Análisis del Roborock S6 Max V: un robot aspirador preparado para evitar a sus enemigos

La invasión de los robots se está tomando su tiempo. Se arrastran por el suelo de los hogares tratando de limpiar cada alfombra, esquina y recoveco, mientras intentan de evitar los obstáculos que sus dueños van dejando en su camino, los montones de ropa, los zapatos, la báscula y, sobre todo, su gran antagonista: los cables.

Dos ojos y un cerebro nuevo, son las armas humanas que el fabricante Roborock ha otorgado a su nuevo robot, el S6 Max V para combatir en la batalla diaria de la limpieza del hogar. Con ellas, esta aspiradora autónoma es capaz de reconocer su entorno de una manera más precisa, mientras que el sensor láser -heredado de la anterior generación- se dedica a dibujar un completo mapa de todas las estancias.

Los ojos son dos cámaras que le dotan de visión binocular, una cualidad que le permite gozar de perspectiva y una comprensión del entorno en tres dimensiones. El cerebro es un procesador de Qualcom, que facilita el tratamiento de las imágenes obtenidas de manera local, para asegurar la intimidad del usuario.

El sensor Lidar (Laser Imaging Detection and Ranging) traza el mapa completo del hogar y lo trocea para permitir la limpieza independiente de las diferentes habitaciones.

Además, gracias a una actualización reciente de su ‘software’, los robots de Roborock ya son capaces de trabajar en viviendas de más de una planta.

Buen resultado, no perfecto

El S6 Max V es el robot aspirador más completo de la marca hasta la fecha y uno de los mejores del mercado. Con un precio de 650 euros, también es el más caro de Roborock .

Tiene 2.500 pascales de potencia de succión y es capaz de limpiar en profundidad todo tipo de suelos y alfombras. Cuenta además con 5 modos -delicado, silencioso, equilibrado, turbo y máximo- que aumentan paulatinamente la potencia y el ruido que emite el dispositivo.

Al mismo tiempo que aspira, este robot friega y pasa la mopa gracias a un tanque incorporado con una capacidad para 200 metros cuadrados y 4 niveles de flujo de agua.

En nuestras pruebas, el S6 Max V ha sido capaz de reconocer y evitar de manera muy precisa obstáculos como zapatos o básculas, con los que la anterior generación se enzarzaba en absurdas batallas. Aunque también detecta los cables sigue enredándose con ellos ocasionalmente.

Tampoco es capaz de evitar pequeños obstáculos como escalones de 10 centímetros. Afortunadamente, tiene un sistema de paredes virtuales y zonas restringidas, con las que el usuario puede indicar los lugares más sensibles por los que no desea que pase el robot y evitar desastres.

Todo ello se controla a través de una completa ‘app’ en la que también se puede corregir el mapa, programar el robot para que limpie a una hora concreta y consultar su estado y localización en todo momento.

El vaciado del depósito de polvo hay que llevarlo a cabo de manera manual tras 5 o 6 pasadas. Todas sus partes degradables -filtro, rodillo, mopa y cepillo lateral- son reemplazables y existen ‘packs’ a la venta en internet por poco más de 3 euros.

En definitiva, el Roborock S6 Max V es uno de los robots de aspirado y fregado más completos e inteligentes que hemos probado, pero todavía existe margen de mejora que evite un lío de cables y ciertas tendencias suicidas con los escalones.