Teatro

En el Día Mundial del Teatro, la escena aragonesa quiere escapar del abismo

Las compañías que integran ARES no celebran la gala anual, se han visto obligadas a suspender 330 funciones y sufren ya unos 870.00 euros de pérdidas

Día Mundial del Teatro.
Tranvía Teatro, con dos compañías más, ensaya ‘Cannelle-Europa: ocho días de silencio’, que es una reflexión sobre Europa.
Teatro de la Estación.

Si vivieran Shakespeare y Cervantes, quizá dirían que el teatro, como toda la humanidad, está sufriendo un castigo divino. Shakespeare escribió, en cuarentena por la peste, ‘Macbeth’, ‘Rey Lear’ y ‘Antonio y Cleopatra’ en pocos meses, y Cervantes, que también fue dramaturgo, concibió al Quijote en la cárcel y le dio vida en cautividad. Para el dramaturgo paquistaní Shahid Nadeem, el autor del manifiesto de este año del Día Mundial del Teatro, que se celebra hoy, "el teatro tiene un papel, un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a la humanidad, ayudarla a levantarse antes de que caiga en un abismo". Precisamente, es ahí donde se está ahora, en un abismo inesperado y universal, con los actores confinados, las salas vacías y cerradas, y unas pérdidas enormes.

La asociación aragonesa de compañías de artes escénicas Aragón Escena (ARES) recuerda que en 2019 el volumen de negocio ascendió 5.535.518 euros, que se emplearon a 550 profesionales y que se realizaron 2.897 funciones. El socavón producido por el coronavirus, solo entre marzo y abril, supone 330 actuaciones aplazadas y suspendidas, y 870.000 euros de pérdida, y la imposibilidad de celebrar la gala del Día Mundial del Teatro.

Las compañías aragonesas se enfrentan a la crisis de formas muy diversas: con el miedo en el cuerpo, en bancarrota, con leves dosis de esperanza, con la ayuda del ERTE y con una petición: "Al sector del teatro, la pandemia nos va a afectar más tiempo que al resto, porque aunque se acabe la confinación en casa es muy posible que se mantenga una alerta sanitaria que afecte a los aforos de público. Confiamos en que al menos se puedan desarrollar los festivales de verano con escenarios al aire libre", explica María López, presidenta de ARES.

Paco Paricio, de Los Titiriteros de Binéfar, agrega: "En este oficio somos supervivientes natos y tendremos que volver a actuar lo antes posible, lo necesitaremos hasta como terapia. Debemos defender siempre lo pequeño. Nosotros en Abizanda experimentamos esa sensación de cercanía: ofrecemos un espectáculo y le mostramos a la gente qué significa nuestro oficio, la labor actoral, la producción, el museo, etc.".

«Les pedimos a los ayuntamientos y al Gobierno de Aragón que reserven los presupuestos asignados a cultura para que podamos hacer todo lo programado después del verano. Que ese dinero no se pierda. Es fundamental que volvamos a cierta normalidad», insiste María López.

Raquel Anadón, de Che y Moche y del Teatro de las Esquinas, explica: "Somos una industria cultural y artística, casi artesana, y vivimos al día. Si no facturamos, no podemos resistir. Se equivocan los que piensan que vivimos de las subvenciones; eso es la quinta o sexta parte de nuestro trabajo, un empuje para producir y levantar un montaje", añade.

Algunas compañías habían iniciado sus primeros ensayos o la puesta en marcha de nuevas funciones. Luis Felipe Alegre, de El Silbo Vulnerado, explica: "Empezábamos el pasado 21 de marzo con un espectáculo dedicado Bécquer, que abría los actos del 150 aniversario de su muerte, en Noviercas, el pueblo de Soria de esposa Casta. Se suspendió sin fecha. Confiamos en celebrar las Noches de Juglares en junio que se organizan anualmente en el Parque Delicias".

Dice Cristina Yáñez del Teatro de la Estación: "Estábamos con un nuevo espectáculo ‘Cannelle-Europa: ocho días de silencio’. Es un proyecto de creación contemporánea centrado en Europa, de nueva dramaturgia con otras dos compañías: una francesa, otra de Madrid y nosotros, Tranvía Teatro». Dice, a modo de inventario infausto, que "hemos perdido una gira por Italia, 18 funciones en el Teatro de la Estación, 10 funciones en el Principal, un mes de clases en nuestra escuela, con 350 alumnos, y los ensayos previstos durante el mes de abril".

