literatura y libros

Las librerías aragonesas recuperan el tono y se suman grandes superficies como Fnac

El establecimiento del Coso empezó ayer a atender a sus clientes en la planta calle mediante petición de títulos. La General ya abrió el miércoles

Librerías y grandes superficies.
La Librería General ha singularizado sus dos espacios con dos accesos distintos.
Laura Uranga.

"Hoy hemos abierto la Fnac de plaza España con medidas para garantizar la seguridad de empleados y clientes, con aforo limitado y con los espacios acotados a un total de 400 metros cuadrados de superficie. La apertura total del resto de secciones dependerá de cómo evolucione el paso a las siguientes fases y las especificaciones que conlleven las mismas en cuanto a las aperturas y medidas de seguridad en los comercios", decía ayer el Departamento de Prensa de Fnac España.

En la entrada se advertía que el aforo estaba limitado a 80 personajes. El cliente solicita el libro, se le va a buscar a la planta baja y se le sube de inmediato si hay ejemplares. Agregó el Departamento de Prensa: "En estos momentos no manejamos una fecha concreta para volver al estado habitual de normalidad ya que todo está supeditado a la evolución de la actual situación".

También en Zaragoza, la Librería General no tuvo la oportunidad de abrir el lunes de la pasada semana, como sí pudieron los establecimientos inferiores a 400 metros. Tras varias gestiones recuperó cierta normalidad dos días después, cuando se reencontró con sus lectores y clientes. Eli, una de sus libreras, explicaba: "Como tenemos dos puertas de acceso, una por el paseo de la Constitución para acceder al sótano, y otra por la plaza de Aragón para entrar a la planta calle, cursamos un escrito en el que solicitamos la apertura como dos espacios diferentes. Las dos plantas ahora están incomunicadas entre sí, pero tienen acceso propio. Al final, nos autorizaron la apertura y aquí estamos. Felices".

Eli dice también que la respuesta ha sido «estupenda. Hemos tenido y tenemos público. Y todo funciona bien con el horario habitual de lunes a sábado». Matiza: "Estamos contentos. Hemos visto que los clientes vienen a por sus libros y que están muy concienciados. Son responsables con los protocolos sanitarios. Tenemos geles, cremas, mascarillas, guantes, mantenemos la distancia de seguridad, y nosotras tenemos pantallas protegidas".

Librerías y grandes superficies.
Primera planta de la FNAC del Coso, que ha abierto hoy.
Guillermo Mestre.

Si a media mañana las libreras de la General no daban abasto, otro tanto sucedía en la librería París. "No hemos parado en todo el día –decía hacia las 14.00 César Muñío–. Ha sido una semana intensa en la que se ha visto que las librerías son de primera necesidad. No es un eslogan ni una frase hecha, sino una certeza. Hemos comprobado que los libros son necesarios para vivir. La gente no puede vivir sin libros y los libreros de Zaragoza tenemos lectores magníficos. Nosotros lo comprobamos a diario", dice.

Distribuidores y autores

Comenta que la distribución se ha retrasado y que no llegan los libros como en otros períodos. "Se han retrasado y reconsiderado lanzamientos, algunas editoriales como Errata han decidido no publicar en todo 2020; en cuanto a novedades estamos un poco en un quiero y no puedo. Con todo, vendemos muy bien ‘El mercader de libros’ de Luis Zueco, ‘Jauja’ de Use Lahoz, que fue recomendado por Jorge Javier Vázquez y eso se nota, los libros de Valeria, de Elisabet Benavent, impulsados por la serie de Netflix (como sucedía el pasado lunes en la librería Central, por ejemplo, que tuvo mucha actividad), ‘Peregrinos’ de Sofía Segovia, ‘Canciones tristes que te alegran el día’ de Miguel Mena, ‘Inventario de monos’ de Galgo Cabanas, ‘La memoria de la turba’ de Chesús Yuste y ‘Las imperfectas’ de Margarita Barbáchano".

En esta semana de reencuentros, los hermanos Muñío, y no les pasa solo a ellos, se han dado cuenta de lo importante que es el librero como consejero o prescriptor. "Sin duda. La gente se fía de ti. Cuando sugieres algo, el cliente lo agradece. Y lo espera. Y valora mucho, además, que no sea una novedad estricta, sino que tenga tres, cuatro o cinco años", concluye César Muñío.

Por ahora no se sabe qué harán grandes superficies como La Casa del Libro, que remite a su página web, o El Corte Inglés. Quizá todo cambie el día 25 cuando se inicie la Fase 2. Otros, como Cálamo, apuestan por las presentaciones telemáticas. Mañana, María Ángeles Naval dialogará con Marta Sanz a las 18.00.

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