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Cuando no es primavera ni en el Corte Inglés: así se adapta la moda a la pandemia

"Los clientes quieren ver las nuevas colecciones para soñar con ponérselas", dicen en un pequeño comercio que vende 'on line', que ha parado los envíos por responsabilidad. Las grandes cadenas ofrecen en internet ropa deportiva, para ir por casa o, incluso, para vestirse de cintura para arriba en las videollamadas.

Una tienda de H&M.
Una tienda de H&M.
Sascha Steinbach/Reuters

Las nuevas colecciones deberían estar llegando estos días a las tiendas, llenando sus escaparates de los colores de la primavera. Pero la pandemia nos tiene en casa, ordenando el armario en lugar de estar haciendo el cambio de temporada. Los escaparates con las nuevas colecciones se han quedado detenidos en el tiempo.

Ya es primavera, pero no lo será, o al menos no como siempre, ni en el Corte Inglés ni en muchas de las tiendas o marcas de moda que no renuncian, no obstante, a ofrecer alternativas.

Muchas de las versiones digitales de las grandes cadenas son reflejo estos días del confinamiento al que está sometido millones de personas.

Es el caso, por ejemplo, de Primark, que ha reorganizado por completo su web para adaptarse al trance. En ella, pueden encontrarse desde consejos para "reinventar tu armario con las prendas que ya tienes", ideas para hacer ejercicio o, incluso, limpiar la casa. Y hasta otro apartado con prendas particularmente confortables para "ir por casa con estilo". Por esa misma línea ha optado Mango, que ofrece una colección que dice ser "el secreto de un guardarropa confortable". Y H&M, que también ha sacado a primer plano su línea de ropa de hogar y decoración.

La web de Zara apenas ha añadido variaciones. Solo un mensaje da cuenta de la situación: "Respetando la distancia social, pero estando más cerca que nunca". En la web, se pueden ver y comprar toda la nueva colección pera el buen tiempo. Otras marcas de Inditex, como es el caso de Oysho, aprovechan que muchos de sus productos son 'ideales' para la coyuntura: ropa para hacer ejercicio y para estar por casa. Eso sí, contrariamente a lo que debería ser por estas fechas, ni una prenda de baño.

Y, como sucede en casi todas estas tiendas, se amplía el plazo de devolución por estar las tiendas cerradas.

El Corte Inglés, por su parte, saca músculo de su sistema exprés de reparto. En la portada de su versión 'on line', es decir, en su escaparate virtual, estos grandes almacenes no dejan ni un hueco para la moda. Todo lo fían a productos cosméticos, ropa y utensilios para el hogar, entretenimiento, alimentación, impresoras...

En el caso de Asos, un comercio de moda que siempre vende por internet, tampoco escapa a la transformación: entre el género que destaca están desde ropa de andar por casa a auriculares para hacer videollamadas. Una moda que genera moda porque en Asos han creado un apartado de ropa para vestirse... ¡solo de cintura para arriba!

"He decidido poner novedades en la web, la gente lo pide, le hace ilusión, aunque no se las compre, tiene ganas de verlas y soñar con el momento en que las puedan llevar". Julia Ponce, propietaria de la tienda Sommes Demodé

No solo las grandes cadenas intentan adaptarse al cambio. También el pequeño comercio está dando el do de pecho. Es el caso de Sommes Demodé, una tienda a la que la pandemia le pilló con solo una semana con las puertas abiertas en su nuevo local de la calle Espoz y Mina al que se han mudado. Julia y Josué, sus dueños, siempre han apostado por el comercio a pie de calle, si bien regentan a la par una versión 'on line' de Sommes Demodé, que ambos animan mucho a través de las redes sociales, convertidas en un auténtico escaparate virtual.

Con algunas de las prendas de la nueva colección que se han llevado a casa, Julia sigue mostrando estilismos a sus clientas. Pero precisa: "Seguimos vendiendo pero suspendemos los envíos, porque aunque el comercio electrónico es esencial no nos parecía bien, no nos sentíamos cómodos continuando como si nada".

Seguir mostrando las prendas a través de las redes sociales es una forma, no solo de vender, sino de mantener la moral alta. Por lo que tiene la moda de ilusionante. "Creemos que es positivo desde todos los puntos de vista. Por un lado, es una forma de sentir que seguimos con nuestro trabajo. Ha bajado la cosa, evidentemente, la gente  tiene otras cosas en la cabeza, pero casi todos los días hay pedidos y he decidido subir novedades, la gente lo pide, siento que lo necesita, le hace ilusión, aunque no se las compre, tiene ganas de verlas y soñar con el momento en que las puedan llevar", cuenta Julia quien ha ido recuperando la rutina después de un momento en que "no me apetecía ni subir fotos a Instagram". Pero continúa: "La gente nos ha mandado muchos mensajes de apoyo al pequeño comercio".

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