El 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Paz. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció esta cita en 1981 y, en 2001, su Asamblea General decidió por unanimidad designar esta jornada como de no violencia y alto el fuego. Para este 2020, el lema escogido es 'Forjando la paz juntos'. En este año tan especial se busca "fomentar el diálogo y recolectar ideas, difundiendo compasión, amabilidad y esperanza frente a la pandemia".

Los niños deben entender la importancia de esta fecha y aportar su granito de arena por un mundo sin conflictos. Para ello, nada mejor que concienciarlos jugando.

Palomas de colores

Una paloma blanca con una rama de olivo en el pico simboliza la paz. Tiene origen bíblico, ya que este animal aparece por primera vez en el relato del Arca de Noé, en el que la paloma es la encargada de saber cuál es el estado del mundo tras el diluvio universal. Imprime unas siluetas, invítales a pintarlas de colores o pegando gomets y colócales un palito abajo para que puedan cogerla más fácilmente.

Bingo de la paz

Es una actividad perfecta para que los niños de primaria hagan en clase. Les ayudará a darse cuenta de que tienen muchas cosas en común con sus compañeros. Los alumnos deberán rellanar una tarjeta en la que incluyan actividades cotidianas como andar en bicicleta, comer verduras o correr. Deben buscar compañeros que tengan los mismos gustos en común. Aquel que logre terminar su cartulina antes que nadie será el ganador de este particular bingo.

Misión pacífica de diplomacia

Este juego tiene el objetivo de que los niños aprendan a llegar a acuerdos. Se dividirá la clase en dos grupos. Cada uno representará a un país con unas determinadas características culturales y tendrán en un sobre diferentes objetos (lápices de colores, bolígrafos, gomas, fotografías...). El profesor repartirá un folio con el objetivo que tiene que lograr cada uno en la negociación. A partir de ahí, comienzan las negociaciones y se ven los posibles problemas que van surgiendo hasta que los dos grupos logran lo que tienen estipulado a través del diálogo. Para que entiendan que no debe haber conflictos, se pueden establecer reglas básicas como que el juego se termina si elevan la voz.

Un puzzle pacífico

Un mural gigante puede ser un buen método para que los niños recuerden durante todo el curso escolar que hay que vivir en paz. Recortaremos piezas en las que pondremos diferentes dibujos alusivos que los niños tendrán que pintar. Podemos poner otros con actitudes no pacíficas como una pelea o un niño gritando que no encajarán en el puzzle para hablar con ellos sobre la importancia de la paz en el mundo.

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