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Miguel Marcos: "La crisis es económica, no creativa. El arte va seguir vivo"

El galerista aragonés, que aún tiende puentes hacia Zaragoza, analiza la situación del sector, explica sus vínculos con China y aventura el futuro

Entrevista al galerista Miguel Marcos.
Miguel Marcos, en una muestra en su galería de Alan Charlton.
Archivo Miguel Marcos.

“Galerista, promotor cultural y coleccionista”, así le gusta retratarse a Miguel Marcos. En 1981 funda su galería en Zaragoza, y abre nuevas sedes en Madrid en 1987 y en Barcelona en 1998. Participa desde el inicio en las ferias internacionales más relevantes: ARCO, Basilea, Chicago, Colonia, FIAC… Tiene una larga trayectoria como comisario de exposiciones institucionales (Antoni Tàpies, Joan Brossa, ‘La realidad desautorizada’, Eduardo Arroyo…) Asesora importantes colecciones públicas y privadas. Su colección se ha mostrado en varias exposiciones: ‘ Por la pintura’, ‘Los años pintados’ y ‘Miguel Marcos 25 años’, que se exhibieron en Zaragoza.

Lleva 23 años en Barcelona con la galería Miguel Marcos, abierta ¿cuál es el balance?

Inicié mi proyecto en Zaragoza, después llegó la apertura de la sede de Madrid y, posteriormente, la de Barcelona en 1998, una ciudad que jamás calificaría como periférica, al menos en términos artísticos y culturales. Barcelona es una ciudad conocida internacionalmente como marca de éxito, asociada a valores como vanguardia, creatividad e innovación. Desafortunadamente, aquí no se está exento de las dificultades que asolan el panorama artístico español, aunque creo que es un lugar en el que se pueden conseguir objetivos. Voy a ser sincero, he tenido épocas distintas, a veces mejores, a veces peores, pero siempre me he mantenido fiel al combate por la pintura y he defendido el placer de contemplarla y poseerla. Posiblemente este es la clave de llevar tantos años en el matrimonio con el arte.

 ¿De qué se siente especialmente orgulloso?

Tarragona, Zaragoza, Madrid, Barcelona… En todas estas ciudades he mantenido mi línea de trabajo, apostando por los mismos valores que acabo de comentar: el compromiso con el arte y la pintura y he ido desarrollando colecciones con obras de los artistas que defiende la galería. También ha sido satisfactorio el trabajo institucional a nivel internacional, organizando exposiciones. Mi amistad con Joan Brossa y con mi querido y admirado Arnau Puig, supuso un estímulo constante y un gran apoyo en los inicios en Barcelona.

No obstante, el orgullo no me parece la palabra adecuada para definir lo que siento por mi profesión. Pienso que esa necesidad de ver, de sentir, de disfrutar la pintura ha sido determinante en mi vida; necesidad, sin duda, de vivir emociones satisfactorias.

¿Cuáles son sus lazos con su ciudad natal?

Zaragoza es una ciudad que ha sido importante en la historia de la cultura y el arte moderno español. En los años veinte y treinta no hubo un marchand como Dalmau, pero sí una vanguardia muy activa: poetas y pintores surrealistas o surrealizantes, nucleados en torno a Tomás Seral y Casas y su revista’Norest’ arquitectos racionalistas, de excelente nivel, como Fernando García Mercadal o los Borobio; algún fotógrafo pirenaico, como Aurelio Grasa; una pianista memorable, como Pilar Bayona... La posguerra fue la época del grupo Pórtico –pionero de nuestra abstracción–, del fugaz paso de un Antonio Saura en tránsito de Huesca a Madrid y París. En los años setenta, y antes de que sus protagonistas se trasladaran con armas y bagajes a Barcelona, la Pintura-pintura, como ha estudiado en profundidad Javier Lacruz, psiquiatra y coleccionista de arte, en dos tomos sucesivos, bajo el título “El grupo de Trama”, 2002, tuvo en Zaragoza su principal cuna española, algo que se evidencia cuando tenemos a la vista el catálogo de la colectiva, Propuestas para un trabajo complejo, inaugurada en 1974, protagonizada por José Manuel Broto, Javier Rubio Navarro y Gonzalo Tena, que componían en aquel momento el grupo Trama, y que tuvo por marco la galería Atenas, una sala pionera de su momento, en la que yo participaba. 

