El Paraninfo muestra el arte de los grabadores extranjeros del Siglo de Oro

La biblioteca del Paraninfo de Zaragoza expone hasta el 1 de febrero 44 piezas entre portadas, retratos, estampas de interior y escudos que corresponden a ediciones fechadas entre 1609 y 1653,

Zaragoza, 21 oct (EFE).- La biblioteca del Paraninfo de Zaragoza dedica su nueva muestra a los libros ilustrados por los grabadores extranjeros del Siglo de Oro, flamencos y franceses que llegaron a E...
Grabadores del siglo de Oro en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza
Grabadores del siglo de Oro en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza
Guillermo Mestre

La biblioteca del Paraninfo de Zaragoza dedica su nueva muestra a los libros ilustrados por los grabadores extranjeros del Siglo de Oro, flamencos y franceses que llegaron a España atraídos por la falta de artesanos locales en el país.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 1 de febrero de 2021, ha sido inaugurada este miércoles por la directora de la Biblioteca General y comisaria de la muestra, Paz Miranda; el director de la biblioteca de la Universidad de Zaragoza (UZ), Ramón Abad, y la vicerrectora de Política Científica, Blanca Ros.

Se trata de 44 piezas entre portadas, retratos, estampas de interior y escudos que corresponden a ediciones fechadas entre 1609 y 1653, que contienen los ejemplos más destacados que conserva la Biblioteca General de la producción de once grabadores de origen flamenco y francés.

La importancia de los grabadores en la producción

Pero ¿por qué los grabadores de Europa tuvieron tanta importancia en la producción bibliográfica de esa época?. Como ha explicado la comisaria, las industrias editoriales españolas atravesaban una grave crisis, por lo que los talleres, generalmente pequeños, no podían mantener a grabadores entre su personal.

Además, al contrario que en otros lugares, en España no se extendió la costumbre de comercializar calcografías de los grandes pintores, producciones muy populares entre la clase media, que no podía permitirse un cuadro original.

Estos grabadores no eran figuras destacadas, pero sí artesanos bien formados atraídos por la idea de trabajar en plazas menos competitivas que las de su país de origen.

"Las personas que querían introducir grabados de cierta calidad en los libros recurrían a ellos. Llegaron y triunfaron porque se dieron cuenta de que no había nada", ha señalado Miranda, quien ha destacado que contribuyeron a darle una dignidad a la colección bibliográfica de la época.

En las vitrinas de la biblioteca destacan los frontispicios, no solo por ser el grupo más numeroso, sino porque representan las "arquitecturas maravillosas que daban entrada al contenido de los libros".

Entre la variedad de retratos de nobles, religiosos o escritores, sobresale el de Góngora abierto por Jean de Courbes, de gran importancia por ser la primera copia conocida de una obra de Velázquez.

Llaman la atención los navíos del espectacular grabado de Schorquens, que representa la llegada de Felipe III a Lisboa, y que aparece publicado en la crónica del viaje escrita por Juan Bautista Lavaña.

Entre los once artistas se encuentra la holandesa María Eugenia de Beer, una de las primeras grabadoras conocidas y la única en la corte española de la primera mitad del siglo XVII .En la exposición, se puede apreciar un ejemplo de su trabajo en un tratado de la jineta, con imágenes de rejoneo y de las artes del toreo.

Acercarse a los valores del Barroco

Además de su valor artístico, la comisaria ha subrayado el interés de la colección para poder acercarse a la mentalidad y a los valores del Barroco.

La representación de los intereses políticos de las clases dominantes, la moralidad de la época o las nuevas formas de expresar la religiosidad de una sociedad marcada por la Contrarreforma se pueden reconocer en algunos de estos grabados.

Aunque la inauguración de esta exposición (ya pospuesta por la pandemia) llega en un momento de endurecimiento de las medidas en Aragón, el director de la biblioteca de la UZ ha apostado por dar continuidad, en la medida de lo posible, a estas actividades enfocadas tanto al público universitario como al resto de la sociedad.

En cualquier caso, ha recordado que nos encontramos en la Semana del Acceso Abierto y que las maravillas de los fondos bibliográficos siempre están disponibles "a través de las puertas digitales".

Y como ha agregado la vicerrectora, los bibliotecarios de la institución tienen todavía mucho por mostrar de entre los "tesoros que guardan y miman". 

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