Martínez de Pisón: "Ante un lector tienes que entregar lo mejor de lo que eres capaz"

El autor aragonés participó en el ciclo ‘Martes de libros’ de la Fundación Ibercaja

José Luis Melero, Mayte Ciriza e Ignacio Martínez de Pisón, durante la videoconferencia de ayer.
José Luis Melero, Mayte Ciriza e Ignacio Martínez de Pisón, durante la videoconferencia de ayer.
HA

«Es posible que la escritura tenga algo de terapéutico, que cuando uno escribe, sin darse cuenta, esté poniendo una tirita en algún lugar del alma, que esté intentando curar alguna herida antigua. Es algo que no sabemos ni nosotros mismos. En la relación entre ese chico y esa madre puede que haya algo de mi relación con mi madre, o de mi mujer con mis hijos, todo sale de la realidad cercana y tiene un significado profundo que no siempre acabamos de percibir».

Así desgranaba ayer el autor Ignacio Martínez de Pisón algunos de los aspectos de su literatura y, en especial, de su último libro ‘Fin de temporada’ (Seix Barral), una novela sobre la maternidad y el peso del pasado.

Martínez de Pisón protagonizó una nueva videoconferencia del ciclo ‘Martes de libros’ organizado por la Fundación Ibercaja, acompañado por el también escritor, bibliófilo y colaborador de HERALDO José Luis Melero.

Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960), autor de ‘La ternura del dragón’, ‘Carreteras Secundarias’, ‘Dientes de leche’, ‘El día de mañana’, ‘La buena reputación’, ‘Derecho Natural’ o ‘Filek’, entre más de 20 libros, y ganador del Premio de la Crítica y del Nacional de Narrativa, conversó con Melero sobre su última novela, que parte de un hecho real: a finales de los setenta, una joven pareja se enfrenta a un embarazo no deseado y deciden viajar a una clínica clandestina para abortar, pero tienen un accidente y el chico muere. Tras ese trágico suceso, ella cambiará de opinión y tendrá a su hijo.

Melero subrayó la vuelta a los orígenes de Martínez de Pisón en una historia que deja «un sabor de boca duro al final, impactante» y destacó que ‘Fin de temporada’ es «una novela espléndida y a la vez muy perturbadora».

«Hay algo en la madre y el hijo que apela a algo muy profundo en el ser humano. Una madre y un hijo reducidos a la mínima expresión de madre e hijo. Casi como personajes fuera del sistema, cambiando de ciudad constantemente y tratando de evadirse del pasado. Hay algo que apela a lo más elemental del ser humano. Cuando me contaron la historia, lo que me gustaba es que intuía que existía una tragedia que podía tener una estructura circular, un destino del que una persona intenta escapar, pero que al final te está esperando en algún sitio y te va a acabar encontrando. Quería crear una estructura con una historia donde hay muchos sentimientos soterrados, complejos, mucho amor, pero también secretos que no son capaces de revelarse», explicó Martínez de Pisón.

Una constante en su obra

La orfandad es un tema recurrente en las novelas del escritor zaragozano, tal y como señaló Melero. Martínez de Pisón, de padre militar, destinado en Logroño, pasó sus primeros años de infancia allí, aunque nació en Zaragoza. Su madre quiso que todos sus hijos (cinco) vinieran al mundo en la ciudad del Ebro. Cuando su padre consiguió que lo destinaran a la capital aragonesa, falleció repentinamente. Martínez de Pisón recordaba ayer aquel momento: «Tenía nueve años, en octubre de 1970, veníamos de Logroño y fue como un corte muy brusco en nuestra vida. Éramos unos aragoneses que vivíamos en Logroño y el objetivo que teníamos que cumplir era volver y ser plenamente zaragozanos».

Este fractura en la vida del autor aflora en cierta manera en su obra y en los personajes de sus novelas. «Nunca fui consciente de que aquella fuera una idea tan profunda, pero sí que cuando uno ve que en sus libros aparecen personajes así hay una herida antigua que no terminó de cicatrizar y que estás intentando supurar. Como en la historia del aborto en ‘Fin de temporada’, el hijo que ya nace huérfano... esa historia, que a otras personas no les dice nada, a mí me impresionó porque tocaba una fibra muy oscura que seguramente viene de ahí, de cuando mi padre murió», relató.

Melero recordó los inicios literarios de Martínez de Pisón, sus aficiones compartidas por la literatura, el cine, el Real Zaragoza y cuando ambos se conocieron en las clases de italiano de Luisa Capecchi, en la Facultad de Letras de la Universidad de Zaragoza, en 1978.

Narrador realista

La idea de convertirse en el escritor que Martínez de Pisón quería llegar a ser cristalizaría en los años 90 con su obra ‘Carreteras secundarias’, ambientada en 1974, en la Costa Dorada, en un pueblo de Lérida, en la Zaragoza de la base americana... «De repente me pareció que no tenía sentido que escribiera libros en los que no se supiera muy bien la época, la ciudad ni el contexto. Podía contar cosas que estuvieran perfectamente ambientadas en épocas y lugares determinados y donde las ciudades y las calles tuvieran nombres. Historias en las que además de los personajes hablaba del contexto, y ahí descubrí que ese iba a ser el tipo de literatura donde quería instalarme», apuntó.

‘Carreteras secundarias’ fue traducida en Italia (Inaudi) y Francia (Gallimard). «Cuando estás en un catálogo como ese, o como el de Anagrama, empiezas a tomarte en serio a ti mismo, tienes que dar lo mejor de ti. A partir de esos primeros libros vi la responsabilidad que tiene uno ante un lector, tienes que entregar lo mejor de lo que eres capaz en cada momento, hacer que cada libro sea mejor que el anterior»

El encuentro, que fue presentado por Mayte Ciriza, directora de Cultura y Patrimonio de la Fundación Ibercaja, se cerró con las preguntas del público que asistió a la videoconferencia.

Rosa Montero (el próximo 1 de diciembre) Javier Sierra y Fermín Bocos participarán en las próximas citas de ‘Martes de libros’.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión