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Qué es realidad y qué ficción en 'Hollywood', la serie que 'cambia' la historia del cine

Ryan Murphy acaba de estrenar en Netflix una producción que mezcla lo que pasó con lo que le gustaría que hubiera pasado en los años dorados de los grandes estudios estadounidenses.

Aspirantes a estrellas de la serie 'Hollywood'.
Aspirantes a estrellas de la serie 'Hollywood'.
Netflix

Ryan Murphy es uno de los valores seguros de la televisión. Autor de la celebérrima 'Glee' o de la más reciente 'Pose', el productor, director y guionista regresa a los años dorados del cine en su nueva serie, 'Hollywood', algo que ya hiciera en 'Feud', en la que narraba la rivalidad entre Joan Crawford y Bette Davis. También continúa esta vez en su empeño por dar visibilidad a colectivos históricamente maltratados socialmente: particularmente, la comunidad negra y los homosexuales.

Si en 'Pose', desde cierto rigor histórico, centraba la acción en los albores del baile 'vogue' (que después popularizaría Madonna), en un Nueva York de los años 80, muy castigado por el sida, en su nueva serie para Netflix se traslada al glamur y la opulencia del cine estadounidense de la década de los 40. Pero esta vez, si bien Murphy se apoya en hechos reales, los cambia para introducir al espectador en un auténtico cuento de hadas sobre cómo podría haber sido la meca del cine (y la sociedad a la que tanto influye) si se hubiera abierto a la diversidad y liberado de la censura y la hipocresía, admitiendo abiertamente la homosexualidad y dando protagonismo y poder a mujeres y negros en sus producciones.

En la producción aparecen personajes ficticios con referencias muy reales, si bien Murphy las lleva finalmente al terreno de la pura fantasía. Porque lo que plantea en 'Hollywood' es la posibilidad de que en los años 40 se hubiera estrenado (con éxito de crítica y público) una película protagonizada por una actriz negra, guionizada también por un autor de color, avalada por un gran estudio dirigido por una mujer y premiada en una ceremonia de los Óscar en la que algunos de los invitados aprovecharan para salir de la armario. 

Atención: contiene 'spoliers'

Henry Willson (Jim Parsons) y Rock Hudson (Jake Picking), en 'Hollywood'.
Henry Willson (Jim Parsons) y Rock Hudson (Jake Picking), en 'Hollywood'.
Netflix

Rock Hudson y Henry Willson, el Harvey Weinstein gay

'Hollywood' tiene a Rock Hudson como uno de sus protagonistas. En la serie, Jake Picking interpreta al famoso actor cuando acaba de llegar a la meca del cine desde Illinois. Rápidamente conoce a Henry Willson (al que da vida Jim Parsons), un representante que existió también realmente y que era algo así como un Harvey Weinstein de la época. La serie lo retrata tal y como ha pasado a la historia: un personaje abusivo, que moldeaba a sus representados física y psicológicamente sin miramientos. Por supuesto, Willson y la moral de la época mantuvieron a Roy, ya convertido en Rock Hudson, dentro del armario durante toda su carrera hasta que a comienzos de los 80 anunció que tenía sida, enfermedad de la que murió en el 85. Una desgracia que, paradójicamente, ayudo enormemente a visibilizar la enfermedad y movilizó a ricos y poderosos contra ella. En la serie se plantea la posibilidad de que Hudson hubiera mostrado públicamente su homosexualidad en los años 40, acudiendo a una ceremonia de los Óscars de la mano de su novio: un guionista de raza negra.

El elenco principal de la serie.
El elenco principal de la serie.
Netflix

¿Guionistas negros y mujeres dirigiendo estudios?

La serie entra de lleno en el terreno de lo imaginario con varios personajes. Entre ellos está Archie Coleman (interpretado por Jeremy Pope), un guionista negro y gay, que en la trama, además, es la pareja de Rock Hudson. Con él, finalmente decide asumir el riesgo de salir del armario en una sociedad, la de los años 40, en la que todavía seguían vigentes las terribles leyes racistas Jim Crow, el Ku Klux Klan o el censurador y moralista Código Hays. Tampoco fue real Avis Amberg. Patty LuPone da vida a esta mujer madura que, por circunstancias, se ve obligada a dirigir un gran estudio. Sí que existió realmente Anna May Wong (Michelle Krusiec). Mientras en la serie, su personaje tiene un final feliz y premiado, la historia real es mucho más triste. May Wong interpretó papeles estereotipados, sobre todo de pérfida asiática. Cuando finalmente le llegó la oportunidad de interpretar un papel distinto en una película, 'La buena tierra', cuyos protagonistas eran chinos, los papeles fueron a parar a manos de occidentales. Paul Muni dio vida al personaje principal y como los códigos de producción de la época prohibían relaciones interraciales, el de la protagonista femenina fue a parar a manos de Louise Rainer, quien para colmo recibió el Óscar. A Wong se le ofreció un papel secundario que rechazó.

