FÁBULAS CON LIBRO. 'ARTES & lETRAS'

El monarquismo de Sergio Vila-Sanjuán

El escritor y periodista de 'La Vanguardia', Premio Nacional de Periodismo Cultural, publica 'Por qué soy monárquico' en el sello Ariel

Fábulas con libro. Sergio Vila-Sanjuán.
Sergio Vila-Sanjuán es el Premio Nacional de Periodismo Cultural de 2020.
Efe.

Hacen falta muchas agallas y creer mucho en lo que se proclama para escribir hoy un libro que se titula ‘Por qué soy monárquico’. Si resides en Madrid y te dedicas a salir en los programas del corazón y a vender exclusivas a la revista ‘Hola’, a lo mejor es más fácil. Pero si eres catalán, vives en Barcelona, trabajas en ‘La Vanguardia’ y llevas un montón de años dirigiendo su suplemento cultural, la cosa se complica mucho más. De ahí que Sergio Vila-Sanjuán, nuestro reciente y flamante Premio Nacional de Periodismo Cultural, autor de este libro confesional, merezca el reconocimiento y la admiración que siempre se dispensa a los héroes: saltar el primero de la trinchera frente a las balas enemigas despierta en todos respeto y asombro.

Yo ni soy monárquico ni se me espera, pero, como odio el sectarismo y estoy siempre dispuesto a escuchar y a tratar de entender las razones de quienes no piensan como yo, me dispuse a leer el libro con gran interés. Y me encontré con un Vila-Sanjuán que entiende el monarquismo como un liberalismo, que es un demócrata impecable, que sin renunciar a sus legítimas creencias respeta las de sus rivales y que procura ser siempre objetivo, razonable y sereno en sus juicios. Vila-Sanjuán es hijo y nieto de monárquicos, ha vivido desde siempre en su casa el respeto y el cariño hacia la institución monárquica y, no sólo por ello –aunque seguro que también– sino por las muchas razones que explica en la parte final del libro (ninguna de ellas disparatada), decidió seguir la senda de sus mayores y abrazar la causa de la monarquía.

El libro se estructura en cuatro partes fundamentales: la primera explica las razones para ser monárquico en tiempos de Alfonso XIII, con la figura de su abuelo Pablo como gran protagonista; la segunda, las razones para serlo con don Juan de Borbón (y ahí emerge el recuerdo de su padre, José Luis); y la tercera y cuarta, los motivos para defender el reinado de Juan Carlos I (al que critica justamente por sus excesos, desvaríos y falta de ejemplaridad, aun reconociendo y agradeciendo el servicio que prestó a España durante la transición) y de Felipe VI, de quien se confiesa rendido admirador.

Para mí la mejor parte del libro es la primera, aunque yo soy un historicista y a lo mejor no hay que hacerme mucho caso. Pero la vida de su abuelo Pablo, que ya contó en buena parte en una de sus novelas, me parece apasionante, con algunas anécdotas memorables, alguna digna del mejor Azcona, como aquella en que un nieto hippie, "con barbas hasta la barriga", va con su novia también hippie (camiseta blanca y peto tejano) y con Vila-Sanjuán a ver a su abuelo Pablo, y éste, al presentarle aquél a la chica, sin el menor sarcasmo ni ironía, con la educación propia de quien se ha criado entre aristócratas, la saluda con un "A sus pies, señora", que les deja esturdecidos; o como aquella otra en que La Fornarina rechaza una invitación envenenada de Alfonso XIII con una frase gloriosa: "Lo siento porque yo soy muy monárquica; pero no tanto".

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