Rainer Maria Rilke influyó de manera diáfana en el proceso creativo de Balthus. Esta certeza puede diluirse al pensar que la prosa de Ignacio Ferrando haya influido en la de Esther Ginés. Pero se desvanece al comprobar que ‘Un centímetro de mar’ –premio Ciudad de Irún 2011-, de Ferrando, tiene cadencia pareja a ‘Mares sin dueño’. Paralelismos probables al margen, la tercera novela de Esther Ginés (Ciudad Real, 1982) viaja y dialoga con el inconsciente hasta hacerse consciente de su capacidad de transformación. 

La escritora manchega, residente en Madrid y mirada puesta en Escocia, desgrana el proceso vital de crecimiento de los personajes sin dejar atrás la materialidad del escenario marino ni la reflexión previa a todo miedo vencido. La trama cuenta la historia de Elisa, española que decide dejar su vida para seguir a Kylian, escocés que se la lleva mentalmente a sus islas Orcadas. Cuando ella ya está ahí, cree que ha terminado su viaje. Nada más lejos de ser así. Entonces surge el verdadero viaje. El de cuál es el precio a pagar para proteger a quien se ama de las cosas que hieren. 

Con momentos introspectivos que marcan cadencia como un mar que va y viene embravecido, Ginés lo balancea con unos diálogos tan breves que son las miradas las que terminan hablando. Como si las máscaras antes de un viaje anunciasen lo que nadie todavía sabe. Una vez la trama se desarrolla, otro de los aciertos de la autora es el desarrollo paulatino de los personajes. Nadie se abalanza ni se retrae, cada personaje troncal dosifica la información para que la acción resulte adecuada al proceso temporal que se marca en la novela. Sin dejar atrás que en las Orcadas lo onírico se adapta como un vaso de cristal a un whisky, las decisiones de los personajes también parecen encajar a la inversa. 

Es en ese proceso inverso de adaptación donde el lector encontrará el placer que le parecía escondido. Logro sutil que denota el esfuerzo del trabajo de la autora por conseguir que una trama que siempre va hacia delante, esté siempre mirando hacia atrás sin caer en fácil melancolía. 

Archivo Tres Hermanas.

Las raíces históricas de las islas y las afectivas de los personajes hacen de catapulta para que un ferry sea la nao de Ulises y que una mochila con libros haga de monolito simbólico. Enraizando los héroes clásicos con la actualidad vital de los protagonistas, 'Mares sin dueño' espera a los lectores en su casa mecida en el acantilado escocés, dentro del exquisito catálogo que va tejiendo como quien hace una hamaca, la editorial con raíz chejoviana, Tres Hermanas.

LA FICHA

‘Mares sin dueño’. Esther Ginés. Editorial Tres Hermanas. Madrid, 2020. 248 páginas.