Las casas de Goya en Zaragoza, en el olvido

Se ha señalizado una de ellas, la que aún sigue en pie en la plaza de San Miguel, pero los restos de las demás no han sido estudiados

CULTURA Y OCIO. Fachada del edificio de Plaza de San Miguel, 4, casas de la familia Goya en Zaragoza / 10-02-20201 / FOTO: GUILLERMO MESTRE[[[FOTOGRAFOS]]]
La de fachada amarilla es la casa que habitaron Francisco de Goya y su familia en 1768 y 1769, hoy en la plaza de San Miguel.
Guillermo Mestre

Casi un cuarto de siglo después de que el historiador José Luis Ona publicara el libro ‘Goya y su familia en Zaragoza’ (Institución Fernando el Católico), lo único que se ha hecho con la información que se revelaba en sus páginas ha sido colocar una placa de metacrilato en la casa en que vivió en la plaza de San Miguel, algo que incluso muchos zaragozanos aún ignoran. Y, aunque es cierto que se conservan pocos vestigios de las viviendas que habitó el artista y que se daban a conocer en el libro, también lo es que no se han explorado todas sus posibilidades culturales y turísticas. No ha servido para configurar una ruta goyesca por el interior de la ciudad.

Ahora hay una oportunidad en la que nadie parece haber caído. La que siempre se consideró como ‘Casa de Goya’ estaba en una esquina de la actual plaza de Salamero, en lo que durante las últimas décadas ha sido un paso de cebra. Aunque tenía una placa que pregonaba su condición, la construcción se derribó en 1946, curiosamente el año en que se celebraba el 200 aniversario del nacimiento del artista. Ya no se volvió a poner ninguna indicación de que allí había vivido el pintor ni se conoce el paradero de la placa que lo mencionaba.

Detalle de la Casa de Goya de la actual plaza de Salamero, antes de ser derribada
Detalle de la fachada de la Casa de Goya en la actual plaza de Salamero, antes de ser derribada
Heraldo.es

Pero la casa no se derribó del todo. En el año 2000, con las obras de instalación del cable de fibra óptica, salió a la luz la bodega y aún está intacta bajo el suelo de la plaza. Ya entonces, hace ahora más de 20 años, se reclamó que se estudiaran los vestigios, que se realizaran excavaciones arqueológicas. Y no se hicieron. Ahora la plaza, en obras, permitiría realizarlas sin mucho coste.

"Era la casa familiar de los Goya desde el siglo XVII -asegura José Luis Ona-. La heredó Pedro de Goya y Sánchez, abuelo del pintor, y allí nacieron todos los hermanos de Francisco, y él, un mes después de venir al mundo en Fuendetodos, regresó a ella. La casa no debía de estar muy bien físicamente porque la familia tuvo que pedir un préstamo para rehabilitarla. Con el paso de los años no pudo hacer frente al préstamo y la perdieron. Si luego la familia Goya cambió tantas veces de domicilio se debe a que pasó de tener una vivienda en propiedad a verse obligada a someterse al volátil mercado de la vivienda de alquiler en Zaragoza. Durante un tiempo los Goya debieron pasarlo verdaderamente mal, y seguramente eso explique el carácter ahorrativo del pintor". 

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Imagen de la bodega de la casa de Goya, descubierta a raíz del tendido del cable de fibra óptica en el año 2000
José Miguel Marco

Abandonaron la casa en 1757, en 1854 se reformó y en 1946 se derribó. ¿Tiene algún sentido, hoy, excavar o estudiar la bodega? Podría pensarse que, dado que el pintor solo vivió allí hasta los 11 años, tampoco cabe esperar grandes hallazgos. Pero ojo con las sorpresas. En Holanda se han excavado minuciosamente todas las viviendas que se conocen de Rembrandt, y en el pozo negro de una de ellas, entre la basura, encontraron una vasija de arcilla llena de arena de cuarzo, que ha sido declarada 'reliquia de Rembrandt', una de las dos que se conocen hasta ahora. El contenido ha servido además para acreditar algunos aspectos de su sistema de trabajo.

