IMÁGENES DE LA CAPITAL DEL CIERZO. 'ARTES & LETRAS'

La añorada Casa Faci

Símbolo de la efervescencia arquitectónica de la Zaragoza de los años 20, este edificio fue derribado en 1971

Imágenes de la capital del cierzo.
Casa Faci. Avenida de la República nº 39, actual paseo de Sagasta nº47. [Ver foto original: https://photos.app.goo.gl/ptbX9aagjCozzV6LA.]
Juan Mora Insa, 1932. Colección Manuel Ordóñez.

A Zaragoza siempre le han sobrado edificios de relevancia. Casas rebosantes de vida, historia y buen gusto; por ese motivo se ha permitido y se permite renunciar, no solo a su pasado, sino a la distinción que otorgan determinadas villas como núcleo de respeto y progreso.

Cuando divisamos la entrada a una gran urbe esperamos encontrar un lugar que nos reciba con edificaciones que nos hagan entender dónde estamos y con qué nos vamos a topar al traspasar el límite de la ciudad. Lugares que sean reconocibles, icónicos, dignos de admirar y que reflejen una riqueza cultural, social y patrimonial acorde al estatus de vida de sus ciudadanos. En Zaragoza, este punto nunca lo hemos tenido demasiado claro. Somos propensos a determinar que todo lo que no es nuevo, automáticamente pasa a ser viejo, sin valor y apto para el derribo

Bostezamos ante un ataque a la herencia en ladrillos, salvo que esta lleve aparejados unos cuantos ceros al caer sus tapias, entonces sí, la turba saca las antorchas, solo si no hay fútbol en la tele ni estreno mundial en Netflix. Se diría que el consumismo en general lo inventamos aquí, no solo eso, aquí lo perfeccionamos. Nos excusamos con una modernidad y progreso mal entendido, de modo que no nos quejemos cuando nos visiten nuestros vecinos y no hagan distinción entre Albacete u Orihuela de Zaragoza, puesto que en ambas ciudades hay un Primark con los mismos camisones y calcetines en temporada de rebajas. Salvo honrosas excepciones, nos lo tenemos merecido por impersonales, abandonados y tristes.

Pero echemos la vista atrás en la memoria de nuestra ciudad, una mirada en el calendario de algo menos de cien años para darnos cuenta de nuestro desdén por lo extraordinario y exorbitante. Cerremos los ojos por un instante y tras abrirlos, dejémonos llevar por una Zaragoza extrovertida y palpitante, deseosa de progreso y oportunidades… y un paseo, el de Sagasta en plena efervescencia arquitectónica; vayamos a la Zaragoza de los años 20.

En 1925, el arquitecto Regino Borobio Ojeda, atendiendo a los deseos del prestigioso médico oftalmólogo, Ángel Faci Abad y su esposa, María de los Desamparados Fairén Gallán; levantaba una casa singular llena de eclécticos aciertos arquitectónicos en el paseo de Sagasta nº 39, angular al camino de las Torres. Una edificación que sería conocida como Casa Faci y que despertaría admiración en los zaragozanos de la época ocupando el lugar que dejó la fábrica de yesos de la viuda de Manuel Gracia, en el antiguo paseo de Torrero nº 272. 

En ese lugar, el citado 'hotelito' daría cabida a 9 viviendas y 7 locales de negocio en 2700 m². Locales que serían ocupados prácticamente desde sus inicios y casi en su totalidad por el Garaje Ferrer, propiedad de D. Pedro Ferrer Allué, y en el que se podían adquirir las lujosas marcas de automóviles estadounidenses, Studebaker, Dodge Brothers y la francesa Peugeot. Explotaba además el surtidor de gasolina que en sus inicios se encontraba en el camino de las Torres y que en enero de 1930 se trasladaría junto a la puerta de su local comercial.

