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50 años del paso del ‘Elvis Rojo’ por Aragón

El actor y cantante estadounidense Dean Reed, muy popular en Latinoamérica y en la órbita soviética, rodó en el Bajo Cinca hace medio siglo.

El actor y cantante Dean Reed.
El actor y cantante Dean Reed.
Heraldo.es

Fraga y sus alrededores se convirtieron entre 1965 y 1972 en escenario de la grabación de unos treinta ‘spaghetti westerns’. Fueron ocho años excitantes en los que el desembarco de los equipos de rodaje suponía un inolvidable aliciente para los fragatinos, especialmente para los niños. Los intérpretes, algunos internacionales, captaban la mayor atención. El estadounidense Dean Reed, con su impactante planta y su cabellera rubia, fue, tal vez, la más rutilante estrella de cuantas desfiló por la capital del Bajo Cinca.

Hace medio siglo que este actor y cantante aterrizó en Aragón para intervenir en ‘Veinte pasos para la muerte’, un western que no pasó a los anales del cine por su calidad. Bajo la dirección de Manuel Esteba y un guión de Manuel Ferrés Iquino, esta coproducción hispano-italiana narra la historia de un sargento del ejército confederado que encuentra a un niño mestizo enterrado hasta el cuello al borde de la muerte y lo rescata. Años después, el niño se hace adulto y parte de ese pasado regresa con sed de venganza.

Reed, que entonces tenía 32 años, ya acreditaba un peculiar currículo vital y profesional. Nacido en Colorado (EE. UU.) en 1938, dio sus primeros artísticos en su país como baladista candidato a convertirse en ídolo de las jovencitas. En 1958 fue fichado con ese propósito por el sello Capitol Records –la escudería de Frank Sinatra–, con el que editó cuatro ‘singles’ que no gozaron del favor del público local y no entraron en las listas de ventas norteamericanas.

Sorprendentemente, algunas de esas canciones que habían pasado desapercibidas en su país natal, triunfaron en Latinoamérica, especialmente en Chile, Perú y Argentina. Tras realizar una exitosa gira sudamericana a principios de los 60, palpó la popularidad que atesoraba y decidió establecerse en Chile y posteriormente en Argentina. Firmó multitud de discos, intervino en programas televisivos y protagonizó numerosos filmes. Fue en esa etapa donde fue rebautizado como el ‘Elvis Rojo’ por su sintonía ideológica con la izquierda gracias a su relación con intelectuales y artistas progresistas, como el cantautor Víctor Jara. No vaciló en criticar la Guerra de Vietnam o en ofrecer conciertos gratuitos en zonas deprimidas. También denunció el golpe de Estado a Salvador Allende y la posterior ejecución de Víctor Jara en 1973.

Tras un golpe de Estado en Argentina en 1966, emigró a Roma, donde se introdujo en el arte del ‘spaghetti western’. Fue el paso previo para viajar a la Unión Soviética en 1970 y asentarse en la República Democrática Alemana., concretamente en Berlín Oriental.

Fue precisamente en ese tránsito hacia Moscú cuando recaló en Fraga para rodar ‘Veinte pasos para la muerte’ y ‘La banda de los tres crisantemos’.

Un rodaje mítico

Diego Tejera, el principal especialista del legado cinematográfico en localidad altoaragonesa, fue uno de esos niños que acudieron absortos al rodaje en el que sobresalía Dean Reed.

«Yo era muy jovencito cuando se rodó la película, pero lo recuerdo muy bien. Me acuerdo perfectamente de que la mayoría de actores iban a comer al hotel Sorolla o al hotel Casanova, donde también había un cine. Los artistas se movían por allí con toda tranquilidad. Venían de grabar de los estudios en Esplugas de Llobregat (Barcelona), donde estaba representado el poblado, y a Fraga venían para grabar los exteriores. A los fragatinos, sobre todo a los niños, nos gustaba verlos e ir al rodaje. Por ejemplo, cuando se rodaba en el río Cinca, que simulaba el río Grande», rememora.

Tejera habla desde la emoción más profunda por aquel tiempo tan dichoso que tanto le ha marcado. «Tenía 8 o 9 años y me llamaba mucho la atención. Fui con la bicicleta a presenciar el rodaje. A veces, hasta conocía personalmente a alguno de los actores, como el zaragozano Fernando Sancho –presente en clásicos de Hollywood como ‘Lawrence de Arabia’ o ‘Rey de Reyes’–, que estaba cada dos por tres. No eran tiempos de pedir autógrafos ni hacer fotografías, pero sólo con verlos ya era muy emocionante. Les tenía un poco de respeto. Fue una época muy especial. Veía cosas extraordinarias. A veces llevaban caravanas. En otras ocasiones contrataban ganado», comparte.

El poblado de Cardiel, a 12 kilómetros de Fraga en dirección Zaragoza, fue escenario trascendental de las andanzas de Dean Reed en ‘Veinte pasos para la muerte’. «En Cardiel se desencadena el final de la película, con un duelo a muerte en el que aparece Reed. Y también cerca de Fraga, en la zona de Candasnos, se grabó en una localización de un rancho. También recuerdo lo que se denominaba ‘El barranco de las balas’, que era el camino o carretera que va pegado al río y que ahora es un vertedero. Ha cambiado mucho el paisaje en este medio siglo», concluye Tejera. 

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