LITERATURA

La zaragozana María Zabay publica una de las primeras novelas que documentan la pandemia

‘Aislada’ narra la historia de una joven atrapada por el virus en Venecia. "El miedo paraliza a la sociedad y una sociedad asustada es maleable"

María Zabay y 'Aislada', primera novela en castellano del virus.
María Zabay ha redactado su novela y la colgó hace unos días en Amazon y Kindle.
Archivo María Zabay.

 "Me desconcertaba la vida de consumismo exhibicionista que llevábamos. Muy pocos vivían hacia dentro y muchos lo hacían hacia fuera. Era la era de las vanidades en la que las cosas parecían tener sentido para ser mostradas, no para ser disfrutadas. Lo importante en la vida es justo lo que es gratis: andar, saltar, correr, abrazar, besar; hay que saborear los momentos y rodearnos de las personas que nos importan porque un día, de repente, pueden no estar; los virus y las pandemias no distinguen razas ni colores; no tratan mejor a los ricos que a los pobres. Todos somos iguales", dice la escritora María Zabay (Zaragoza, 1977), que acaba de publicar en papel y en edición digital su novela ‘Aislada’, de 250 páginas, donde cuenta la historia de dos jóvenes estudiantes españoles en Venecia, Olivia y Jimmy. Ella quedará apresada por el virus en la Ciudad de los Canales y redactará un manifiesto para el futuro.

Amor, separación y familia

María Zabay, licenciada en Derecho por la Universidad de Zaragoza, presenta los informativos de motor y especiales de Fórmula E en ‘Garage TV’ y colabora con ‘OK Diario’. Ha sido presentadora en TVE, La 1 y La 2, y directora de comunicación del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España con José Manuel Soria. Es autora de once libros, entre ellos novelas como ‘El zapato de la lengua rota’ y ‘La alumna’, y dos manuales de autoayuda. Dice que ha invertido en la redacción del libro un mes: comenzó a escribirlo cuando empezaron a producirse los primeros casos. Como si tuviese una corazonada, iba anotando, día a día, todos los datos, todos los detalles para abordar una novela-crónica que "denuncia, inquieta y transmite emociones".

"El virus ha descubierto puntos débiles nefastos de la estructura y la gestión política y económica de los países. La falta de previsión; la dependencia de otras naciones en algo tan básico como es el material sanitario; la incapacidad de hacer protocolos, de actuar con eficiencia», señala. Recuerda que "el miedo paraliza a la sociedad y una sociedad asustada es maleable. Bajo la rendija del temor se puede colar el abuso; y, muy importante, nada es para siempre. Nada".

Este relato de amor y celos, separación y miedo, es también una historia familiar marcada por la impotencia y el drama. Por si pudiera leerse como una novela oportuna y oportunista, y quizá como un libelo contra el Gobierno, se defiende: "En absoluto es un intento de ataque al Gobierno. El libro recoge una cronología rigurosa de los hechos desde que Li Wenliang envió aquel famoso mensaje que se hizo viral, hasta hoy que nos encontramos confinados". Considera que el sentido de ‘Aislada’ es que quien la lea, entienda y analice por sí mismo cómo se ha llegado a la situación en la que nos encontramos.

La oportunidad de la redacción

"A ningún gobierno le podemos exigir una vacuna para un virus que no se conocía, pero sí la capacidad de establecer unos protocolos y abastecerse de material sanitario básico en el momento en el que la OMS alertó de que estábamos ante una pandemia", señala María Zabay.

Sostiene que el momento de redactar la novela, "en la que he invertido un mes, con 12 y 14 horas de trabajo diarias", era este porque "la memoria es cortoplacista. Pasado un tiempo, la pandemia y la angustia se diluirán. Es ahora cuando puedo reflejar los sentimientos que nos invaden por el dolor de ver morir a gente mientras permanecemos encerrados en casa sin poder hacer nada, perdiendo empleos…".

La autora no huye de la pedagogía y del compromiso: "La sociedad necesita individuos que admiren, no que envidien; individuos que construyan, que cuiden el planeta". Por otra parte, María Zabay dice que su narración no está basada en un hecho real específico. «Es muy real porque plasma la realidad de muchas parejas que han quedado separadas y no pueden ayudar al otro por muy mal que esté. Conozco algún caso. He hablado con psicólogos para reflejar mejor esta realidad. Incluso he hecho un reportaje a una psicóloga hablando de este tema. En este caso, todavía es más difícil porque a Olivia se le manifiesta el virus estando sola en Venecia. La sensación de impotencia y frustración del que no puede ayudar es difícil de gestionar. Lo que más me alegra es que la gente me dice que le está removiendo por dentro", explica.