Entrevista con el galerista Miguel Marcos.
Una de las exposiciones de la galería.
Archivo Miguel Marcos

Acaba de hacer una historia del arte contemporáneo de Zaragoza y de Aragón. ¿Cómo ve Aragón desde Cataluña?

La llegada a la Ciudad Condal, a orillas del Mediterráneo, supuso la posibilidad de cumplir el deseo de unir el espacio vital y profesional, ambos en un mismo emplaçament, parafraseando a Brossa, con quién inauguré la sede con una magnífica exposición con cinco instalaciones, creadas ex profeso para la ocasión. Es cierto que una parte mía sigue en Zaragoza, allí vive mi hermana y aquellos coleccionistas y aficionados del mundo del arte que a lo largo de estos años se hicieron amigos y apoyaron el proyecto expositivo de la galería desde las primeras muestras en los años 70.  

Su trayectoria ya se acerca a los 40 años ¿Qué galerista ha sido y ha querido ser?

Un galerista es alguien que siente una pasión incondicional por el arte y desea apoyar la creación artística; invirtiendo, promoviendo y difundiendo la obra de los artistas que representas. Con ello se debe perseguir, al mismo tiempo, obtener un beneficio económico que permita seguir cumpliendo con la función cultural que debe desempeñar una galería. La trayectoria de la galería se ha centrado en la promoción del arte contemporáneo español y, muy especialmente, en la pintura. Siempre quise concebir la galería como un vehículo transmisor entre el arte y la sociedad que tiene, necesariamente, que dialogar e interactuar con diversas instituciones culturales. Llevar el arte contemporáneo a las zonas rurales, a los pueblos que no tienen acceso a los grandes museos ha sido una labor muy importante para la galería. Bajo estas premisas el proyecto EnseñARTE acercó a un público, que por diversas razones no tenían posibilidades de conocer y comprender tendencias artísticas y obras que eran referentes del arte contemporáneo español, complementando la lectura visual con conferencias educativas, enfocadas en los conceptos de la historia del arte universal y español en concreto.

En los últimos años, sobre todo a partir de 2015, ha abierto camino en China. ¿Qué ha hecho allí, qué ha montado y qué ha traído a Barcelona y no sé a otros lugares?

La relación con China surge en 2014, a partir de un convenio de exposiciones entre la Fundación Elion, perteneciente a la multinacional China con el mismo nombre, y la galería. Juntos hemos llevado a cabo varios proyectos expositivos, comenzando con la colectiva de artistas chinos, bajo el título ‘Black Box’, que tuvo lugar en Pekín y posteriormente viajó a la sede de la galería en Barcelona. Un año después hemos realizado una gran retrospectiva de Carlos Franco en la sede de la fundación. Actualmente en la galería tenemos expuesta la obra sobre metal de este gran artista madrileño. 

¿Cómo ha evolucionado su colaboración posterior? ¿En qué momento está?

A raíz de numerosos proyectos colaborativos nació la amistad con Manuel Valencia, embajador de España en China. Bajo su apoyo y del Instituto Cervantes de Pekín se ha podido realizar una itinerancia de una exposición de Joan Brossa, en Pekín, Shanghái y Cantón, con una publicación con texto de Juan Manuel Bonet, que ha tenido una gran repercusión y ha sido muy apreciada por el público chino. Cabe mencionar la participación en ferias, como la 'Art Amoy', en Xiamen, 'Art Shenzhen' o varias ediciones de 'CIGE', en Pekín. Tras numerosos convenios con China, el proyecto de la galería se enriqueció con la participación de varios artistas chinos, Luo Min, Lin Mo, Yuan Wu, Dabao, Li Qiang…., a quienes expuse tanto en ARCO como en la galería de Barcelona y con los que sigo trabajando. 

¿Qué puede suponer la aventura china para el arte español?

Considero China una puerta abierta a una cultura diferente y a un coleccionismo potencial, ya que es el segundo país que mas invierte en la compra del arte. Se trata de un mercado emergente y creciente. Se trata de un país de una gran cultura, tradición y organización, que podría servir de ejemplo en varios aspectos.

Entrevista con el galerista Miguel Marcos.
Presentación de la obra de Joan Brossa en China.
Archivo Miguel Marcos.

¿Cómo está viviendo la pandemia?

Son días complicados para todos nosotros, una situación que nadie pudo imaginar, trato de ser positivo y no desanimarme. Es una oportunidad para reflexionar y analizar, pero jamás para parar. En los tiempos de guerra, de crisis, en el arte se encuentra la esperanza, la salvación y la inspiración para mucha gente, el arte nos alimenta a nivel espiritual y nos aporta la fuerza para vivir y crear. Me gustaría que superaríamos estos tiempos bajo estas premisas. 

