Javier Camarena deslumbra con un recital impecable en la sala Mozart del Auditorio

El tenor, con Ángel Rodríguez al piano, interpretó un programa compuesto por arias de ópera y temas populares

La espera mereció muchísimo la pena. El mexicano Javier Camarena, considerado uno de los mejores tenores del mundo en el panorama actual de la ópera, ofreció ayer un esperadísimo concierto en el Auditorio de Zaragoza con el que dio comienzo una nueva temporada de la Sociedad Filarmónica, y en el que el tenor quiso también rendir tributo a la figura de Miguel Fleta. «Siempre que venga a Zaragoza cantaré algo en recuerdo suyo. Y luego abordaré piezas del repertorio de canción italiana, que no demerita en ejecución y dificultad respecto a las arias de ópera», declaraba hace unos días en HERALDO. Y así cumplió, con una voz excelente y un recital para el recuerdo en el que el público ovacionó en repetidas ocasiones al cantante.

Camarena interpretó hace unos días en el Teatro Real un repertorio bien distinto al que ofreció en la capital aragonesa, donde estaba previsto que actuara en la sala Mozart el pasado 12 de enero, inicialmente. Pero la borrasca Filomena hizo que en el último momento el Auditorio de Zaragoza y el representante del tenor acordaran retrasar el recital. Con el extraordinario concierto de anoche, Camarena cerró una minigira por España, tras su paso por Madrid, Barcelona y Bilbao y pone rumbo a Salzburgo para participar mañana en la Mozartwoche (Semana de Mozart).

El cantante, a quien muchos aficionados consideran el mejor tenor de la actualidad junto a solistas como Jonas Kaufmann, Piotr Beczala o Juan Diego Flórez, es el único en la historia que ha cantado un bis en tres producciones distintas del Metropolitan de Nueva York: dos en ‘Don Pasquale’ (2014), otros dos en ‘La cenerentola’ (2016) y siete en ‘La hija del regimiento’ (2019), en todas las funciones que cantó, en este caso, algo nadie había conseguido hasta la fecha.

Una noche de sorpresas

El programa del concierto que ayer tuvo lugar en la sala Mozart se anunciaba, en un principio, con ‘Je suis joyeux’, de ‘Deux hommes et une femme’ (Donizetti), ‘Seul sur la terre’, de ‘Dom Sébastien, roi de Portugal’ (Lalo), ‘Vainement, ma bien-aimée’, de ‘Le roi d’Ys’ y ‘Prendre le dessin d’un bijou’, de ‘Lakmé’, ambas de Delibes, así como temas de Crescenzo, Tosti y Tagliaferri y canciones mexicanas de Alberto Domínguez y José Alfredo Jiménez.

Pero Camarena, con su natural simpatía, advirtió desde el principio que habría algunas alteraciones en el orden y a medida que el concierto avanzaba fue introduciendo otros temas fuera de programa durante una actuación que no tuvo intermedio, pero sí algunas pausas necesarias para que el tenor pudiera retirarse momentáneamente a beber agua para después proseguir con el recital, que comenzó con arias de Donizetti y Lalo y que tras un primer bloque operístico en el que demostró con creces su compromiso y su entrega continuó con piezas de otros géneros musicales. Al piano le acompañó de manera notable el cubano Ángel Rodríguez, quien interpretó en solitario, hacía la mitad del concierto, el tema central de la banda de la película ‘Los paraguas de Cherburgo’.

En la segunda mitad del recital, Camarena interpretó canciones del repertorio napolitano como ‘Passione’ (E. Tagliaferri, L. Bovio y N. Valente), boleros como ‘Perfidia’ (Alberto Domínguez Borrás) o la canción chilena ‘Ay, ay, ay’ (Osmán Pérez), en homenaje al tenor aragonés Miguel Fleta. Camarena recordó así este tema interpretado en su época por Fleta, de quien dijo que admiraba «la manera de hacer su ‘diminuendo’ y esa técnica tan inconfundible, su sonido pleno, armonioso, que no se pueden escuchar en otro cantante. Yo hago lo humanamente posible», añadió.

Y así, entre lo humano y lo divino, el tenor encaró el final de la velada con una pieza final, también fuera de programa: ‘La Malagueña’, de Elpidio Ramírez y Pedro Galindo Galarza, que desató los aplausos instantes antes de que Camarena y Rodríguez terminasen la canción entre grandes ovaciones del mismo modo que ocurrió la última vez que Camarena actuó en la sala Mozart, el 8 de enero de 2019.

El Auditorio de Zaragoza se llenó hasta donde las restricciones sanitarias permitieron (mitad de su aforo) y durante casi dos horas la magia y la belleza de la música se abrieron paso, en este momento tan complicado para todos, gracias a la luz y el enorme talento de Javier Camarena.

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