Notas costumbristas (37)

El calvario de Lacambra

Este aragonés contó su infortunio en un libro apenas recordado: 'Mi calvario. Diez años de un inocente en presidio', con prólogo de Jacinto Benavente. 

Libro que escribió Vicente Lacambra, con prólogo de Jacinto Benavente
Portada del libro que escribió Vicente Lacambra, con prólogo de Jacinto Benavente
Heraldo.es

Los errores judiciales han sido frecuentes a lo largo de la historia. Uno de los más sonados tuvo como protagonista a un aragonés: Vicente Lacambra, que contó su infortunio en un libro apenas recordado: 'Mi calvario. Diez años de un inocente en presidio', publicado en Valencia, en la segunda década del siglo pasado, con prólogo de Jacinto Benavente. 

Lacambra, tras ser reconocido en una rueda de presos en Barcelona, estuvo encarcelado de 1904 a 1913 por un crimen que no cometió. Juzgado en 1905, quince meses después de su detención, se le condenó a cadena perpetua. Tras diez años en la cárcel, en diciembre de 1913 fue indultado gracias a las gestiones que llevaron a cabo Benavente, Zamacois, Zulueta, Marquina, Azorín y Peréz Galdós, entre otros. 

Benavente llegó a escribir que estaba más contento por el indulto de Lacambra que por el éxito de 'La Malquerida'

Benavente llegó a escribir que estaba más contento por el indulto de Lacambra que por el éxito de 'La Malquerida'. Antes Lacambra lo había intentado todo para conseguir la libertad, incluida una emotiva carta enviada al presidente de la Audiencia en la que se declaraba una vez más inocente y le decía cosas como ésta: “Aragonés de nacimiento, circula por mis venas la sangre aquella que abona el corazón de ingenuidad, franqueza y aún algo más, y no cabría en mí ni el odio para engañar, ni la villana cobardía que me hiciera rehuir las consecuencias de mis actos”. 

Lo más llamativo del caso, del que se hizo eco Andrés Saborit en Joaquín Costa y el socialismo, es que en realidad el crimen lo había cometido su hermano Antonio, que en agosto de 1905, una vez conocida la sentencia condenatoria dictada contra Vicente, envió desde Nimes, donde se hallaba preso, una carta a la Audiencia en la que se confesaba culpable y solicitaba la libertad para su hermano. Ésta no habría de llegar hasta ocho años más tarde. Antonio, para entonces, había muerto ya de remordimientos. 

Página sobre Vicente Lacambra publicada en Mundo Gráfico. En el centro, imagen de su esposa,Josefa Royo, a quien conoció en la cárcel.
Página sobre Vicente Lacambra publicada en Mundo Gráfico. En el centro, imagen de su esposa, Josefa Royo, a quien conoció en la cárcel.
Heraldo.es
Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión