Por la tarde se puso a llover. Habíamos comido en un restaurante de Rubielos de Mora José Luis Lasala, su esposa Angelines Royo, mi mujer Pilar Vilar y el que escribe, junto al alcalde de la localidad Ángel Gracia. Se iba a inaugurar la Sala de Exposiciones en la parte superior de la antigua iglesia del Carmen y la primera exposición sería de José Luis. El destino del viaje era Puertomingalvo y mi madre Lola que nos acompañaba aquel Miércoles Santo de finales de marzo de 2002 dijo que la lluvia, en Puertomingalo sería nieve. Seguimos el viaje con lluvia y en el puerto de Linares la lluvia se transformó en nieve y un poco más arriba ya no pudimos pasar con nuestros vehículos. Regresamos a Linares por si acaso y llamamos a Manuel Zafón y con dos todoterrenos vinieron a rescatarnos y llegamos al destino. Un clima desapacible y chipi-chape del aguanieve los días siguientes.

Conocí a José Luis Lasala a principios de los años 80, cuando él era director del todavía 'non nato' Museo Pablo Serrano y yo Director General de Cultura del Gobierno de Aragón.

He organizado con posterioridad varias exposiciones del artista en Fraga, en Huesca, en Rubielos de Mora, en Alcañíz, en Puertomingalvo, en Mora de Rubielos y con resultados magníficos, siempre con su colaboración imprescindible para el buen resultado. Unas veces era de obra reciente y alguna vez una retrospectiva que me hizo profundizar en la visión evolutiva de una plástica incardinada en el periodo que ha vivido el artista, pero siempre en el mundo más avanzado y vanguardista. José Luis Lasala conecta con los del Grupo Pórtico, especialmente con Santiago Lagunas, con los del Grupo Zaragoza, especialmente con Vera y Sahún, con los Broto, Tena, Grau (que acaba de fallecer), Rubio y Miguel Marcos del Grupo Trama, cuando estaban con lo de 'pintura-pintura', e integró el grupo Azuda-40. Pero Lasala profundizaba más; profundizaba en todos aquellos artistas que le aconsejaban mirar Román Escolano o Federico Torralba.

Lasala empezó a pintar desde la base de su enorme cultura y conocimiento del arte. Empezó en el neoplasticismo, con influencias de Gerardo Rueda, con unas pinturas en relieve sobre tabla y pintura plástica, pasó después por la 'pintura-pintura', como he dicho, y posteriormente, ya en los años ochenta, se introdujo en un expresionismo con relaciones interesantes con la pintura de Rothko. Su abstracción practica con el gesto, con el 'dripping', con la transparencia, con las superposiciones de color, con la pasta de papel, con las maderas pegadas al lienzo, con los juegos de la trementina y el agua. Pero la pintura es reflejo de lo que le rodea al artista y al igual que Rothko, Lasala asigna a sus pinturas las propiedades que se convierten en portadoras de emociones humanas. El color pasó a tener el protagonismo casi exclusivo de sus pinturas. De aquel viaje descrito al principio pintó un cuadro que refleja, sólo en color, aquella noche de nieve y hastío que nos embargó a todos.

Lasala es una persona cultivada en lecturas, consumidor de cine, de música, de viajes y eso se refleja en su pintura. Basta con citar sus 'Lugares de la memoria' en los que con toques figurativos describía sus viajes por Europa, con detención en el románico y el gótico disfrutados.

Hablando de viajes, en varias vacaciones de Pascua, los antes citados viajamos varias veces por el sur de Francia. Fueron viajes disfrutados con paisajes, arquitecturas y gastronomía. ¡Cómo no iba a estar la 'cuisine française' presente! Viajes también llenos de anécdotas y de agradables vivencias.

Archivo familiar Lasala Royo.

Angelines Royo falleció en el año 2011, nos dejó a todos un enorme vacío y a José Luis Lasala un desolador cambio de vida que le ha costado superar. La última exposición que pintó el artista estuvo dedicada a Angelines, se llamó 'La memoria rota' se la organizó Ibercaja, como no podía ser de otra manera y fue comisaria su hija Sabina, conocedora de su obra y especialista en arte actual. Eso fue en febrero del año 2013.

En el verano de 2019 se expuso en la Sala de la Villa de Puertomingalvo una parte de su colección de obra gráfica que José Luis Lasala quiso que se llamara 'Colección Angelines Royo'. Será parte de una donación a Puertomingalvo en homenaje a su mujer y en memoria de la amistad relacionada con aquella nieve tardía.

*Ricardo García Prats es director Museo Salvador Victoria y crítico de arte.