Imágenes de la capital del cierzo. Casa Faci.
Concesionario de las marcas Studebaker, Dodge Brothers y Peugeot en el chaflán de la Casa Faci. A su lado, el surtidor de gasolina instalado en enero de 1930 en esa esquina. [Ver foto original: https://photos.app.goo.gl/SDSvjuQPKBeZFHWR9.]
Juan Mora Insa, 1932. Colección Manuel Ordóñez.

Un año después de su construcción, el propio Borobio se haría cargo de la reforma que añadiría calefacción a todo el edificio, ya se sabe que aquí los inviernos son duros y largos aunque las vistas den a uno de los paseos más oportunistas y glamurosos de la ciudad. Apenas unos años más tarde, en 1933, y con nueva denominación como avenida de la República, volvería el arquitecto a retocar su obra. 

En esta ocasión, cuatro huecos en la planta baja. Probablemente para acondicionar el grandioso local que había abandonado el Sr. Ferrer para trasladarse a la calle Alfonso I nº 41(La Campana de Oro), un año antes. En su lugar, llegaría casi con la firma de Franco aún fresca en el último parte, D. Mariano Clavero Buil, Doctor en Ciencias Químicas y su esposa, Dña. Gloria Sancho Les; hermana del actor zaragozano Fernando Sancho. 

Allí desarrollarían su actividad comercial desde mayo de 1939 hasta el derribo del inmueble en 1971. La fábrica de perfumes Builman sería todo un referente durante décadas. En el precioso establecimiento venderían además mercería, lanas y lencería. Treinta y dos años de actividad comercial ininterrumpida hasta que la piqueta preconstitucional amenazó de muerte al edificio por primera vez el 9 de diciembre de 1964.

Imágenes de la capital del cierzo. Casa Faci.
Bajos de la Casa Faci  ocupados por el “Garage Ferrer”, que hasta julio de 1932 sirvieron como expositor y venta de don Pedro Ferrer Allué, antes de su traslado a la calle Alfonso I. [Ver foto original: https://photos.app.goo.gl/3XapFJm3eABfcpjL9.]
Juan Mora Insa, 1932. Colección Manuel Ordóñez.

Desde ese momento, un rosario de demandas judiciales en las que tanto el Gobernador Civil de la provincia como el alcalde de la ciudad, Cesáreo Alierta, apoyaron los requerimientos de los constructores Manuel Asín Ezpeleta y los hermanos Antonio y Joaquín Navarro López. En contra del derribo, los 9 inquilinos y la Delegación de la Vivienda. Los primeros argumentaron la especulación y los segundos se escudaron en la altura del edificio y el exceso del volumen propuesto para edificar. Puede sonar a broma, pero el consistorio por el artículo 33 de las ordenanzas accedió al “chaleticidio”. 

Una construcción que no presentaba ninguna deficiencia salvo las que hubiera podido encontrar el sufrido Alfredo Landa en 'No firmes más letras, cielo', y es que cada vez éramos más habitantes y la fiebre por hacerse con el ansiado pisito era feroz. De modo que, tras un cambio en el Plan General de Ordenación Urbana, el 29 de abril de 1968 los constructores renunciaron a levantar los áticos retranqueados y continuaron con su batalla legal. La sentencia firme del Tribunal Supremo para la demolición llegaría el 28 de julio de 1969. El 9 de junio de 1970 se resolvían los contratos de los inquilinos y procedimiento de desahucio para los ocupantes de la finca, cuyo lanzamiento se dictó para el 5 de febrero de 1971. El 4 de marzo de 1971 hubo solicitud de licencia para el derribo. El año 72 comenzaría con la construcción del edificio que hoy se conserva. En sus vidrieras todavía figura “Gral. Mola 47”.

Descanse en paz la Casa Faci, y con ella, todos los que la defendieron hasta su último aliento.

Imágenes de la capital del cierzo. Casa Faci.
Fotografía de Miguel Faci Abad. Felisa García y Angelita Faci García  en unos de los saloncitos de la Casa Faci de paseo de Sagasta, actual número 47. [Ver foto original: https://photos.app.goo.gl/orv9jbw1g6SPKWHH6.] 
Archivo Carmen Rábanos Faci.