Las comuniones de mayo: aplazadas o íntimas y sin convite

 La Conferencia Episcopal subraya que la decisión sobre la celebración de las comuniones depende de cada diócesis y, por el momento, no ha emitido ninguna recomendación al respecto.

Marta Ostiz y Violeta Molina Gallardo
Regalo de recuerdo de una Comunión.
Regalo de recuerdo de una Comunión.

La crisis sanitaria por el coronavirus afectará a la celebración de las comuniones: algunas diócesis y colegios católicos han optado por posponerlas al otoño y en el caso de que la desescalada permita que se mantengan en mayo, el oficio tendrá que ser íntimo y sin convite posterior.

Como mínimo, España vivirá en estado de alarma hasta el día 26 de abril y previsiblemente habrá nuevas prórrogas. Además, se desconoce cómo se procederá a desescalar las medidas de aislamiento social y parece claro que la normalidad de celebraciones y reuniones numerosas tardará en llegar.

La Conferencia Episcopal subraya que la decisión sobre la celebración de las comuniones depende de cada diócesis y, por el momento, no ha emitido ninguna recomendación al respecto.

Algunos arzobispados ya se han pronunciado, como los de Huelva y Sevilla, que las han aplazado, o la de Santander, que estimará restringir las bodas, bautizos, comuniones y entierros "a un máximo de diez personas".

Desde Escuelas Católicas, la directora del Departamento de Pastoral, Mercedes Méndez, explica a Efe que su propuesta es la de retrasar la celebración de comuniones y confirmaciones hasta que la situación sanitaria permita poder realizarlas con normalidad.

No obstante, apunta que la fecha y los calendarios están a expensas de cómo evolucione la crisis sanitaria y de las indicaciones del Gobierno.

"Son reuniones grandes de personas y justamente eso lo que nos está sugiriendo Sanidad que no hagamos durante la crisis y, probablemente, en los momentos posteriores de incorporación a la vida normal", reconoce.

Por tanto, la opción que se están tomando tanto en colegios de orientación católica como en las parroquias es la de seguir con la formación de los niños y adolescentes jóvenes a través de internet, y posponer la celebración del sacramento.

"No se puede anticipar una fecha, estamos a expensas de los calendarios que nos ofrezca el Gobierno", indica.

No obstante, Méndez subraya que algunas parroquias ya habían propuesto, en circunstancias normales, celebrar el sacramento de la confirmación entre los meses de septiembre y diciembre con el objetivo de evitar un sobrecoste para las familias que tienen que hacer frente al pago del viaje de fin de curso, la graduación, etc.

Lo que no barajan desde Escuelas Católicas es modificar la forma de celebrar tanto la comunión como la confirmación, puesto que "el aspecto comunitario y familiar es esencial para este tipo de celebraciones".

Méndez puntualiza que ésta es sólo una recomendación de Escuelas Católicas: "Nosotros podemos aconsejar y dar indicaciones, pero el tema sacramental depende de cada colegio con su parroquia".

Tras la ceremonia religiosa, el banquete es parte fundamental de la celebración de la primera comunión, incide el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, José Luis Yzuel: "El elemento religioso es el eje fundamental, pero el evento del banquete es muy importante, la inmensa mayoría acaban en un acto en un restaurante".

Y esos convites ya se están posponiendo para el otoño, informa, porque muchos colegios religiosos están tomando decisiones en el sentido de retrasar estos actos al último cuatrimestre.

Yzuel explica que las reservas se pueden cambiar, pero alerta de que septiembre es temporada alta de bodas y puede suceder que los establecimientos no tengan disponibilidad para entonces y pide que se celebren más comuniones en domingo que en sábado, algo que facilitaría la reubicación de reservas.

"Preguntar no nos preguntan, los colegios van por libre y no tienen consciencia de que se genera un problema que se podría aminorar trasladando las comuniones a domingo. Como siempre, no se cuenta mucho con la hostelería", denuncia.

El portavoz de los hosteleros dice que no se puede obviar que hay una actividad económica que es consecuencia de la celebración de más de 200.000 comuniones al año, pero asegura que los clientes no tendrán ningún problema a la hora de cambiar reservas o recuperar el dinero de la señal.

"No habrá ningún problema a la hora de llegar a un acuerdo con el restaurante, otra cosa es que el sitio elegido no pueda atender la demanda en la nueva fecha", sostiene.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que no ha recibido muchas consultas sobre el tema de comuniones, recuerdan que se puede rescindir un contrato de celebración en un restaurante por el estado de alarma.

"Se establece el derecho del consumidor a poder rescindir el contrato que no va a poder llevar a cabo por la aplicación de el estado de alarma": la empresa tiene la posibilidad de ofrecer una alternativa a la prestación del servicio, otra fecha, un bono o un vale.

Y dispone de 60 días para ofrecer una solución concreta, fecha a partir de la cual el consumidor podrá solicitar la resolución del contrato sin penalización y tiene 14 días a contar desde la finalización del estado de alarma. El consumidor tiene derecho al reembolso y a que haya una cierta flexibilidad.

Yzuel reconoce que el negocio de los banquetes y las celebraciones va a sufrir en esta crisis: se desconoce cuándo podrá volver a la actividad, en qué términos y con qué limitación de aforo.

Pero defiende que el de la hostelería es un sector resiliente y terminará saliendo del bache, aunque "alguno se quedará por el camino".

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