CINE. OCIO Y CULTURA

Juanma Bajo Ulloa estrena su cuento de hadas perverso, ‘Baby’, de radical belleza

La película, que carece de diálogo y se pasa en los Aragonia, narra una historia de tráfico de niños en una atmósfera muy inquietante

Juanma Bajo Ulloa, ayer en los Aragonia, dice que ‘Baby’ es un homenaje a la esencia del cine.
Juanma Bajo Ulloa, ayer en los Aragonia, dice que ‘Baby’ es un homenaje a la esencia del cine.
Toni Galán.

ZARAGOZA. "No sé de dónde nacen las cosas. Ni una película como esta. No tengo una respuesta literal, si la tuviera no me dedicaría al cine, que para mí es un arte total, el gran lenguaje universal que lo contiene todo –la música, el sonido, la interpretación, el paisaje, la arquitectura, la fotografía, etc.– y es algo que me sirve para contar, para transmitir, para soñar. Yo soy un extrovertido que se manifiesta como un introvertido al que le cuesta mostrarse", dice Juanma Bajo Ulloa (Vitoria, 1967) en las salas Aragonia, donde ha estrenado su nueva película: ‘Baby’, su obra más singular y tal vez más inspirada. Una película que conecta con los títulos de sus inicios: ‘Alas de mariposa’ y ‘La madre muerta’.

"El argumento es sencillo: cuenta la historia de una politoxicómana que tiene un bebé y lo vende a una mujer que se dedica al tráfico de niños. Luego se arrepiente y el intento de recuperarlo se convierte en una pesadilla", agrega. En una pesadilla y también en un cuento de hadas macabro. Casi de terror gótico.

Juanma Bajo Ulloa, sereno, seguro de su cine acaso más que nunca, corrige: "Yo no diría macabro. Ni tampoco tenebroso. Es un cuento sobre la vida misma y todas sus circunstancias y sus accidentes, una aventura con todas sus fases. Y en ella, como cineasta, me gusta que el espectador sea libre ante lo que ve. No juzgo a nadie. Cuento, y la belleza y la maldad, el horror y el suspense están ahí.

A medida que habla, Bajo Ulloa se retrata y parece encontrar destellos de intuición que lanza como llamaradas. "No sé cuáles son las referencias de esta película. Para algunos es una obra sobre la maternidad: no diría eso, sino más bien que es una pieza sobre la creación, en un sentido más amplio, sobre el origen, sobre la madre Tierra, sobre la naturaleza", apunta. No elude que hay elementos monstruosos que conviven con una atmósfera turbadora, de rotunda beldad. «En eso soy radical. Quiero que todas mis obras sean bellas, pero no hablo de algo bonito, sino de la belleza total, de aquello que hipnotiza, de aquello que, subyugante o terrible, no puedes dejar de mirar".

Juanma Bajo Ulloa no se lo ha puesto fácil al espectador. O quizá sí: la calidad de las imágenes cautivan; la mirada sobre la naturaleza, los decorados, la música y los distintos sonidos, hasta el tono azul turquesa de la fotografía, apabullan. "Yo creo que ‘Baby’ es la antología del detalle. Empecé a trabajar en la película en 2016 y hemos invertido más de tres años. La melancolía que respiraba se la debe a un tema del cantante Nick Drake. Hemos trabajado todo con pasión, lentitud y tiempo. Es una película de artesanos. El decorado es otro personaje más. Hasta en el chupete del niño hemos invertido casi un año y han operado cuatro artesanos. Primero hicimos uno de madera de boj; luego otro de conchas de peregrino. Nada. Finalmente acertamos: el chupete es de nácar y de plata. Los músicos han trabajado un año", señala.

Juanma Bajo Ulloa estrenó 'Baby' en los Aragonia.
Una fotograma de esta película sombría, poética, de turbadora belleza y espiritual.
Archivo B. Ulloa.

Y asume que siendo una película de bajo coste ha pedido a su equipo una entrega casi incondicional, “de esas que casi no pueden pagarse con dinero y que yo no he podido pagar”. Dice que no hay diálogo pero sí hubo guión, breve, sin parlamento, pero lleno de acotaciones que describían una atmósfera de ensoñación. “Varios espectadores, e incluso una bruja vasca, me han dicho que nunca había visto los sueños ajenos en una película como en ‘Baby’, y me cuentan que sueñan con imágenes que han visto en ella”, afirma.

La película tiene bastantes detalles sorprendentes: el reparto, muy internacional, está compuesto por mujeres; no hay nada de diálogo, en realidad la música y el sonido animan la película, y la hermosura se expande con el misterio, la incertidumbre y la necesidad de amor.

"Para mí el cine se basa en el suspense: en ese hecho de que no sabes qué vas a ver ahora. Lo que caracteriza al hombre es su continua incertidumbre, y por otro lado la protagonista, esa joven desamparada, está hambrienta de amor, se hace a su modo las preguntas decisivas, y vemos que el amor es el elemento que nos ayuda a desarrollarnos y a darnos equilibrio. He intentado que todo ello esté en ‘Baby’", afirma Juanma Bajo Ulloa, que llevaba cinco años sin hacer cine. En su haber, cuenta un documental que hizo sobre Distrito 14. 

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