LITERATURA ESPAÑOLA

Galder Reguera, la familia como sistema asistemático

El autor de 'Libro de familia' cuenta la historia de su padre, que falleció de accidente el mismo día que su madre supo que estaba embarazada de él

Galder Reguera publica 'Libro de familia'.
El escritor Galder Reguera.
Archivo G. Reguera.

Qué difícil es hablar profundo escribiendo sencillo. Galder Reguera se ha enfrentado a la ardua tarea de airear las buhardillas de la casa familiar en un bello relato que huele a piel y sabe a vida. Su padre falleció en accidente de tráfico el 31 de diciembre de 1974, el mismo día en que su madre le dijo que estaba embarazada. “Él es para mí el pasado que no tuve, y yo para él soy el futuro que se le negó”. Háganse cargo de la dura faena de narrar el duelo de una sombra, dar cuerpo a recuerdos que no tienes, contemplar sin afectación una foto, un disco, una palabra. Uno acaba por descubrir que la identidad no es cosa de apellidos, de consanguinidad, de herencias o filiaciones.

El exquisito trabajo de Galder Reguera se condensa en dos momentos del libro que hemos experimentado todos, pero G.R. los convierte en metáfora de la tarea literaria sin exceso de palabra. Dejar que lo habitual siga su curso hasta condensar una gota de licor literario sin apretar demasiado la mano que escribe, eso es literatura.

Dos momentos, decía. El abuelo de Galder manda al crío a la bodega a por un Muga del 84. A Galder le aterroriza ese espacio lóbrego y evita mirar atrás, pero sube despacio para no agitar la botella y estropear así el vino. Esa es la esencia de este libro: caminar despacio sin agitar el relato para que no se enturbie, dejar que la pasión mueva el corazón, pero no la mano, templar la letra para que grabe sin quemar. Porque hay quien escribe autobiografía para condenar a todos los demonios ajenos, hay quien trata de conjurar los propios usando el relato a modo de escalpelo y, por fin, quien escribe para dar cuerpo a las voces dormidas.

El segundo momento está cercano al final: el herrero que está construyendo la verja de la casa familiar en Mungia regala a Galder y a su primo Unai dos espadas que quedarán sepultadas bajo el jardín familiar al nivelar el terreno. A esa botella, memoria de la tierra fértil, como a esa espada, emblema de los sueños rotos, solo se llega por medio de la palabra. Los dos momentos cimentan los dos principios de este relato: el cuidado y el deseo.

Galder Reguera publica 'Libro de familia'.
Detalle de la portada de Seix Barral.
Archivo Heraldo.

Que sea fácil de leer no quiere decir que sea fácil de digerir. El lector tiene que olvidar la prisa en los zapatos y buscar serenidad para abordar cada una de las 79 secuencias. La estructura parece responder a un principio de necesidad: el material va llegando conforme la escritura avanza y Galder Reguera solventa este problema con el uso del presente con valor de pasado que actualiza el relato de manera continua. Esta estrategia pudiera plantear algún problema de ritmo, pero la sintaxis breve y concisa, ordenada y poderosa, avientan cualquier tentación.

Sin duda, el libro tiene un flanco débil si se lee mal: habrá quien critique algún cliché, quien diga que es otro más escribiendo sobre la muerte del padre… Error: este libro de Galder Reguera nos susurra que el verdadero libro de familia no es el que te da el registro sino el que uno escribe con su vida. Que La familia no es un punto de partida sino uno de llegada. Que no existe la familia: existe tu familia. Otra fragilidad que pudiera exponer el relato es esa tentación que llega con la vida mediada y la reciente paternidad. Sí. Todos pensamos cómo contarles a nuestros hijos cómo fue ese padre que ellos no conocieron como abuelo. Pero no todos los niños tienen dos padres, o tres abuelos. Galder Reguera escribe para contarnos cómo es la vida con un padre que no llegó, otro que vino más tarde y una madre que estuvo siempre.

Eso sí, aprendamos a tener cuidado y a cuidar: estamos mucho más cerca de lo que nos imaginamos. Aunque vivamos semiconfinados, nos pasamos la vida dándonos codazos emocionales. La vida hiere y sana a todos por igual, pero para desatar los nudos familiares es mejor dar voz y letra, porque la verdad no es más que un sumatorio aproximado hecho de curiosidad y consenso. Hay detalles en el libro que despertarían la curiosidad de un experto en pedagogía sistémica. Y no pocos. Por eso y por muchas cosas más, ‘Libro de familia’ no es una pieza más en el género de la autoficción: es engranaje.

LA FICHA

'Libro de familia’. Galder Reguera. Seix Barral, 2020, 399 págs.

* Jorge Sanz Barajas es profesor de literatura, crítico literario y escritor. 

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