NARRATIVA ARAGONesa. Artes & letras

María Frisa: "Zaragoza es una ciudad de novela negra"

Cuestionario. Vivir para leer. La narradora publica una nueva novela, ‘El nido de araña’, en ediciones B

La escritora publina una novela sobre la memoria y la maternidad.
La escritora María Frisa publica una novela sobre la memoria y la maternidad.
Guillermo Mestre.

¿Cuál es el primer libro, o los primeros libros, que le cambiaron la vida?

Los primeros libros que recuerdo son los ‘Miniclásicos’ de María Pascual. Tenían unas ilustraciones que me fascinaban. También devoraba las decenas de libros de Agatha Christie que publicó la editorial Molino.

¿Y el que le reveló los poderes de la literatura?

No hubo ninguno en concreto, más bien fue un proceso, pero sí que recuerdo la fascinación al leer en el primer año de instituto ‘Te trataré como a una reina’ de Rosa Montero o ‘Bélver Yin’ de Jesús Ferrero.

¿Quiénes son los autores de su vida?

No tengo ningún autor de referencia, a lo largo de los años han ido cambiando y han aumentado el número de mujeres.

¿Qué libros le acompañan siempre, o casi siempre?

Ninguno. Al igual que con los autores soy muy voluble.

¿Qué busca en la literatura, en la que escribe y en la que lee?

Supongo que busco respuestas, comprender el mundo, a mí misma y a los demás, pero hay momento en que simplemente busco evasión.

¿El inicio que más le conmovió o le conmueve?

Hay varios, pero el primero fue el comienzo de ‘Cien años de soledad’: «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo». Me parece tremendamente evocador.

Es el más citado, sí. ¿Y el final?

Como escritora de novela negra, los finales son mi mayor preocupación. Mi final preferido son los versos del poema ‘No volveré a ser joven’ del poeta Jaime Gil de Biedma: "Pero ha pasado el tiempo / y la verdad desagradable asoma: / envejecer, morir, / es el único argumento de la obra".

"Mi final preferido son los versos del poema ‘No volveré a ser joven’ del poeta Jaime Gil de Biedma: Pero ha pasado el tiempo / y la verdad desagradable asoma: / envejecer, morir, / es el único argumento de la obra".

¿Tiene un personaje favorito de ficción? ¿O varios?

Mi personaje favorito es Jo March. ‘Mujercitas’ fue el primer libro que leí en que una mujer era escritora. Me pareció un sueño imposible de alcanzar para una chica de un instituto público de Zaragoza, hija de un cartero y un ama de casa.

¿Y uno real convertido en ficción?

Limónov en el libro homónimo de Emmanuel Carrère.

En distintos artículos ha defendido la literatura de mujer. ¿Por qué, tiene una mirada distinta?

Más que la literatura de mujer, defiendo que las mujeres podemos escribir libros tan interesantes y de tanta calidad como los hombres. No sé si las mujeres aportamos una mirada diferente, pero en mi caso intento romper con los estereotipos. Por eso en mi primera novela negra quise que al frente de la investigación estuvieran dos mujeres fuertes y complejas. Las mujeres necesitamos referentes.

¿Quiénes son los autores de novela negra que le interesan?

Soy bastante ecléctica en mis lecturas y me interesan muchos autores, por citar algunos: Jane Harper, Fred Vargas, Pierre Lemaitre, Louise Penny, Benjamin Black, Lorenzo Silva, Alicia Giménez Bartlett…

¿Es Zaragoza una ciudad de novela negra?

Para mí lo es, en ella ambienté mi novela ‘Cuídate de mí’.

¿Qué poemarios o novelas o ensayos rescataría del olvido?

Si tuviera que rescatar alguno serían libros de relatos. Un buen ejemplo es Lucía Berlín, sus relatos me conmueven profundamente. También hay grandes cuentistas en nuestro país, como Carlos Castán, Cristina Fernández Cubas, Jon Bilbao…

¿Los tres últimos libros, más o menos recientes que le hayan conmovido?

‘Compórtate’ de Robert Sapolsky, ‘Una educación’ de Tara Westover, ‘La forastera’ de Olga Merino.

¿Colecciona algún autor, es fetichista?

No, no soy nada fetichista.

¿Cuál es el libro de su biblioteca que tiene para usted una historia especial, singular o emotiva?

Seguramente, la primera novela que publiqué y que me hizo empezar a creerme que podía ser escritora. Se titulaba ‘El resto de la vida’.

¿Ha hecho más locuras por amor o por la literatura?

Por la literatura, sin duda.

¿Hay una cita o un fragmento de un libro que le defina o que le guste especialmente?

Hay muchos. De los últimos que he leído, me han impactado y conmovido las reflexiones sobre el amor y la dependencia de Lena Andersson en ‘Hechos poco fieles’, o sobre la amistad de Vigdis Hjorth en ‘La herencia’ o la polifonía de los niños muertos de Marta Sanz en ‘Pequeñas mujeres rojas’.

"‘El nido de araña’ es una novela trepidante y repleta de giros en la que nada es lo que parece. Es mi novela más psicológica y en ella tiene un gran peso la psicología conductista y el pasado"

¿Dónde lee, en qué soporte, en qué momento, cuánto tiempo?

Prefiero leer en papel, sobre todo los ensayos, pero últimamente también leo en ‘ebook’. No tengo ni momentos ni un tiempo determinado, aunque suelo leer por la noche.

Háblenos de su nueva novela, que publica en Ediciones B.

‘El nido de araña’ es una novela trepidante y repleta de giros en la que nada es lo que parece. Es mi novela más psicológica y en ella tiene un gran peso la psicología conductista y el pasado. Al terminarla, se hace evidente que el tema central es la maternidad, hasta qué punto los hijos pertenecen a los padres, los límites que se traspasan para protegerlos y los errores irreparables que se cometen.

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