Tras una etapa en Alagón, Goya regresó a Zaragoza en 1760 para vivir un año con su hermana Rita y su marido, en lo que actualmente sería la plaza de San Pedro Nolasco 3-4, en una casa muy, muy pequeña. Lo que hoy se ve allí es un edificio de 1978. 

El padre de Goya regresó luego a Zaragoza y la familia se reagrupó, en los años 1761-1762, en la calle del Trenque, 12, hoy Alfonso I, 7-9-11-13-15. "Era una vivienda provisional, muy estrecha, que los Goya tuvieron que compartir con otra familia -relata José Luis Ona-. Habían perdido su casa en la ciudad y se metieron allí mientras buscaban un sitio donde estuvieran más cómodos". 

Ese lugar algo más cómodo estaba en lo que hoy sería el Coso, 132. Allí estuvo la familia entre 1762 y 1766. "Esta zona del Coso y las calles adyacentes puede considerarse el 'barrio goyesco' de la ciudad -asegura el historiador-, porque la mayoría de los domicilios que tuvo la familia se encuentran cerca. Sabemos que era una vivienda estrecha y profunda, en la que vivieron ya solos, y que años después Goya la vio completamente destrozada. Cuando Palafox invitó al pintor a Zaragoza para que contemplara con sus ojos los estragos de la guerra, este la vio sin duda en escombros porque fue una de las muchas viviendas afectadas por la explosión del almacén de la pólvora de las aulas públicas el 27 de junio de 1808.

La Guerra de la Independencia afectó también a la que fue la siguiente vivienda de los Goya, en la actual calle de Heroísmo, 3. Allí está localizada la familia entre 1766 y 1768. "En aquella época lo común era que los contratos de alquiler de las casas fueran bienales -relata el historiador-, y que se iniciaran el día de San Juan, el 24 de junio. Esta vivienda estaba en un sitio céntrico, frente por frente a la puerta de Valencia y muy cerca de la Universidad".

El siguiente hito en la ruta es el edificio que se mantiene en pie, en la plaza de San Miguel 4. "Aunque se reformó en el siglo XIX, es el único que se conserva de todos los que habitó  Goya. En la planta calle (donde hoy existe un establecimiento que vende pollos asados) estaría el taller de dorador del padre, en la primera la cocina, el salón y las zonas comunes, en le segunda los dormitorios y en la última, con la tradicional galería de arquillos, el granero. Tendría bodega, corral y pozos negros en los que se arrojaba la basura.

CULTURA Y OCIO. Fachada del edificio de Plaza de San Miguel, 4, casas de la familia Goya en Zaragoza / 10-02-20201 / FOTO: GUILLERMO MESTRE[[[FOTOGRAFOS]]]
Placa que recuerda que Goya habitó el edificio aún en pie de la plaza de San Miguel.
Guillermo Mestre

"Normalmente, las reformas que se hacían en el siglo XIX buscaban convertir estos edificios, que eran viviendas de una familia, en pisos, y así podían ser habitados por varias -relata Ona-. No se tiraba abajo la estructura sino que se adaptaba. Se cegaba la galería de arquillos, se hacía rectangular la puerta grande con arco de medio punto y se enfoscaba la fachada. Si ahora se picara en el exterior del edificio acabaría saliendo el típico ladrillo aragonés de las viviendas del XVIII". De esta construcción, que alberga en la actualidad cinco viviendas, no se ha hecho un estudio en profundidad para saber qué elementos son de época del pintor, ni si el patio de luces se corresponde al antiguo corral donde podrían haber estado los pozos negros de la familia. Hace 12 años fue noticia porque estaba apuntalado y con goteras y hubo que hacer obras de reparación. Goya vivió en él al menos un año, antes de hacer las maletas y viajar a Italia para completar su formación.

Mientras el pintor estaba fuera de España, su familia se trasladó a otro edificio, actualmente en la calle de Heroísmo, 49, donde vivió en 1770 y 1771. No consta que Goya viviera en él, pero bien pudo hacerlo durante unos meses tras su regreso de Italia. "Se reformó la fachada pero el edificio se conserva intacto. Picando en la fachada, aparecería el ladrillo" añade el historiador

Fachada del edificio de la calle de Heroísmo, 49, donde vivió la familia de Goya
Fachada del edificio de la calle de Heroísmo, 49, donde vivió la familia de Goya
Guillermo Mestre

Un nuevo acomodo llevaría a la familia, entre 1771 y 1773, a otra casa, que se levantaba en lo que hoy sería la intersección de las calles de La Cadena y Antonio Agustín. "La situación económica ya debía haber mejorado porque esta era una buena casa, tanto, que se dividió en tres y, aún así, cada parte era grande". 

La investigación de José Luis Ona para conocer las casas en las que vivió el pintor en Zaragoza se basó en las matrículas de cumplimiento pascual, censos que elaboraba cada parroquia para saber si sus feligreses observaban los preceptos religiosos. Se recorrían las viviendas, una a una, y se apuntaba cuidadosamente cada persona que vivía en ellas y si cumplía o no. En este punto el historiador apunta un dato curioso. "A partir del regreso de Goya de Italia en las matrículas se le da el tratamiento de don, que no le dieron ni a su padre ni a su madre, lo que revela que había alcanzado ya un cierto prestigio social". Hay una pista que habría que seguir. En su día, cuando aún no se había descubierto que allí había vivido Goya, se realizó una excavación arqueológica en el solar. No consta que se hayan revisado los materiales, depositados en el Museo de Zaragoza, en busca de vestigios que pudieran estar relacionados con los Goya. Y pueden tener importancia, porque mientras vivió allí pintó el Coreto del Pilar.

De allí, la familia regresó al Coso, a lo que hoy sería el número 128. "Era un caserón aún más amplio y de mayor prestigio, y en ella vivía el dueño, José Asensio, con su familia. A todos ellos se les aplicó el tratamiento de don en las matrículas, y también, dentro de los Goya, a Francisco y a su mujer, Josefa Bayeu. Se acababan de casar, y en esta casa nació en 1774 su primer hijo, Antonio, que moriría pronto. Es la última vivienda de Goya como vecino de la ciudad,ya que abandonó esta casa para irse a Madrid". ¿Queda algo de ella? Pues sí. Por inverosímil que parezca, los conocidos como 'Baños judíos' son en realidad la bodega de esa casa donde vivió Goya. Cuando se construyó el edificio actual del Coso 128-132 se descubrieron los restos y, aunque se destruyeron parcialmente, buena parte de ellos se conservaron, desmontándolos y volviéndolos a montar un par de metros por debajo de su emplazamiento original.

Y aún queda otra vivienda de Goya en la ciudad. Hoy correspondería al número 2 de la calle de Alfonso, aunque entonces la entrada era por el Coso. "Era el puro centro de la ciudad, la zona más noble, justo enfrente de dos palacios importantes, como eran los de los condes de Sástago y Fuentes. Es la casa que eligió para vivir cuando vino a Zaragoza a pintar la 'Regina Martyrum' en el Pilar. Tenía muchísimo interés en estar cerca de su amigo Martín Zapater, y así fue. De hecho, solo había una vivienda estrecha entre la de él y la de su amigo". Es posible que esté 'embutida' en el edificio actual, de estilo modernista, porque no existe documentación de un derribo total.

A las 10 viviendas citadas, una de las cuales no se está seguro de que llegara a habitarla a su regreso de Italia, hay que añadir otras cuatro que usó su familia, ya sin él, una de ellas en el callizo de las Urreas, donde probablemente murió su padre, José, el dorador, en 1781.

De todos estos inmuebles, en pie o desaparecidos, solo se ha señalizado el de la plaza de San Miguel, pero ni ha estudiado ni ha servido de punto de partida para una hipotética ruta por el interior de la ciudad. El Ayuntamiento piensa iniciar este año un ambicioso proyecto en torno al pintor apoyándose en la realidad virtual y las nuevas tecnologías. Quizá sirva para recuperar la memoria de las casas de Goya.

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