La constructora ofrece conservar la puerta del cuartel de Caballería trasladándola 40 metros

Se ubicaría en una nueva calle que unirá la de Benjamín Jarnés y el paseo de María Agustín

El muro del antiguo cuartel con la puerta, tapiada, punto por el que primero entraron los franceses en la ciudad.
El muro del antiguo cuartel con la puerta, tapiada, punto por el que primero entraron los franceses en la ciudad.
José Miguel Marco

La antigua puerta del Cuartel de Caballería, que fue escenario de la primera batalla de los Sitios de Zaragoza, está librando en las últimas horas otro combate, el que decidirá su futuro. Gestihabitat, empresa con sede en Madrid que gestiona el proyecto inmobiliario que le afecta (el solar es propiedad del fondo estadounidense Herbert Management Corporation), aseguraba ayer que está dispuesta a costear de su bolsillo el desmontaje y traslado de la puerta a otro emplazamiento en el mismo solar, a una calle de nueva apertura contemplada en el Plan General de Ordenación Urbana y que unirá el paseo de María Agustín y la calle de Benjamín Jarnés.

Según publicó ayer HERALDO, asociaciones como Voluntarios de Aragón o Apudepa han solicitado la declaración de Bien de Interés Cultural para esa puerta y el muro que la sostiene, y han presentado alegaciones al proyecto de la promotora. Buscan que se conserve el enclave, integrándose en el proyecto inmobiliario, dado que fue el primer punto por donde las tropas francesas entraron en la ciudad en 1808 y es el único vestigio que queda de la muralla que sufrió el primer sitio durante la Guerra de la Independencia.

Según aseguraba ayer Carlos Pérez, de Gestihabitat, en la empresa «se desconocía por completo el valor histórico de esos restos hasta que nos informó de ello la Asociación Los Sitios. La asociación ha hecho un planteamiento razonable de la situación, entendiendo que no se puede lastrar el desarrollo económico, y hemos acordado una solución».

El Plan General de Ordenación Urbana contempla la creación de una calle peatonal entre la trasera de la plaza de toros y María Agustín. Es allí donde quiere trasladarla la constructora. La idea es desmontarla y volverla a montar, piedra a piedra, a unos 40 metros de distancia. «Solicitaremos al Ayuntamiento instalar la puerta al inicio de esa calle, en una pequeña glorieta ajardinada, colocando una placa informativa y poniéndole el escudo que tenía en su parte superior, ya sea el original o una copia». El escudo original se conserva en los jardines del cuartel de Pontoneros.

Gestihabitat propone también conservar parte del muro del cuartel, pero no el cercano a la puerta, por donde atacaron los franceses, sino el que está en el lindero con el edificio donde está la escuela taller de la DPZ, en María Agustín, 38.

La propuesta se ha trasladado a los propietarios del solar, que la ven aceptable. Pero en Gestihabitat todo este asunto ha generado cierta sorpresa. «Mantener esto como está no tiene mucho sentido –aseguraba ayer Carlos Pérez–. El proyecto mejora la ciudad y estamos dispuestos a conservar la puerta, que se desplazaría solo 30 o 40 metros. La tapia no tiene ninguna protección ni catalogación y, si fuera tan importante como ahora se dice, deberían haberla incluido hace 20 años en el Plan General. Si hubiera que conservarla, al proyecto de viviendas, en realidad, le afectaría menos, pero sería inviable abrir la nueva calle».

Gestihabitat solicitó la licencia de obras en verano y «está pendiente de la autorización definitiva». «A nivel de patrimonio, el proyecto está aprobado», subrayaba Carlos Pérez. La idea que se tiene es la de recibir la autorización definitiva a lo largo del primer trimestre de 2021, empezar las obras antes del próximo verano y entregar las llaves de los primeros pisos a principios de 2023.

Pero la asociación de recreadores Voluntarios de Aragón, que habitualmente se confunde con la de los Sitios aunque son diferentes, y Apudepa han puesto en marcha mecanismos legales y administrativos que sitúan la pelota en el alero de las instituciones aragonesas. Fuentes de la DGA aseguraban ayer que han trasladado al Ayuntamiento de Zaragoza la solicitud de incoar expediente de BIC, ya que, con la ley de capitalidad, es esta institución la primera que tiene que decidir. «A raíz de la ley, ellos tienen que protegerlo primero en su catálogo municipal –aseguraban–. Asimismo, y al tratarse de un solar en un conjunto histórico, el Gobierno de Aragón ha solicitado que se realicen actuaciones arqueológicas, que deberán ser supervisadas por la Dirección de Patrimonio».

El muro que se ve actualmente es lo único que queda del edificio conocido antiguamente como cuartel de caballería del Tinglado y a partir de finales del XIX como del Cid. Según el profesor de Historia del Arte Javier Martínez Molina, fue construido en 1775 por el arquitecto zaragozano Pedro Pablo Camón, ocupando el solar comprendido entre la plaza de toros y la iglesia del Portillo, con capacidad para 600 hombres y otros tantos caballos. Tenía dos plantas, dos patios, pozo y pila de sillería. El muro que se conserva hacía las veces de muralla de la ciudad.

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