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La primera vez sin Eurovisión... y puede que haya una segunda

La comunidad eurofán asume la cancelación del festival mientras siguen las dudas sobre cómo se celebrará en 2021

Blas Cantó ha presentado este martes a los coristas que le acompañarán en Eurovisión.
Blas Cantó era el candidato español a Eurovisión.
TVE

Mayo es, tradicionalmente, el mes de las flores y las comuniones. En los 31 días que dura también acoge el mayor espectáculo de música que se produce en televisión, el Festival de Eurovisión, que cada año reúne a 182 millones de espectadores en todo el mundo. La crisis del coronavirus se ha llevado por delante la edición de 2020, cuya gran final se iba a celebrar el próximo sábado 16 de mayo en Róterdam (Países Bajos). La cancelación, al igual que ha ocurrido con otros grandes eventos culturales y sociales, ha roto las expectativas económicas de un certamen que llega a dejar unos beneficios de 100 millones de euros gracias al impulso del turismo.

La suspensión por la pandemia también ha anulado los planes de decenas de eurofans españoles, que en muchos casos adelantan sus vacaciones de verano para acudir 'in situ' a Eurovisión. La pasión por el festival les reúne cada año en la ciudad organizadora, lo que les obliga a planificar con meses de antelación su estancia. Es el caso del periodista del portal televisivo 'Bluper' Juanma Fernández, que desde 2013 (Malmö, Suecia) ha acudido sin interrupción a todos los festivales. «Ya tenía el alojamiento en Róterdam y el billete de avión lo iba a comprar en la semana en que se declaró el estado de alarma», cuenta.

Él suele organizarse los viajes a Eurovisión entre diciembre y enero de cada año. «Normalmentes oy precavido, pero este año Países Bajos tenía los precios tan altos que decidí esperar», cuenta. El periodista, reconocido eurofán, acude al certamen en calidad de informador. Al país llega «el viernes anterior a la gran final», el día en que España suele realizar su primer ensayo en el escenario.

La ciudad organizadora del concurso se vuelca con el programa musical, generando actividades paralelas que hacen de Eurovisión un lugar turístico muy particular, con un ambiente de hermanamiento que dista de otros eventos deportivos donde hay una mayor rivalidad. Entre ensayos y ruedas de prensa, cada país organiza fiestas de promoción con su representante, en las que se puede conocer mejor al artista. «En las dos semanas de Eurovisión hay fiestas todos los días», señala Fernández. «Hay una comunidad de eurofans que suele ser la misma y se desplaza bastante. Los españoles suelen ser los más abundantes junto con los ingleses, alemanes e israelíes».

Róterdam 2021, aún en el aire

El espectáculo musical supone una inversión media de unos 30 millones de euros para la televisión pública europea encargada de la organización, aunque la cifra varía según la edición y el país. Azerbaiyán (2012), por ejemplo, gastó 100 millones en su festival con la construcción de un imponente estadio cubierto, el Baku Crystall Hall, para albergar Eurovisión, mientras que otras cadenas han sido más austeras, como la RTP de Portugal (2018), que destinó unos 22 millones. En el caso del país luso, llegaron a quintuplicar sus beneficios gracias a la avalancha de turistas. «Ni la Expo de 1998 en Lisboa tuvo tanto tirón», expresó entonces el presidente de la Asociación de Hostelería de Portugal.

De momento, hay pocas certezas sobre la próxima edición de Eurovisión que se celebraría ya en 2021. La Unión Europea de Radiodifusión (UER) pospuso la fecha, aunque no confirmó oficialmente la sede que lo acogerá. El Ayuntamiento de Róterdam aprobó aumentar en 6,7 millones de euros el presupuesto que tenía previsto para organizar el festival en 2020, sin embargo, no ha recibido la aprobación definitiva a la espera de la evolución de la pandemia. Precisamente, esta semana el ministro de Sanidad de Países Bajos enfriaba esa posibilidad al asegurar que iba a recomendar no realizar «eventos masivos» en el país hasta encontrar una vacuna contra el coronavirus.

No obstante, la UER y las emisoras neerlandesas NPO, NOS y Avrotros han preparado un programa especial titulado 'Europe shine a light' ('Europa enciende una luz'), que pretende homenajear a los afectados por la pandemia. La cita reunirá desde sus casas a artistas que han pasado por el festival, como la israelí Gali Atari o el sueco Måns Zelmerlöw, y contará con apariciones de los representantes de este año, como el español Blas Cantó. TVE ofrecerá este espacio en La 1 (16 de mayo, 21.00), que será comentado por el locutor Tony Aguilar y la periodista Eva Mora.

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