Ocio y cultura

La Feria de Artesanía ofrece un festín de color, ingenio y forma para los sentidos

60 expositores, 43 aragoneses y 17 del resto de España, ocupan la sala Multiusos con un derroche de imaginación y variedad de propuestas y técnicas

La XXXVII Feria de Artesanía abre sus puertas.
El puesto de Poesía en Piedra busca al niño interior.
Guillermo Mestre.

La Feria de Artesanía de Navidad es un laboratorio de sorpresas. Se mire hacia donde se mire irrumpe la maravilla, el detalle, el primor, el hechizo, el canto puro de la imaginación y la manufactura. El sábado se inauguró la XXXVII edición en la sala Multiusos con 60 artesanos, 43 de Aragón y 17 de diversas ciudades de España. 

Susana Martín, presidenta de la Asociación de Artesanos de Aragón y especialista en vidrio, estaba sonriente y feliz. “Ha costado abrir. Desvelos y más desvelos. Pero estamos muy satisfechos. Veo a los artesanos satisfechos e implicados: no solo hacen bien su trabajo, sino que lo valoran y quieren mostrar ese valor con orgullo y belleza. Bien expuesto”. La médico Elena Fernández recordaba ella es una asidua de esta cita y que tenía la sensación de que había más variedad y que todo “está mejor montado y que hay más cosas buenas y novedosas que en otras ediciones”.

La Feria de Artesanía es el reino de los gremios, de la sutileza y también de la invención. Hay muchas piezas únicas, precisión, afán, entrega. José, del obrador Poesía en piedra, decía que se notaba que los artesanos tenían ganas de mostrar su trabajo, tras la pandemia, y que había auténticas maravillas. A propósito de su propuesta, esos cuadros tan sugerentes con piedras y dibujos y frases suyas o ajenas, observaba: “Nosotros intentamos decir más con menos. ¿Quién no jugó con piedras? Vamos en busca del niño interior”.

La cerámica siempre llama la atención: la obra de Lorena y Estela Domingo de Artesanía Aliaga mezcla tradición, clasicismo contemporáneo e innovación; los murales de Lola Royo ofrecen arquitectura y color. Las casas-mascotas que estrena Sara Monge son una novedad. “Las presento por primera vez, aunque las presenté tiempo atrás en Cerco. Allí donde hay un agujero los gatos quieren entrar. Las he probado casa con mis gatos y les encanta. Se pelean por estar dentro”. El universo mudéjar que ofrece el artersano-artista Fernando Malo siempre es un espectáculo de tradición, elaboración y pasión por el colorido, la cocción y la beldad. Cerámica El Patio apuesta por un obra inscrita en la tradición con los clásicos tonos rojizos.

La XXXVII Feria de Artesanía abre sus puertas.
Sara Monge presentó sus piezas de cerámica: casas para mascotas.
Guillermo Mestre

Hay muchas actividades y direcciones estéticas. Muchas cosas que ver y que entran de inmediato por los ojos en puestos concebidos con buen gusto, armoniosos, montados con vocación de interiorista. Er-Natura Silk, de Burgos, hace una apuesta deslumbrante por la seda, a la que llena de color y de flores, y su dueña, casada con un aragonés, recuerda que durante años practicó el expresionismo abstracto. En Setevalapinza se ofrece una fiesta del color y de alegría en la ropa, pero también en el grabado, la serigrafía o la xilografía. Tere Papel Maché demuestra que todo es posible, incluso la recreación de una atmósfera de cine. En otro estand podemos descubrir que una vida puede girar en torno a la pasión por el abanico, como hace Victoria Artola de Amiaire, de Castellón.

Los artesanos se toman sus tiempo y a menudo explican qué han inventado nuevo. Cómo han trabajado, su sentido del tiempo, la lentitud del taller o la vehemencia del oficio. Soledad Franco, una escultora de Sabiñánigo, recomendada desde Poesía en Piedra, cuenta que sus joyas y objetos nacen de su relación con la naturaleza y de sus paseos, de los sedimentos del río, de ramas o troncos encontrados. Y tiene claro que en la Feria de Artesanía hay arte, diseño, moda y voluntad de seducción visual. 

El puesto de Koko Soko recuerda que trabaja la joya de cristal japonés; exhibe piezas llenas de refinamiento, de colorido y pura hermosura. Y muy cerca, Papelmanía Recicla propone una oferta completamente diferente, pero llena de ingenio, de habilidad, de dominio de los materiales y de conocimiento de la mecánica. Tiene distintos tipos de robots, portarretratos, relojes, piezas multifuncionales. Ante tal derroche de imaginación, también narrativa (el artesano, entusiasta, es un estupendo contador de los mecanismos de sus obras), una visitante le dice al artesano: “Mira que has pensado este año, eh”.

La XXXVII Feria de Artesanía abre sus puertas.
El estand de las obras únicas que aspiran a los premios de la Feria.
Guillermo Mestre.

En los puestos donde se instala el escenario de conciertos, se exponen las piezas únicas candidatas a los premios. Dos vestidos, llenos de color y elegancia, capturan las miradas. El interés era tal que había cola para entrar y el primer premio, para el visitante número 50, apareció de inmediato. Y con las visitas también llegaron las ventas de inmediato. Dice la artista y ceramista Lorena Domingo: “A los quince minutos ya habíamos vendido tres piezas. Tenemos clientes que nos siguen y que vienen a buscar sus regalos de Navidad”.

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