El zaragozano que inventó la primera máquina del tiempo

Sindulfo García, el personaje protagonista de la novela de Enrique Gaspar ‘El anacronópete’ (1887), vuelve a estar de actualidad gracias a la serie ‘El Ministerio del Tiempo’

El zaragozano que inventó la primera máquina del tiempo
El zaragozano que inventó la primera máquina del tiempo
RTVE

Ocho años antes de que el autor británico H. G. Wells publicara su célebre obra ‘La máquina del tiempo’ vio la luz ‘El anacronópete’, una novela que anticipaba ­–en el campo de la ficción– la invención de la primera máquina del tiempo, un ingenio creado nada menos que por un personaje zaragozano, Sindulfo García, un científico adinerado que decide construir un artilugio capaz de viajar en el tiempo.

El invento que aparece en esta novela está de actualidad estos días gracias a la popular serie de televisión ‘El Ministerio del Tiempo’ (La 1), que se hace un guiño con la aparición del anacronópete en la trama de los capítulos de su cuarta temporada.

La obra fue escrita en 1887 por el diplomático y escritor madrileño Enrique Gaspar y Rimbau en formato de zarzuela. El anacronópete es una caja de hierro fundido que se desplaza por medio de la electricidad. En ella, los pasajeros toman el ‘fluido García’–así se titula un disco de grupo Sidonie– , para no rejuvenecer cuando viajan hacia el pasado.

La historia en tres actos describe, en su primera parte, la presentación de la máquina en la Exposición Universal de París de 1878. En su viaje inicial, los ocupantes se trasladan hasta la batalla de Tetuán en 1860. En la segunda parte vuelven al pasado, esta vez un poco más lejos en el tiempo, concretamente hasta la ciudad de Granada en el año 1492. Sindulfo y sus acompañantes también vistan Rávena en el 690 y la China del siglo III.

Ilustración de ‘El anacronópete’, realizada por el pintor y dibujante Francesc Gómez Soler
Ilustración de ‘El anacronópete’, realizada por el pintor y dibujante Francesc Gómez Soler
Archivo HA

En el último acto hacen una parada en la Pompeya del Vesubio y llegan al siglo XXX a. C. Descubren el secreto de la vida eterna en Dios hasta que, finalmente, don Sindulfo, fuera de sí, acelera el anacronópete y la máquina estalla al llegar al día de la creación.

Volumen recuperado

La novela de Gaspar y Rimbau no alcanzó la fama mundial que sí obtuvo ‘La máquina del tiempo’, de H. G. Wells. Sin embargo, hoy es un libro de culto. En 2018, se publicó una nueva reedición a cargo de la editorial valenciana Gaspar&Rimbau.

Según los editores, en el momento de la aparición, en 1887, ‘El anacronópete’ "tuvo una muy tibia aceptación del público local. Una posible razón es que, en el caso de Gaspar, los viajes en el tiempo son hacia el pasado y el autor los utiliza para hacer una profunda crítica social de una España que, a finales del siglo XIX, se estaba desintegrando. En el caso de Wells, el viaje es hacia un futuro tan lejano como el año 802.701. Esto de por sí ya generaba una gran curiosidad en todos los públicos".

El autor Fico Ruiz también rescató en su obra ‘Argonautas. Aragoneses olvidados’ (Anorak, 2017) las andanzas de Sindulfo García, el único personaje ficiticio entre una quincena de aragoneses desconocidos e injustamente olvidados a lo largo del tiempo. Ese tiempo a través de que viaja Sindulfo y su anacronópete, del que explica que "merced a él puede uno desayunarse a las siete en París, en el siglo XIX; almorzar a las doce en Rusia con Pedro el Grande; comer a las cinco en Madrid con Miguel de Cervantes Saavedra –si tiene con qué aquel día– y, haciendo noche en el camino, desembarcar con Colón al amanecer en las playas de la virgen América".

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