La serie retrata grandes fiestas en casa de George Cukor.
La serie retrata grandes fiestas en casa de George Cukor.
Netflix

Las fiestas de George Cukor y la gasolinera

La serie de Ryan Murphy retrata un ambiente a medias hipócrita a medias fruto de una tremenda opresión. Mientras la sociedad y leyes sancionaban duramente la homosexualidad, muchas de las personas más influyentes en la industria era gays. En el caso de los más reconocidos, como Noël Coward y, sobre todo, George Cukor, sus fiestas eran codiciadísimas. En la gran mansión del director de 'My Fair Lady' se reunían grandes rostros del celuloide como Vivian Leigh, Talullah Banhead o la baronesa d'Erlenger, que dijo en un libro: "Cukor daba fiestas maravillosas para mujeres por las tardes. Al llegar la noche, llegaban los hombres traviesos para comerse las migas".

Esas juergas aparecen en la serie, así como los "hombres traviesos" que forman parte de un prostíbulo camuflado tras una gasolinera que regenta en la serie Ernie West (interpretado por Dylan McDermott). En la vida real, el 'gigolo' y proxeneta era Scotty Bowers, cuyo escandaloso libro 'Servicio completo' sostiene que entre sus clientes habituales estaban Cary Grant, Bette Davis o el Duque de Windsor. Un ambiente mucho más sórdido que el que presenta Ryan Murphy en la serie, que pasa muy de puntillas sobre la verdadera natureleza de un prostíbulo.

De Peg a Meg, una historia de sueños rotos

La excusa que hace rodar la trama de la serie de Netflix es la lucha por sacar adelante una película: 'Peg' que narra la historia real de Peg Entwistle, una joven actriz llegada a Los Ángeles desde Broadway que en 1932 se tiró desde lo alto de la H de la famosa señal de Hollywood.

En la serie, además de cambiar la protagonista blanca por una de color, el equipo de la película decide darle un giro esperanzador a una historia que, en realidad, fue del todo trágica: la actriz fue rechazada y para un papel y sustituida por Katharine Hepburno. Poco después su aparición de 13 minutos en '13 muejeres' fue reducida a 4. Un novio que la maltrataba fue la puntilla que la empujó al suicidio antes del estreno del filme.

El racismo de Disney

Ryan Murphy no desaprovecha para señalar algunas de los episodios más negros de grandes compañía de la industria del cine, como es el caso de Disney. En este sentido, se recuerda el escándalo que supuso 'Canción del sur', un filme de 1946 que mezclaba acción real y animación, en la que se mostraba a esclavos cantando contentos bajo la bota de unos amos blancos y benevolentes. "Tanto, que ni siquiera quería dejar la plantación", se dice en la serie, irónicamente. La película fue boicoteada por asociaciones en defensa de los derechos de los afroamericanos.

Camille Washington, la triunfadora e imaginaria actriz de color de 'Hollywood'.
Camille Washington, la triunfadora e imaginaria actriz de color de 'Hollywood'.
Netflix

Camille: la 'vengadora' de Hattie McDaniels

En la serie, 'Peg', la película sobre la malograda Peg Entwistle, se convierte en 'Meg', con una actriz negra, Camille Washington (Laure Harrier), como protagonista. Camille, un personaje imaginario, viene de algún modo en el guion de Murphy a vengar el trato que la industria dio Hattie McDaniels, la primera actriz negra en recibir un Óscar. Fue en 1939, por su papel de la criada Mammy en 'Lo que el viento se levó'. Queen Latifah se mete en la piel de esta pionera, cuya historia real se cuenta en la serie de su propia boca: los organizadores de los premios Óscar pretendieron en un principio que la actriz permaneciera fuera de la sala donde se celebraba la ceremonia porque California era un estado que segregaba. La nominada esperó en el vestíbulo, hasta que fue avisada para recoger el premio. McDaniels era la hija de dos esclavos y, si bien alcanzó una gran popularidad, no pudo abandonar los personajes encasillados. Hubo que esperar hasta 1964 para ver a otra persona de color, Sidney Potier, recoger un Óscar, esta vez a Mejor Actor. La primera mujer de color en recoger el Oscar a Mejor Actriz llegó ya en el siglo XXI: fue Halle Berry por 'Monster's Ball'. En 2020 sigue siendo aún la única.

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