"Sigo perplejo ante la inmensidad de emociones que podían promover esos cuadros de Mark Rothko, atmósferas colgantes, silenciosas, con un poder místico: agitar el alma"

¿Qué está suponiendo para las galerías españolas el coronavirus?

 El mercado del arte no va a ser como antes, ni nosotros mismos, pero en nuestras manos está la búsqueda de la solución, en este caso de la cultura de nuestro país. Cuesta imaginar el impacto que va a tener la epidemia en el mundo de galerismo y del mercado del arte en general. Es previsible que va a ser más duro que la crisis del 2008, aunque en aquellos años seguimos trabajando y subsistimos.

 ¿Nos servirá de algo el ejemplo de 2008, aquella terrible crisis? Parecía el fin del mundo y el arte ahí siguió.

Me temo que la situación del 2008 tiene poco en común con lo que está pasando actualmente. Siendo realista, imagino que las galerías tendremos que replantearnos la estrategia a seguir para adaptarnos a la nueva era que, sin duda, nos espera. No obstante, estamos hablando de  crisis económica, no creativa, el arte va seguir vivo, pero la forma de percibirlo puede que cambie. 

¿Qué estrategias de promoción están llevando a cabo?

En estos momentos tan complicados, intentamos no perder el contacto con nuestros visitantes y de hecho tratamos de aumentar más la audiencia a través de los medios digitales. Actualmente estamos desarrollando un proyecto histórico-educativo, que narra la historia de la galería, con las fotos del archivo de la misma. De esta forma a diario compartimos una serie de imágenes en Instagram, que muchas veces hablan por si solas, en otras ocasiones subimos fuentes de prensa o literarias que tienen mucha importancia a nivel histórico-cultural del arte español. Por otro lado, al comienzo de la cuarentena, hemos publicado una video visita de la actual exposición en la galería. Se trata de la muestra individual de Carlos Franco, que pretende hacer una breve lectura de los últimos años de producción de uno de los iniciadores de la Nueva Figuración Madrileña y presentar la obra reciente, realizada sobre chapa metálica. Aunque la galería está cerrada, seguimos estando al servicio del público y para ello las plataformas 'online' nos están ayudando mucho.

Entrevista con el galerista Miguel Marcos.
El stand de la galería Miguel Marcos en Arco 2020.
Archivo Miguel Marcos.

Dice todo el mundo que lo peor, para la vida y la economía, empezará el día después. ¿Qué deben hacer los galeristas, qué piensa que van a hacer?

Entiendo que la situación en la que estamos nos debería unir, al menos dentro del sector de arte. Cuesta imaginar la situación tras acabar la epidemia, pero lo cierto es que necesitaríamos el apoyo por parte del Estado, que no ha creado una infraestructura adecuada para mantener la vitalidad del mercado del arte. Antes al contrario, despojó a las galerías y fundaciones, auténticos artífices de la transición cultural de España, del papel que le correspondía como creadores e impulsores de nuevos movimientos artísticos.

Posiblemente es una buena ocasión para repensar la ley de Mecenazgo, que podría fomentar el coleccionismo en España. 

"El Estado no ha creado una infraestructura adecuada para mantener la vitalidad del mercado del arte. Antes al contrario, despojó a las galerías y fundaciones, auténticos artífices de la transición cultural de España"

Para los escépticos o los que viven de espaldas a la creación en artes plásticas. ¿Qué nos puede dar el arte, para qué serviría?

El arte es una parte importante de la educación y sin educación no hay futuro. El arte tiene muchas formas de expresarse y está cada día presente en nuestra vida, la cuestión es saber verlo y apreciarlo. Recuerdo con nostalgia y emoción, el descubrimiento de uno de los artistas mas importantes del siglo XX, Mark Rothko. Su trabajo era el ‘summum’ pictórico por excelencia. Un referente visual y conceptual cuyas obras son el ideal de belleza sublime. Unos años más tarde, pude visitar el santuario del artista, la Rothko Chapel, en Houston, la culminación de lo que él mismo llamó la “abstracción pura”. Sigo perplejo ante la inmensidad de emociones que podían promover esos cuadros, atmósferas colgantes, silenciosas, con un poder místico: agitar el alma. 

 

 

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