Eso también se extiende, de modo semejante, al Teatro de las Esquinas, que cuenta con 700 alumnos en los cursos de teatro, y al Teatro Arbolé. "El teatro está cerrado. Es una situación difícil. Teníamos más de 60 actuaciones, en la sala y en nuestras giras; 'Caín' está yendo muy  bien. Nosotros hemos metido en el ERTE a quince trabajadores. Yo tengo esperanzas de que podamos salir», dice Vicente Villarrocha, de Arbolé.

Solo en el período de marzo y abril, eso mismo les sucede al Teatro del Temple, deja de hacer 20 funciones; a Teatro Arbolé, que tenía previstas 34 actuaciones en su teatro y 29 en distintos lugares de España; a Che y Moche, que pierde 21 funciones, y a Los Titiriteros de Binéfar, que también suspenden una veintena de citas y el festival de Semana Santa en Abizanda, que reúne a 500 espectadores. Ellos ofrecen, por redes, dos función musicales desde Binéfar.

Día Mundial del Teatro.
Paco y Pilar, de Los Titiriteros de Binéfar.
Maria Mateo

UN PLAN DE CHOQUE. TESORERÍA, PROGRAMACIÓN Y AYUDAS

"Estamos viendo que tanto el Gobierno de Aragón como el Ministerio de Cultura están tomando cartas en el asunto y están preocupados por el sector», dice Esteban Villarrocha.

María López se ha reunido con el consejero de Cultura, Educación y Deporte, Felipe Faci, y le ha remitido una serie de peticiones, que pasan por un paquete de medidas extraordinarias para hacer una inyección económica en el sector. ARES propone "un plan de choque para acceder a planes de tesorería inmediatos y la creación de una bolsa de ayudas específicas". Pide que se establezca "la obligatoriedad en las entidades públicas de reprogramar todas las funciones canceladas, ya sean en programación abierta como para escolares, de sala o calle, que ya estaban concertadas dentro de este año".

Otro ‘exigencia’ sería un "cambio en la normativa de ayudas de 2020 pendiente de publicar» porque la cancelación de las giras en curso y las programaciones en sala hace imposible la confección de los distintos proyectos, y se pide flexibilidad en la imputación de gastos y la ejecución de los proyectos.

«Le cursamos otro documento a Sara Fernández, vicealcaldesa y consejera municipal de Cultura de Ayuntamiento de Zaragoza, y queremos reunirnos con ella. El análisis en términos laborales y económicos es muy duro, especialmente si esta situación se alarga puede suponer meses de falta de ingresos. Confiamos en que se tomarán medidas paliativas por parte de los departamentos de Cultura de las Administraciones y volveremos a vivir con lo mínimo, tal y como nos sucedió durante la crisis", dice María.

CIFRAS Y PREMIOS

Teatro de las Esquinas. Pierde alrededor de 95.000 euros y ha cerrado su escuela, que cuenta con 700 alumnos. La gestión de este espacio la llevan a cabo el Teatro del Temple y Che y Moche.

Teatro Che y Moche. Tiene cuatro obras en cartel, que esá paseando por distintos escenarios, entre ellas un espectáculo narrativo para niños, y por el parón pierde 35.000 euros.

Teatro Arbolé. Las cancelaciones de sus 34 actuaciones en la sala y 29 en las giras con su propia compañía le dejan 57.000 euros de lucro cesante.

Teatro de la Estación. El daño emergente es de 70.500 euros. A fecha de 20 de mayo, el lucro cesante podría ser de 71.500. En total, 141.700.

Los Titiriteros de Binéfar. Con la cancelación del festival de Abizanda y una veintena de funciones en Madrid, Barcelona, Valencia y otros lugares. pierden 20.000 euros.

Premios de la gala de teatro (aplazada).

Premio Artes Escénicas e Inclusión: ‘Caídos del Cielo’. Premio Artes Escénicas y Pedagogía: Ana Continente (Espacio Laboratorio La Mejana).

Premio Escenotecnia: José Manuel Glaria.

Premio Iniciativa Artística: Festival El Gaire.

Premio Honorífico: José Ignacio Micolau.

Gestor Cultural: Teresa Lacasta.

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