchos zaragozanos no solo guardan relación con su sala de proyecciones, cerrada al público en 2014. Durante décadas, en su restaurante celebraron el día más feliz de sus vidas muchas parejas que tras casarse organizaron allí su banquete de boda.

El restaurante se inauguró como Salón de té Elíseos en 1945, unos meses después de la apertura del cine, y contaba con su propia orquesta. A partir de entonces se convertiría en uno de los lugares favoritos para celebrar bodas en la capital aragonesa.

Rosa María y José se casaron en 1973 y eligieron el Elíseos para el almuerzo que ofrecieron a los invitados a su enlace. «Estaba de moda. Mucha gente de Casetas –de donde proceden– se casaba en Zaragoza, en la Iglesia del Carmen. Era uno de los sitios elegidos y se iba andando al restaurante –recuerda Rosa María–. Habíamos estado antes en el Elíseos, cuando se casó una amiga y a mi padre le impactó aquel sitio. Entrabas al salón y te quedabas con la boca abierta. Era muy bonito, decorado con mucha pompa. Eso era lo que todos los invitados percibían».

Rosa María describe el desaparecido establecimiento como un espacio «muy elegante, deslumbrante, con unos cortinajes y unas lámparas muy grandes. Cuando entrábamos al salón, los novios cortábamos una cinta y el baile era allí mismo. Luego fui a muchas bodas y muchos restaurantes de amigos, pero como el Elíseos no había otro».

Un nombre clave asociado a este restaurante fue el de su director gerente y propietario, Norberto Romea, que concitó allí diversas actividades relacionadas con el mundo de la cultura. En el Elíseos nació la Peña Solera Aragonesa, primer punto de reunión en 1975 de esta asociación.

Fue escenario reuniones de colectivos de diversos ámbitos, así como de tertulias y homenajes a artistas como la cantante y actriz sevillana Lolita Sevilla, el pintor Martín Ruizanglada o el cantante Pedrito Rico, entre otros. La jota también estuvo muy presente y en su salón restaurante se rindió tributo a los grandes cantadores Piedad Gil y Jesús Gracia.

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