La pandemia coge al Museo de Zaragoza sin terminar sus obras de restauración parcial

Los trabajos, que ya acumulaban retraso antes de la crisis, se han suspendido tras garantizar la seguridad del edificio

Aspecto que presenta el Museo de Zaragoza tras las suspensión de las obras de restauración
Aspecto que presenta el Museo de Zaragoza tras las suspensión de las obras de restauración
Guillermo Mestre

La obras de restauración parcial del Museo de Zaragoza, que realiza el Ministerio de Cultura y Deporte, se han suspendido, y los trabajos, que ya acumulaban un importante retraso antes de que se decretara el estado de alerta, se retomarán cuando la situación lo permita. Ni el Ministerio ni la DGA se atreven a dar una fecha de inauguración, pero parece descartada la prevista inicialmente, el Día de los Museos, que se celebra todos los años el 18 de mayo.

El proyecto, del arquitecto Javier Ibargüen aunque finalmente no dirige él los trabajos, lo financia el Ministerio de Cultura y Deporte (472.000 euros). Las obras previstas se centran, en el interior, en el pavimento (se pretende usar losas de piedra de La Puebla de Albortón) y la renovación de la iluminación del patio; y, en el exterior, en el vallado, tanto en la parte de piedra como en la reja de hierro, además del jardinillo y la iluminación. Las obras tenían un plazo de cuatro meses y comenzaron tras las fiestas del Pilar, el 14 de octubre. Eso hacía presumir que estarían concluidas el 14 de febrero. Un mes más tarde, el 14 de marzo, el Gobierno decretó el estado de alerta y los trabajos, entonces, distaban mucho de estar terminados.

La semana pasada aún entraban trabajadores en el edificio de la plaza de los Sitios, según algunas fuentes para terminar de echar cemento en el patio y concluir así su impermeabilización ante la más que previsible interrupción de los trabajos. Parte de los almacenes del museo están justo bajo el patio y se querían extremar las precauciones ante la posibilidad de que en los próximos días lleguen lluvias. Hoy solo entran en el edificio los servicios de seguridad. El parón se verificó a finales de la semana pasada, según el Ministerio de Cultura «por la falta de suministro de materiales».

A simple vista, en el exterior falta completar la restauración del zócalo de piedra y de la reja (en un lateral se comprueba que se han hecho pruebas de pintura) y la iluminación, y se desconoce la situación en que ha quedado el interior.

«El pasado lunes, 23 de marzo, tuvo entrada en el Registro de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura la solicitud de la empresa constructora, Patrimonio Inteligente, de suspender la obra dada la imposibilidad de su continuación por no poder contar con los suministros y materiales necesarios para su continuación –añadían ayer fuentes del gabinete de José Manuel Rodríguez Uribes–. El Ministerio confía en que sea una medida temporal, hasta que se retome la fluidez del suministro».

Parte del zócalo de piedra ya se ha sustituido
Parte del zócalo de piedra ya se ha sustituido
Guillermo Mestre

Las mismas fuentes ministeriales reconocían implícitamente el retraso al asegurar que «a fecha de 28 de febrero se habían pagado certificaciones de obra por importe de 142.000 euros, lo que representa algo más del 30%».

Por su parte, el Gobierno de Aragón, que gestiona el centro, de propiedad estatal, se comprometió en su día a costear la renovación del discurso expositivo de la zona afectada por los trabajos. En el patio del museo se muestran habitualmente elementos arquitectónicos de piedra, desde arcos a lápidas. Según aseguraban ayer fuentes de la DGA, «los técnicos, en la medida de lo posible en estas circunstancias en las que nos encontramos, siguen trabajando, pero no estamos en condiciones de adelantar nada». Y es que en la citada renovación del discurso expositivo se incluía también la restauración de algunos de los elementos que se exponían allí (para lo cual se había reservado una sala del edificio) y que lógicamente, ha quedado suspendida en la situación actual.

La idea que se tiene, según aseguraba en octubre el director del museo, Isidro Aguilera, es dedicar el patio a «mostrar piezas relacionadas con la heráldica en sus tres vertientes, pública, religiosa y civil». Hay dos excepciones, el arco de Santo Domingo, cuyas dimensiones y peso aconsejan no moverlo de su emplazamiento actual, y las columnas del patio de la Casa de los Diputados, que están mal montadas y se tenía previsto ponerlas en su disposición original.

Hasta la paralización de las obras, el museo, que solo tiene una puerta, se ha visto obligado a cerrar en días muy concretos. 

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