En la novela, casi todos los gobiernos salen mal parados: China, Estados Unidos, Francia, Italia y por supuesto España. “¿En qué se han equivocado? En la falta de una gestión eficiente que estableciese unos protocolos de actuación. En mi opinión se deberían haber cerrado todas las fronteras a China hasta que no hubiesen erradicado el virus. Sé que es una medida drástica, pero la única para evitar la propagación. Eso no ocurrió. Una vez el virus sale, su expansión es incontrolable”, dice, y alude a la tesis que defiende uno de los personajes.

Insiste: “Todos los Gobiernos deberían haber escuchado a la OMS. Hasta cinco veces nos alertó de que estábamos en riesgo grave de pandemia. No concibo cómo puede ser que no se reunieran todos los Gobiernos para establecer un protocolo eficiente. Ahora estamos sometidos a un mercado que fluctúa y en el que se caen pedidos a pie de avión”.

EL MANIFIESTO

‘Aislada. Relato de una pandemia’ incorpora un ‘Manifiesto’ de la protagonista, Olivia, ecologista y preocupada por el destino del planeta. María Zabay ha hecho circular el texto en las redes. He aquí algunas de sus visiones:

La situación. "El mundo se ha detenido. Quizá es la III Guerra Mundial silenciosa o quizá la naturaleza quien lo ha parado porque necesitaba descansar de nuestros gases, de nuestros plásticos, químicas, cementos, odios, envidias, ambiciones…"

El día después. "Ojalá el Covid-19 sea la catarsis que nos transforme. Sirva para unir. Para amar. Para cuidar. Para valorar".

La lección. "Ojalá esta desgracia que ha parado el mundo, como lo hizo el meteorito a los dinosaurios, nos haga cambiar de verdad y volver a la esencia del ser humano, ‘sapiens sapiens’, que evolucionó de entre todos para crear el arte, la música, la filosofía…".

El día después: "Quizá esta hecatombe nos una, nos conciencie de quiénes somos, de lo que hemos hecho, de lo que nos ha movido y de lo que nos debería mover. Los glaciares se deshielan, los ríos están contaminados, los océanos y los mares impregnados de petróleo y de plásticos; el oxígeno viciado; la gente discutiendo por religiones, por políticas. ¿Qué importa si Dios es uno u otro? ¿O si hay o no hay? ¿Por qué odiarnos izquierdas y derechas? Por qué no buscar todos juntos soluciones solidarias, ayudando a los que lo necesitan, trabajando todos, esforzándonos, concienciándonos de que hay países en los que la gente muere de hambre; que, en los desarrollados, hay familias que no pueden permitirse unas vacaciones, que algunas apenas pueden comer. ¿Por qué no vivir más hacia el interior? Quizá el miedo lo consiga. Si es así; COVID-19 será para bien”.

PAOLO GIORDANO Y SLAVOY ZIZEK: MIEDO, COMUNISMO Y BARBARIE

Por ahora, que se sepa, no han aparecido ficciones sobre el coronavirus. Paolo Giordano y Slavoj Zizek han publicado sendos ensayos.

‘En tiempos de contagio’. Paolo Giordano, autor de ‘La soledad de los números primos’, publica en su país, pero también en España, en Salamandra y Edicions 62, una meditación sobre la pandemia y su incidencia en un mundo global. Desde que se desplegó el coronavirus sintió la "necesidad constante de escribir, escribir y escribir" con el afán de "intentar dar un sentido y una forma a todo esto. Tengo el miedo de tener que empezar de cero, pero también de lo contrario: de que el miedo pase sin que cambie nada".

‘Pandemic’. En inglés y en el sello OR Books, con cesión de los derechos a Médicos sin Fronteras, el filósofo esloveno Zizek –habitual del sello Anagrama– asegura que el Covid-19 podría triunfar allá donde no lo hicieron ni Marx, ni Stalin o Lenin, ni los papás o los teólogos de la liberación. Y apuesta por una disyuntiva: "O un comunismo reinventado o la barbarie. No soy utópico, no apelo a la solidaridad entre los pueblos". 

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