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Auriculares para seguir aislado (siempre que se quiera) con el mejor sonido
Parece que Sony ha decidido competir con ella misma en lo alto del podio de mejores auriculares con cancelación activa de ruido (ANC) del mercado.
El diseño los diferencia: unos más jóvenes y desenfadados, disponibles en múltiples colores a cada cual más llamativo; los otros clásicos, sin estridencias, con una nobleza en los materiales que se nota en el contacto directo y un cuidado de los pequeños detalles que marcan la utilidad en el día a día.
El nombre los une, en ambos, es impronunciable y fácil de olvidar: 1000XM3 (izquierda) y H910N (derecha). Las prestaciones son casi idénticas. Los jóvenes tienen 35 horas de autonomía -5 más que sus hermanos mayores- y carga rápida USB-C que dota a los auriculares de 2,5 horas de batería en solo 10 minutos en el enchufe.
Ambos cuentan con esa magia única del chip QN1 de Sony , que procesa el ruido externo a través de dos micrófonos para hacerlo desaparecer y sumir al usuario en el más profundo aislamiento. Un sistema de cancelación de ruido activa (ANC), que se pone en funcionamiento de forma inteligente basándose en el movimiento del usuario.
Los dos se controlan con un panel táctil en el auricular derecho que permite cambiar de canción, controlar el volumen y abrir una ventana al mundo exterior con solo posar la palma de la mano: bajando la música y captando los sonidos del exterior con los micros.
Los dos se llevan bien con el asistente de Google que, además de responder a las dudas, es capaz de leer los mensajes según llegan al teléfono y responderlos si se los dictamos. Además, comparten una completa aplicación que permite controlar todas y cada una de sus múltiples cualidades.
Su diseño es mucho más joven y desenfadado, tienen 5 horas más de batería y aunque sus controladores son ‘solo’ de 25 mm a penas hemos notado diferencia en calidad de sonido. Sus materiales son menos nobles que los de su hermano mayor, pero su precio también es unos 40 euros más asequible: se pueden encontrar por unos 250 €.
Además de gozar de una potencia sonora abrumadora gracias a sus ‘drivers’ de 40 mm con diafragmas de polímero de cristal líquido para un sonido rico en graves y detalles, cancelan completamente cualquier ruido e incluso controlan la presión atmosférica, lo que los convierte en unos auriculares ideales para largos vuelos.
